Por qué hay gente que se enamora de personas siempre muy parecidas físicamente

En ocasiones, tropezar con la misma piedra se debe a motivos estéticos, pero en otras, hay muchas más razones que explican ese patrón repetitivo.

Sienna Miller (42 años) junto a su pareja Oli Green (27 años) en Wimbledon, cuyo parecido con Jude Law es innegable.Karwai Tang (WireImage/ Getty)

Pese a que el aspecto que siempre se comenta de las novias de Leonardo DiCaprio es que son bellísimas mujeres menores de 25 años, algo que se ha convertido ya en un chascarrillo de la cultura popular, otra cuestión verdaderamente llamativa es que todas sus parejas son físicamente sorprendentemente parecidas. El hecho de que salga siempre con supermodelos rubias que no responden a los cánones de la diversidad que en la actualidad comienzan a imponerse denota que definitivamente, el actor tiene un tipo claro, algo muy habitual en Hollywood. Tras salir con Uma Thurman, Ethan Hawke se casó con Ryan Shawhughes, cuyo parecido con la actriz es asombroso, y después de divorciarse de Jennifer Lopez, Marc Anthony salió un tiempo con la modelo Shannon de Lima.

Por descontado, no hace falta ir a la alfombra roja ni al paseo de la fama para ver casos similares. Un estudio puesto en marcha por la Universidad de California señala que las ex parejas de la mayoría de personas comparten al menos una característica física similar; un factor que aseguran los responsables del análisis, desempeña un papel importante a la hora de seleccionar a una nueva pareja. El equipo también descubrió que la gente elige a parejas que no sólo se parecen físicamente, sino que además, tienen la misma educación, religión e inteligencia. Anna Vicen Renner, Coach experta en Autoestima y Relaciones de Pareja, explica por qué. “Nuestro cerebro, con frecuencia, busca lo que le es conocido, y eso incluye lo físico. Si alguien se siente cómodo con ciertos rasgos, es probable que se sienta atraído siempre por personas con esas características. Algunos estudios demuestran además que de forma inconsciente, hay personas que buscan similitudes físicas con uno de sus padres. Los rasgos que nos son familiares nos atraen y puede no solo ser a través del físico sino también por sus aptitudes, temperamento, carácter, cómo nos hacen sentir o estilo de vida…. Esa familiaridad nos puede hacer sentir acogidos, que formamos parte, cómodos, seguros”.

Aunque es el parecido físico el que sorprende de primeras, es igualmente llamativa la forma en la que cada uno, en su infancia, ya pone en marcha una manera de crear vínculos afectivos que tiene mucho que ver con la relación que tiene con sus padres. “Como la mente humana funciona en términos asociativos, podemos interiorizar que la gente con una serie de características que se parece a los de nuestros padres, son las que amamos. Esto también explica por qué se repiten dinámicas de comportamiento en nuestras parejas”, dice Buenaventura del Charco, psicólogo sanitario, docente, divulgador y director clínico de Estar Contigo Terapia. Asegura que al haber aprendido a amar de esa manera y a ese tipo de personas, de forma automática, lo habitual es tender a repetir esos patrones.

Hablamos entonces de Dating Déjà Vu, un término que acuñó la aplicación de citas Plenty of Fish y que alude no sólo al parecido físico entre las parejas, sino a cómo se repiten incluso ciertos tipos de citas y actividades. Aunque en ocasiones es una casualidad, otras muchas se trata de una trampa del inconsciente. Las personas tienen ciertos sesgos que les empujan a fijarse en personas que se parecen a sus ex parejas, y uno de los motivos puede ser no haber hecho un duelo correcto, un claro reflejo de la expresión “tropezar con la misma piedra”... Aunque este tropiezo no necesariamente se repite únicamente en un par de ocasiones. También hay quienes tienen unas especificaciones físicas muy claras a la hora de buscar pareja, que ha de cumplir con determinadas características, algo que además, se promueve en las dating apps cuando los filtros son muy concretos.

Aunque aplicaciones como Bumble hablan ya del denominado ‘open casting’, que se opone al ‘typecasting’, es decir, a quedar siempre con el mismo tipo de personas, en muchos casos se termina por elegir a una persona muy parecida a un interés romántico del pasado, algo que muchas veces no pasa desapercibido a las nuevas parejas, que se dan cuenta de las similitudes físicas son evidentes. Este tema preocupa a algunas personas tanto, que incluso en Reddit hay numerosos hilos al respecto en los que los usuarios comparten lo que sienten. “A la hora de decir si es algo que me afectaría o no, lo tengo claro: depende de quién rompió con quién. Si fuiste tú quien rompió y tu ex encontró a alguien que se parece a ti, entonces creo que te sentirías bien, porque quiere decir que todavía quiere a alguien como tú. Si fue tu ex quien rompió contigo y encontró a alguien que se parece a ti, te sentirás mal, porque eso demuestra que no rompió contigo por tu apariencia”, dice un usuario.

Ese es el caso del que habla en ‘Opposite’ Sabrina Carpenter, que se lamenta en la canción de haber descubierto que su ex sale con alguien físicamente completamente diferente a ella, por lo que se cuestiona si realmente, la encontró en algún momento atractiva. “Ella no se parece en nada a mí, pero entonces, ¿por qué estás tan feliz? Ahora creo que entiendo la causa: buscabas lo contrario a mí”, canta Carpenter, aunque esta inseguridad puede también aparecer cuando la ex pareja es idéntica, pues emerge la duda de si realmente, superó a su pasado o si se encuentra en plena relación puente.

“Es natural que eso pueda hacer sentir algo de inseguridad, pero ese parecido físico no tiene por qué significar nada, y menos, que sea algo perjudicial. Aunque alguien puede tener un tipo, eso no significa que haya peligro para la pareja, por más que su ex se parezca a ella. Ante cualquier inseguridad, lo mejor es hablar, expresar los sentimientos y emociones y escuchar a la otra persona. Las relaciones sanas se basan en la honestidad y en el apoyo mutuo”, explica Anna Vicen Renner.

La psicóloga Claudia Brumbaugh, que ha estudiado en profundidad las relaciones románticas, ha analizado la forma en la que tantas personas terminan por salir con clones de sus ex parejas desde la óptica de la teoría del apego, que describe cómo las experiencias pasadas de cada uno son capaces de dar forma a la manera en la que se generan nuevas relaciones. En su estudio ‘Transference of attachment patterns: How important relationships influence feelings toward novel people’ ha descubierto que aunque cuando alguien conoce a una persona parecida a su ex, suele sentirse un mayor apego ansioso hacia esa persona, es del mismo modo posible que esté más dispuesta a hablar y abrirse. “Si alguien le recuerda, ya sea consciente o inconscientemente, a una pareja anterior, se sentirá más seguro, más accesible, porque tener una sensación de control y previsibilidad es enormemente importante. De hecho, es tan vital que puede resultar más sencillo repetir errores y malos patrones que ver destrozadas nuestras ideas sobre las parejas, el amor y la relación con los demás”, explica a ‘The Atlantic’, indicando así que recurrir a personas que se parecen puede funcionar en realidad como un consuelo psicológico.

Lo importante es recordar que ante la compulsión inconsciente de repetir acciones, y frente a la dificultad consiguiente de no dejar de tropezar con la misma piedra varias veces, es conveniente ir a terapia, pues esas repeticiones pueden encerrar comportamientos nocivos hacia uno mismo.

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