Todo lo que debes saber antes de dar el paso de cortarte un microflequillo
No llega a las cejas, puede ser elegante y no tiene (rápida) vuelta atrás: hablamos con un experto sobre la cortísima versión del flequillo más tendencia en este momento.
“Cortarse flequillo o no cortárselo, ¿es esa la cuestión?” La modelo Karen Elson (cuya belleza camaleónica le hace defender cualquier cosa que se plantee) lanzaba al aire esta pregunta desde su perfil de Instagram después de que el peluquero Paul Hanlon le cortara un flequillo de apenas cuatro centímetros de largo para el desfile crucero 2024 de Gucci celebrado en Seúl el pasado mes de mayo.
La pregunta tiene su aquel, ya que como los cortes de pelo más radicales un flequillo (y especialmente si hablamos de uno que no...
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“Cortarse flequillo o no cortárselo, ¿es esa la cuestión?” La modelo Karen Elson (cuya belleza camaleónica le hace defender cualquier cosa que se plantee) lanzaba al aire esta pregunta desde su perfil de Instagram después de que el peluquero Paul Hanlon le cortara un flequillo de apenas cuatro centímetros de largo para el desfile crucero 2024 de Gucci celebrado en Seúl el pasado mes de mayo.
La pregunta tiene su aquel, ya que como los cortes de pelo más radicales un flequillo (y especialmente si hablamos de uno que no llega a tocar las cejas) exige un gran compromiso. Lo que resulta innegable es que el microflequillo está teniendo su momento, después de años de reinado de estilos largos y en cortina que heredamos de Brigitte Bardot o Jane Birkin y de ese corte bautizado como de “pelo de niña rica”, con raya en medio y frente despejada. La expresión más breve del flequillo lleva desde antes del verano acaparando interés: desde la versión más atrevida y subversiva de Bella Hadid (otra modelo cuya belleza le permite lucir mechones cortísimos, puntiagudos y gelificados en la última campaña de gafas de Marc Jacobs) o más clásicos, como los de quita y pon de Olivia Rodrigo y Emily Ratajkowski que recuerdan al glamour y dulzura de Audrey Hepburn en Sabrina.
En realidad, referentes con éxito hay muchos: recordemos a Mia Farrow en los años sesenta con su famoso “corte Sassoon”, un «pixie» cortísimo que impulsó su carrera y enamoró a Frank Sinatra, o antes incluso, en la imagen aniñada de Natalie Wood en los cincuenta, y enmarcando la belleza suprema de Elizabeth Taylor (cuyo flequillo, por cierto, hizo creer al mundo que Cleopatra lo llevaba). Quizá el flequillo corto más famoso de la historia sea el de Bettie Page (cuya madre era peluquera), con forma redondeada, con el que minimizaba su frente alta mientras permitía que la luz iluminara su rostro en las fotografías. Uma Thurman también puso el suyo en la historia del cine con su peluca negra en Pulp Fiction, también una adolescente Natalie Portman en Léon (ambas películas de 1994). En los últimos tiempos Zendaya, Marion Cotillard, Zoe Kravitz, Charlize Theron o Emma Stone lo han defendido en alfombras rojas y eventos, y ha sido protagonista en la belleza que proponen marcas de moda como Gucci, Prada, Etro o Balmain. En las fotografías de street style de Copenhague hay innumerables versiones. La microexpresión del flequillo es tendencia.
Sin embargo, por muchas imágenes de inspiración que se tengan antes de decidirse a un corte tan radical como este es necesario mirar de frente al temor más compartido a la hora de planteárselo: este flequillo tardará mucho en crecer (si tenemos en cuenta que el pelo tarda en crecer de media de 1 a 1,5 centímetros cada mes, podemos superar el año) hasta camuflarse y desaparecer en el resto de la melena.
“Una persona que se quiere hacer un corte de este tipo desea un cambio bastante marcado en su imagen, ya que el microflequillo enmarca mucho el rostro. Busca un look fuerte, un cambio notable y perceptible, así que a la hora de plantearlo lo más importante a tener en cuenta es, primero, que tenga claro que quiere ese cambio y todo lo que supone: con el microflequillo no hay vuelta atrás en mucho tiempo, hasta que crezca”, opina para S Moda Iñaki Ferro, fundador y director creativo de A Contrapelo en San Sebastián. La revista Vogue USA plantea que el furor por este peinado desafiante tiene que ver con un último revival de la década de los años noventa. Ferro define el microflequillo tendencia de 2023 como un corte que jamás debería sobrepasar la mitad de la frente y cuya anchura o acabado dependen tanto del rostro de la persona como de su estilo personal. De hecho, uno de estos flequillos admite tantas estéticas como identidades: desde el glamour de las alfombras rojas de Hollywood hasta innumerables expresiones del punk o los movimientos antisistema.
Técnicamente, antes de empezar, “hay que tener en cuenta remolinos y texturas, y también los hábitos y gestos. Antes de hacer un corte de este tipo, una pregunta que hago es si tienden a retirarse el pelo de la cara con la mano, o ladearlo, ese tipo de gestos que van en contra de la forma en la que queremos dirigir el cabello”, añade Ferro.
Para que quede bien: ¿es un corte solo apto para pelos lisos?
“Personalmente pienso que el pelo debe tener una cierta caída y debe poder posarse bien sobre la frente para que quede un efecto estético favorecedor. Si es un pelo muy pobre o que tiende a abrirse y a encresparse lo descartaría porque al final se vería como una nebulosa y no como una forma definida. No creo que siempre deba ser liso, puede ser ondulado o incluso rizado pero tiene que tener una forma definida y una cierta densidad para que el corte se vea limpio y con una estructura de flequillo que favorezca y que dibuje bien el rostro”, explica este peluquero.
Rostros, rasgos y edades: ¿a quién le queda mejor el microflequillo?
“Esto es complicado. No se trata del rostro en sí sino del estilo que tenga la persona y lo que quiera proyectar. Por ejemplo, Rossy de Palma —quien lo ha llevado en ocasiones— podría no tener los rasgos que algunos estilistas recomiendan para este tipo de cortes pero ella lo ha lucido precisamente para acentuarlos. Ha conseguido un look fuerte que reafirma su identidad, lejos de enmascarar su nariz o sus asimetrías. Pongo este ejemplo para explicar que aunque se podría decir que muchos rostros no admiten el microflequillo creo que es una visión muy personal. Algunos pensarán de un rostro redondo que es demasiado redondeado para llevarlo, pero habrá quien precisamente quiera acentuar esa redondez, con lo cual sería ideal. Es algo tan subjetivo como la visión personal que pueda tener uno sobre la belleza”, reflexiona Ferro.
Esto hace que el microflequillo sea apto para cualquier edad. “Para mí no hay edad. De hecho hay blogs de moda de gente mayor donde se ve a mujeres mayores, que superan los 80, con flequillos ultracortitos, rotos, mordidos, súper estilos y que están guapísimas. De hecho yo creo que incluso a veces en edades avanzadas pueden dar un aire súper fresco a una persona, divertido y muy desenfadado a una persona”, apunta Ferro.
Tipos de microflequillos
“Hay infinitos. Se pueden integrar en recto, en degradado, en melenas cortas afrancesadas, o en un corte a capas ultrarargo, en un pixie cortito por supuesto que también… ahí está la destreza del profesional, que sepa integrarlo en diferentes estilos”, cuenta Ferro. La clienta tiene que poder defenderlo bien cada día y hasta que el flequillo vaya creciendo, precisa, con lo que resulta fundamental que ese corte se desarrolle bien a medida que pasan los días y las semanas. “Es imprescindible que crezca bien. Eso es algo intrínseco a cualquier bien corte de pelo. Independientemente de que con el crecimiento vaya perdiendo esa forma, tiene que ser buena. Y es ahí donde se vela destreza de un buen profesional. Un microflequillo se debería ir transformando en un flequillo bonito que siga favoreciendo, que siga adaptándose al rostro de la persona y que vaya creciendo de forma suave y fluida y que no le suponga un problema a la persona a la hora de dirigirse hacia otros nuevos estilos”, explica. Eso sí, si quieres mantenerlo, una vez al mes hay que retocarlo.
Cómo secarlo y peinarlo bien en casa
Todo buen peluquero te dirá que cuanto menos mantenimiento exija un corte de pelo, mejor: lo ideal sería prescindir de planchas y productos, aunque en algunos casos como el del microflequillo esto resulte inevitable. “Si tienes el pelo ondulado, en casa yo lo peinaría con el cabello mojado y algo de producto, y lo secaría siempre con el secador desde arriba enfocando el aire hacia abajo, con una potencia muy muy suave e intentando no moverlo, para intentar que quede con una forma natural y que no se vea un flequillo muy forzado”, recomienda Ferro. “Si es un pelo liso con peso y una línea más recta lo secaría desde la zona de detrás de la cabeza hacia adelante dirigiendo el aire hacia las cejas, primero hacia una ceja en diagonal y luego hacia la otra, así sucesivamente para que el flequillo quede plano y con un movimiento también natural”, añade. Como productos antiencrespamiento, recomienda la línea Smooth Infusion de Aveda sin lugar a dudas, o la Silk’n Glow de Oway.