La cosmética de viaje se vuelve más ‘premium’ que nunca
Las grandes firmas de belleza lanzan este verano productos pensados especialmente para viajeros y neceseres exclusivos con cuidados cada vez más específicos.
El 6 de noviembre de 2006 cambió radicalmente la forma de viajar de millones de personas. A partir de ese día, todos los pasajeros que pretendieran embarcar en un avión debían hacerlo con envases de no más de 100 ml. en su equipaje de mano. Esta normativa obligó a las firmas de cosmética de todo el mundo a adaptar sus envases y a ampliar sus gamas para introducir productos que pudieran ser transportados sin necesidad de facturarlos.
Si bien al principio muchos de esos cosméticos se limitaban a meras versiones reducidas o formatos de baja calidad, en los últimos años vivimos un auténtico...
El 6 de noviembre de 2006 cambió radicalmente la forma de viajar de millones de personas. A partir de ese día, todos los pasajeros que pretendieran embarcar en un avión debían hacerlo con envases de no más de 100 ml. en su equipaje de mano. Esta normativa obligó a las firmas de cosmética de todo el mundo a adaptar sus envases y a ampliar sus gamas para introducir productos que pudieran ser transportados sin necesidad de facturarlos.
Si bien al principio muchos de esos cosméticos se limitaban a meras versiones reducidas o formatos de baja calidad, en los últimos años vivimos un auténtico ‘boom’ del formato de viaje en firmas premium, así como el nacimiento de productos pensados por y para ser utilizados especialmente por los viajeros, que han dado una vuelta de tuerca a las clásicas monodosis. “La venta de productos en formato de viaje ha aumentado casi un 35% con respecto al año pasado”, explica Adolfo Remartínez, creador de Nuggela & Sulé. “Actualmente, no concebimos lanzar un nuevo producto sin su opción formato viaje”, prosigue (la firma vende ampollas de viaje y su champú y acondicionador de cebolla en formato de 100 ml.; 9,90 euros).
Uno de los prejuicios que quieren desmontar las firmas es el de que el neceser de viaje no tiene por qué estar a la altura del tocador de casa. “Es un error llenarlo con productos de segunda categoría y apañarse con muestras que nos dan en una tienda o que regalan en una revista; que además ni nos gustan ni son los adecuados. En un viaje ya cambian demasiadas cosas del entorno (el baño, la ducha, el agua, la humedad, la temperatura…) como para añadir más variables”, explica María Martínez, viajera y socia fundadora de la tienda de cosmética nicho Laconicum.
Las monodosis son parte de esa punta de lanza. Un buen ejemplo acaba de llegar a España: los limpiadores de rostro de viaje de Moxi Loves. Esta firma irlandesa ha desarrollado un limpiador en polvo que se vuelve lechoso al contacto con el agua y que se comercializa exclusivamente en cápsulas (12,90 €). Se inspira en los rituales de belleza de las geishas con polvos de arroz y no contienen jabón (también sirven como desmaquillante).
Sin embargo, los reyes son los kits de viaje. Especialmente populares desde hace años en Corea y Japón, permiten tener todo a mano en prácticos neceseres hechos ad hoc. Un ejemplo lo podemos ver en Sephora, que comercializa el Kit Rutina Hidratación de la marca coreana Laneige (24,55 €). Pero también las firmas de alta gama preparan sus packs. Twelve Beauty lanza tres kits de viaje específicos para diferentes cuidados: iluminador, anti-rojeces y sebo-regulador (desde 79 €), todos ellos con seis productos de entre 5 y 15 ml. Los neceseres se han confeccionado a mano en talleres de Gata de Gorgos (Valencia), por lo que no hay dos iguales. “La prioridad para nosotros es la practicidad, de ahí que hayamos optado por replicar el formato original en versión mini, sin modificar la calidad y el diseño, utilizando el mismo material”, explica Pedro Catalá, su creador.
No es la única novedad. Coola ha creado Sun Essentials Mineral Travel Kit (55 €), con cuatro productos pensados para protegerse del sol (maquillaje y cosmética) que incluye un labial con sabor a caramelo y que solo se comercializa en España en Isolée. Por otra parte, La firma de cuidado capilar Leonor Greyl lanza este verano un neceser Quintessence (42 €) con tres productos: champú, aceite y mascarilla.
Precisamente el champú es uno de los productos que más éxito tienen en formato de viaje. Aunque hay truco: “Además de para llevarlos en el neceser, también hay muchos que prefieren comprar primero el formato mini y, si funciona, se pasan al grande. En nuestro caso, el de la firma sueca Sachajuan está entre los más vendidos. También los limpiadores son muy populares porque ahorran mucho sitio. Es mucho más cómodo llevar una capsulita, o un algodón con el producto ya infusionado que el frasco con la limpiadora, algodones, etcétera”, dice María Martínez.
Tampoco se descuida en un viaje el cuidado más específico. Es el caso del acné adulto. La firma Zitsticka, por ejemplo, ha lanzado Killa Kit, un producto en dos pasos para prevenir los granos antes incluso de que se formen y que puede llevarse perfectamente en un bolsillo. Consiste en un parche con micropuntos que se aplica sobre la zona después de un limpiador especial y que pincha ligeramente la epidermis impidiendo que se desarrolle. Así, no solo cuidaremos nuestro cutis en el viaje, sino que evitaremos salir en las fotos con un grano no deseado sobre el rostro.