La mini, la eco y la fácil de poner: todos los pros y contras de las tres copas menstruales que he probado

Ya no hace falta convencer a nadie de sus bondades, pero continúa siendo un objeto del que agradecemos recomendación y feedback. Estos son los míos.

Getty Images (Getty Images/Westend61)

Este no es otro artículo para normalizar el uso de la copa menstrual. Eso ya lo hizo, aquí mismo, con muchísimo acierto y siempre adelantada a su tiempo, nuestra compañera María Porcel. Y, no obstante, ya va siendo hora de que no sea necesario hacerlo. Años después, por cierto, yo misma conté en El País mi primera experienc...

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Este no es otro artículo para normalizar el uso de la copa menstrual. Eso ya lo hizo, aquí mismo, con muchísimo acierto y siempre adelantada a su tiempo, nuestra compañera María Porcel. Y, no obstante, ya va siendo hora de que no sea necesario hacerlo. Años después, por cierto, yo misma conté en El País mi primera experiencia usando una: pretendía no ya fomentar su uso, sino servir de acicate a todas esas mujeres que aún tenían dudas, como yo las tuve en su día, antes de dar el paso. Pero, como decía, la hora de enumerar sus bondades -tanto para con nosotras mismas como para con el planeta- ya pasó… Son de sobra conocidas y suficientemente convincentes por sí mismas como para que no haya nadie que no haya convertido ya la copa menstrual en parte de su vida o, al menos, se haya planteado intentarlo.

Por eso hoy no vengo a contaros, una vez más, lo que ya sabéis. Sino a explicaros, con detalle, lo que sí y lo que no, lo que es genial y lo que podría mejorar, de cada una de las copas que he probado. Y, ojo, porque por unas circunstancias u otras que ahora no vienen al caso, he acabado comprando y utilizando tres diferentes en poco más de un año, pero huelga decir que cualquiera de ellas continúa en perfecto estado y dará de sí alrededor de 10 años más. Sin embargo y a pesar de lo que viene a continuación, una cosa tengo clara: da igual cuál de sus versiones hubiera elegido como única opción, la copa menstrual como concepto me conquistó desde el primer momento en el que la utilicé y las compresas y tampones no volverán a copar mis cajones nunca más.

Lily Cup One de Intimina

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Aquí el primer modelo que compré convencida de que era la mejor opción para empezar. Como muchas mujeres, tenía serias dudas sobre casi todo lo que rodea a la copa menstrual y tardé mucho en decidirme por una. Por suerte, la marca Intimina es consciente del hándicap y ha creado una especial para principiantes. Que no te confundan ni su nombre ni su tamaño reducido: es apta para cualquier edad y para la mayoría de cuerpos, pero está especialmente indicada para quienes, como yo en aquel momento, comienzan a usarla con cierto reparo.

Me convenció, precisamente, por autoproclamarse como la ideal para novatas. También por su mejor característica: la de plegarse hasta guardarse en una pequeña cajita que hace que parezca un gloss. Pero, sobre todo, por ese aro en su parte inferior que está ideado para que retirarla sea más fácil que nunca.

PROS

1. Su tamaño. No hay duda: si te preocupa el tamaño y necesitas empezar poco a poco, es idónea. No hay otra con un tamaño tan oportuno para esto.

2. Fabricada en silicona médica suave. Se nota a simple vista y también en el primer contacto: es suave y agradable a la hora de utilizarla.

3. El aro. Su mayor punto fuerte. Perfecto para retirarla de forma segura y muy muy sencilla: simplemente tira de él hasta bajarla y poder acceder a la base de forma fácil y cómoda para retirarla.

4. Es plegable y trae estuche. En el momento que dejas de usarla, puedes plegarla y guardarla en su estuche. Insisto: parece un gloss y es comodísima para llevarla a cualquier parte.

CONTRAS

1. Gruesa y rígida. Aunque suave, su material es bastante grueso, por lo que no resulta del todo fácil plegarla ni que se abra y produzca el efecto ventosa una vez introducida.

2. Es plegable. Su capacidad de plegarse de la forma en la que lo hace es un arma de doble filo. A la hora de introducirla, puede jugar en tu contra si empujas y se pliega en el interior de tu vagina.

OrganiCup

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Cuando estuve segura de su uso y ya había aprendido a colocarla, retirarla y cuidarla bien, decidí que ya tocaba: si uno de los motivos principales de usar copa menstrual era su mínimo impacto en el medioambiente, lo ideal sería decidirme por una ecológica y orgánica que lo respetara al máximo.

Esa opción existe y se llama OrganiCup: es una de las versiones de copa menstrual más reconocidas y mejor valoradas. Fue justo su compromiso 100% ecológico lo que me llevó a hacerme con ella.

PROS

1. Su packaging. Viene, literalmente, envuelta en una diminuta caja de cartón (reciclado, claro) que se abre por completo y en la que se encuentran impresas todas sus instrucciones de uso (incluida una dirección web a la que acudir si tienes más dudas). Dentro, se encuentra la copa en una bolsita de tela que también resulta muy práctica para guardarla.

2. Su color. Es blanca. Y esto no es baladí: el 99% de las copas menstruales del mercado son rosas (o su variante fucsia o morada). ¿Por qué? No necesitamos que sea un accesorio altamente femenino ni tampoco necesitamos camuflar nuestra regla.

CONTRAS

1. Es más rígida. Aunque está fabricada al 100% en silicona blanda de calidad médica, el resultado final resulta ligeramente rígido. Por lo que tanto su colocación como que, una vez puesta, se abra dentro de tu vagina, resulta más complicado de lo habitual.

2. No hay un sistema especial para retirarla. Se saca igual que todas: estirando de su tirador para pasar a apretar la parte inferior, deshacer el efecto vacío y sacar. Sin embargo, este tirador no es tan cómodo como otros métodos y, al ser fino y corto, resulta más complicado acceder a él sin hacerte daño.

Pack 2 copas de Enna Cycle

Pack 2 copas (con aplicador y esterilizador) de Enna Cycle. Compra por 28,70€ en Amazon.

Francamente, hasta el momento en el que compré esta versión, había descartado la de Enna Cycle por su «hilo» de silicona. Si es uno de los aspectos más incómodos de los tampones, ¿por qué replicarlo en una copa menstrual? Pero se dieron las circunstancias y la valoré como la mejor opción: quería una copa nueva para mí y también ayudar a mi hermana pequeña a comenzar a usarla.

Que este pack incluyera dos copas y un aplicador -yo no lo iba a necesitar ya, pero ella podía que sí- me convenció del todo. Además, punto extra: un vaso esterilizador que, en los casos anteriores, había tenido que compar a parte. Pues bien… fue todo un acierto.

PROS

1. El pack completo. Que venga todo incluido en un solo pack que, además, compras en la mayoría de comercios (también online) por un precio muy similar al de una sola copa, es una gran ventaja.

2. Su silicona fina y ultra flexible. Me sorprendió desde el primer momento lo blandita que era, lo bien y fácil que se plegaba y lo rápido que se colocaba. Al introducirla en la vagina se abre inmediatamente gracias a lo fino y flexible que es su material.

3. El aplicador y el hilo. En efecto, fue la ayuda perfecta para que mi hermana comenzar a usarla con seguridad y sintiéndose capaz de colocarla bien. Respecto al hilo, al contrario de lo que pueda parecer, sobresale muy poco y, al final, resulta muy cómodo para retirarla.

4. El vaso esterilizador. Perfecto para hervirla en el microondas y también para guardarla mientras no se utiliza. En mi opinión, es un accesorio bastante práctico y casi imprescindible para el uso de la copa menstrual.

5. Su capacidad. Compré la talla M y me sorprendió que, sin llegar a ser el tamaño grande ni parecer excesiva, tuviese tanta capacidad.

6. Dos copas. En mi caso fue ideal por la situación aunque una persona necesita, realmente, una sola copa. Pero la comodidad de tener dos y poder utilizar una en casa y otra para llevar de viaje o tener una aquí y otra allí para cuando surja… es valorable.

CONTRAS

(1) El aplicador y el hilo. Sin poder considerarlo un contra como tal, de hecho ha sido un pro, el cómputo de incluir hilo y aplicador hace que esta opción se asemeje en exceso a un tampón. Por un lado, si bien el hilo no resulta incómodo, lo ideal sería que ninguna parte de la copa sobresaliese de nuestros cuerpos. Por otro, aunque el aplicador pueda resultar útil al principio, lo idóneo es que tú misma introduzcas la copa con tus manos y, poco a poco, conozcas tu cuerpo más y mejor.

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