Año nuevo, pelo nuevo: 10 alegrías para tu cabello estas fiestas
A los Reyes este año les van a pesar menos los sacos. Lo último es pedir una visita a la peluquería. Con Bucmi es fácil y sin moverse del teclado.
Comienza la cuenta atrás. Cada vez queda menos tiempo para comprar regalos ajenos y, lo que es peor, para pararnos a pensar qué le vamos a pedir a los Reyes para nosotras. Si el armario está lleno y en los estantes quedan libros sin leer tal vez sea un buen momento para pensar en otro tipo de regalos. ¿Qué tal pedirle a los Reyes unas mechas californianas? ¿Y un tratamiento de hidratación o un buen corte en esa peluquería a la que van las famosas? La página líder en reservas de belleza, Bucmi, nos pone sobre la pista de qué pedir y ...
Comienza la cuenta atrás. Cada vez queda menos tiempo para comprar regalos ajenos y, lo que es peor, para pararnos a pensar qué le vamos a pedir a los Reyes para nosotras. Si el armario está lleno y en los estantes quedan libros sin leer tal vez sea un buen momento para pensar en otro tipo de regalos. ¿Qué tal pedirle a los Reyes unas mechas californianas? ¿Y un tratamiento de hidratación o un buen corte en esa peluquería a la que van las famosas? La página líder en reservas de belleza, Bucmi, nos pone sobre la pista de qué pedir y dónde hacerlo. Más fácil imposible. Se acabaron las jornadas interminables recorriendo la ciudad en busca de un regalo.
No hay como dar dos tijeretazos con estilo para acabar el año y recibir el nuevo con nuevos bríos. Arantza Rueda, directora de AR Arantza Rueda (Zaragoza) reconoce que “lo que más se pide es el long bob, aunque las más atrevidas también se toman las uvas estrenando un pixie”. Y añade un detalle: “Cada servicio incluye el lavado de cabeza con masaje, champú, acondicionador y producto de acabado. Así la clienta puede estar tranquila sin pensar en cuántos cobros adicionales habrá”.
2016 ha sido el año del pelo de abuela (o granny hair). Quienes no se hayan lanzado a lo largo de estos meses tienen una buena excusa en estas fechas. “Hay auténtico furor con el cabello blanco. Pero es uno de los servicios más complejos y arriesgados para el cabello y es imprescindible ponerse en manos profesionales para evitar desastres”, explica José Rosas, gerente de Toledano Peluquería Granada. En pleno Malasaña, el barrio inquieto por excelencia de Madrid, Igor Grande, de la peluquería Corto y Cambio apuesta también por las excentricidades capilares, desde los decolorados radicales a las mechas muy marcadas.
Jorge Moráis, de la Bio Peluquería Secretos del Agua (Málaga) recela de tanta locura. “Lo primero es la salud del cabello. Huimos de tratamientos radicales que arruinen el pelo. Por eso solo trabajamos con coloraciones orgánicas a base de plantas, arcillas y hennas”. No hace falta que lo diga. Su peluquería no huele a químicos, sino a herbolario. “Son productos que además de teñir, tratan el cabello”.
Tradicionales, balayage, a mano alzada, californianas, con o sin corte… Si elegir un color ya es difícil, el territorio de las mechas y los reflejos es para nota. “Lo fundamental es saber escuchar a la clienta. Saber qué quiere y aconsejarla, no hacer lo que el estilista quiere solo porque considere que le va a quedar mejor. En las californianas nos gusta trabajar muy bien el degradado de color, que no se note un corte entre la zona clara y la raíz. Pero si una clienta quiere lo contrario, se hace. No hay nada más odioso que un peluquero que impone su criterio”, explican desde Lorena Añó (Valencia). En Rossano Ferretti apuestan por el balayage. “Seguimos trabajando con el sistema clásico francés a base de papel filmógeno. Esto nos permite intercalar color por medio para, por ejemplo, cubrir las raíces con canas. También podemos jugar a intercalar tonalidades medias o combinarlo con el balayage a mano alzada. El resultado es muy vivo y, a la vez, muy natural”, explican desde esta peluquería madrileña.
Para muchas mujeres no hay mejor regalo que eliminar el encrespamiento. “El Alisado Queratina Liss Fusion aporta un efecto bótox. Se recomienda a cabellos muy machacados, por ejemplo, por las mechas. Con esto hidratamos y sellamos la cutícula. El resultado: reducimos el encrespamiento y el pelo gana brillo”, explica Eva Rodríguez, manager del salón Backstage BCN de la calle Valencia. ¿Queda liso tabla? “No, se logra un alisado del 30-40% pero el cabello nunca pierde su movimiento natural”.
Abusar de las planchas, el secador, los peinados tirantes e, incluso, la mala alimentación tiene consecuencias en el cabello. “A veces el problema está en un cuero cabelludo poco oxigenado. Nuestra propuesta es el ritual Mallorca, un peeling de azúcar de caña y agua de mar para restaurar el equilibrio de esa piel”, explican desde Son de Mar by Albert Catalán. Desde el bilbaíno salón Lucho Delgado también creen que uno de los mejores regalos es una sesión de hidratación y reestructuración de la fibra capilar.
¿Y para Nochevieja? ¿Recogido o suelto? ¿Peinar solo o aprovechar para poner a punto la melena y estrenar el año con buenos pelos? “La tendencia es a la naturalidad elegante. No se llevan los peinados estructurados pero sí bien trabajados, ya sean recogidos o sueltos con ondas rotas. Ahora bien, de nada sirve esforzarse en un peinado si no hay un buen corte y un buen color de base. Una onda rota apenas tiene gracia si no lleva un buen color en punta o un corte que le de movimiento”, explica José Delgado desde División Peluqueros (Madrid).