20 razones por las que el capazo sigue siendo el bolso del verano
Del minimalismo absoluto a prints de flores, frutas o rayas retro, su diseño de siempre formulado con fibras naturales y asas de cuero se reinventa ahora con nuevos estilos. Un clásico que nunca falla
Pocos accesorios simbolizan tanto la llegada del buen tiempo a nuestras vidas como un capazo. Aunque durante décadas las ‘it girls’ lo hayan defendido como un bolso más para diario en cualquier época del año (Jane Birkin, Jeanne Damas o Alexa Chung, entre otras) esta cesta fabricada normalmente con fibras naturales como mimbre, esparto o palma de rafia lleva siempre impregnado el aroma a vacaciones.
Este 2025 no iba a ser una excepción y el capazo acude religiosamente a su cita con novedades. A su diseño clásico que se remonta a las primeras labranzas en territorio catalán y provenzal, reconocible por dos asas cortas de cuero, se suman formatos mini y tejidos más ligeros como el crochet y el lino.
Junto a la logomanía que desataron Loewe y Celine hace unos años sobre este tipo de bolso, se unen versiones más atrevidas con hilos de colores o estampados de calado retro como frutas, microflores y rayas (Miu Miu). Incluso, puede convertirse en un ‘metabolso’ y albergar otro en tonos vichy (Mercules), adquirir la silueta de un maletín (Marni, Heimat Atlántica) o reformular iconos contemporáneos, como el puzzle de Loewe. Hay tantos capazos como estilos de mujer.