A Marisol o Pepa Flores la hemos visto hacer su paso de niña a mujer por la pantalla. En los primeros años sesenta las niñas españolas tuvieron en ella su mejor modelo. Del uniforme a escolar al vestido nido de abeja.A falta de nuestro Swinging London, Rocío Dúrcal dejó una de las secuencias más movidas como espontánea go-go girl y con un minivestido estilo Paco Rabanne en la película Amor en el aire (Luis Cesar Amadori, 1967)Ahora que los pantalones pata de elefante vuelven a primera fila, un tributo para aquel cine quinqui que reflejó como nadie la moda de la calle en su versión más básica. (Perros callejeros 1977)
Gracias a ellas la minifalda se puso de largo y entró por la pantalla grande. Sonia Bruno junto a Teresa Gimpera fueron nuestras chicas alegres y modernas, ya fueran trabajando de secretarias, peluqueras o azafatas.El cine de la Escuela de Barcelona se caracterizó, entre otras cosas, por la utilización de bellas y extranjeras modelos y una estética de vanguardia reflejada en titulos como Circles (Ricardo Bofill, 1966) y Serena Vergano, protagonista y musa del movimiento.Quién l iba a decir que Hugh Grant antes de convertirse en el chico de la comedia british, sería un apuesto Lord Byron gracias a los buenos oficios de la figurinista Ivonne Blake en la película Remando al viento (Gonzalo Suarez, 1988)
Para su debut cinematográfico, Almodóvar, recogía y aliñaba en su gazpacho particular, la herencia punk y la cultura pop y fijaba de paso, uno de los clichés de la década y la Movida. La fealdad como arte de seducción.La asociación Gaultier-Almodóvar y la figura de Victoria Abril produjeron uno de los iconos de moda más recordados del cine español de los noventa a medio camino entre fantasía gótica-high-tech y neo- tenebrismo español.Con Fernando Trueba y las diseñadoras Laia Huete y Sonia Grande, Penélope Cruz entraba en el gran álbum de oro de las folklóricas. De Carmen de Triana a Macarena Granada. Una vuelta de tuerca al made in Spain.Y apagamos el proyector con la belleza barroca y en blanco y negro del diseñador Paco Delgado que ha vestido esta fábula moderna con uno de los vestuarios más recordados del último cine español.
Si quieres seguir toda la actualidad sin límites, únete a EL PAÍS por 1€ el primer mes