Carme Artigas: “Se debe dar un vuelco a la educación desde Primaria”

La inteligencia artificial va a seguir siendo tendencia en 2020, y durante muchos años más. La diferencia, señala Carme Artigas, está en que cada vez aparecerá más integrada con otras tecnologías, desde la robótica hasta el 'blockchain'

Carme ArtigasCarlos Luján

La inteligencia artificial va a seguir siendo tendencia en 2020, y durante muchos años más. La diferencia, señala la experta en IA y asesora internacional Carme Artigas, está en que cada vez aparecerá más integrada con otras tecnologías, desde la robótica hasta el blockchain, y que adquirirá un poder disruptivo en muchas industrias. “Por ejemplo, será más fácil generar gemelos digitales en la industr...

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La inteligencia artificial va a seguir siendo tendencia en 2020, y durante muchos años más. La diferencia, señala la experta en IA y asesora internacional Carme Artigas, está en que cada vez aparecerá más integrada con otras tecnologías, desde la robótica hasta el blockchain, y que adquirirá un poder disruptivo en muchas industrias. “Por ejemplo, será más fácil generar gemelos digitales en la industria y tomar decisiones autónomas”, añade.

Artigas prevé un inédito impacto en los sectores de la prensa y del entretenimiento “debido al desarrollo de las GAN, las redes neuronales adversas capaces de generar imágenes de personas que no existen y de desarrollar historias”. Así, avanza que se irán generalizando los presentadores o las modelos digitales. Finalmente, la experta catalana augura mejoras sustanciales en ciberseguridad gracias a la IA, “que servirá para prevenir ataques”.

De forma paralela, los algoritmos continuarán avanzando en las industrias tradicionales. “Van a ser clave en la automatización de procesos y en la interacción con clientes, que será cada vez más sofisticada”, afirma. Al respecto de eso último, Artigas espera que los sistemas de IA sean capaces no solo de reconocer las órdenes orales sino también de interpretar el tono de voz, “algo especialmente útil para la asistencia en el hogar de la tercera edad”.

Lógicamente, estos avances se traducirán en la destrucción de puestos de trabajo. “El número de tareas que se van a automatizar continuará creciendo, y no solo de bajo nivel sino también las de trabajadores cualificados. Por ejemplo, la toma de decisiones empresariales racionales y previsibles, como a quién se concede un crédito”, explica.

China, Singapur o Corea del Sur se convencieron hace años de que el control de la inteligencia artificial proporcionaría poder económico e invirtieron en educación".

Más desigualdad

Es lo que ha sucedido en todas las revoluciones tecnológicas, subraya Artigas: “Pero, a largo plazo, se generarán puestos de trabajo de mayor cualificación y menos mecánica. El problema es que somos la generación de transición, y que, en los cambios de modelo económico, los beneficios y los costes no se reparten equitativamente en todas las capas sociales”. Por eso, afirma que es necesario dar un vuelco al sector educativo “desde la Primaria”, y poner en marcha medidas sociales para “evitar una capa de exclusión”.

España no parece bien posicionada para acometer estos retos. “Países como China, Singapur o Corea del Sur se convencieron hace años de que el control de la inteligencia artificial proporcionaría poder económico e invirtieron en educación. Ahora recogen los frutos. En España, el informe PISA es poco alentador y el sistema no crea los perfiles que se demandan”, critica. Artigas también ve a Europa muy atrasada frente a la batalla que libran en IA China y Estados Unidos, “que es la lucha real del poder”.

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