“Hubo tiempos en que a las violadas se les preguntaba si habían disfrutado”

Cuando se cumplen cuatro décadas del ingreso de las 42 pioneras en la Policía, el porcentaje femenino es ahora del 14%

Inspectora Blanca Ruiz, comisaria Carmen Muñoz, policía en prácticas Lorena Velasco, comisaria Lola Sánchez y policía Ana Ramón, representantes de distintas generaciones de mujeres en el Cuerpo.Andrea Comas

“Inspector femenino” Angelines, recuerda María Ángeles Moreno que la llamaban. Esa fue la denominación que recibieron las primeras 42 mujeres que entraron a formar parte del “Cuerpo General” de policía hace hoy 40 años. Aquella policía llamada “general” y que “hacía básicamente labores de investigación” se fusionó con la entonces llamada Policía Nacional en 1986 y dio lugar al Cuerpo Nacional de Policía. Hoy son ya 9.068 mujeres, el 14,3% de una de las instituciones mejor valoradas por los españoles en las encuestas: “No somos más que un reflejo de la sociedad y en esa misma medida hemos avanz...

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“Inspector femenino” Angelines, recuerda María Ángeles Moreno que la llamaban. Esa fue la denominación que recibieron las primeras 42 mujeres que entraron a formar parte del “Cuerpo General” de policía hace hoy 40 años. Aquella policía llamada “general” y que “hacía básicamente labores de investigación” se fusionó con la entonces llamada Policía Nacional en 1986 y dio lugar al Cuerpo Nacional de Policía. Hoy son ya 9.068 mujeres, el 14,3% de una de las instituciones mejor valoradas por los españoles en las encuestas: “No somos más que un reflejo de la sociedad y en esa misma medida hemos avanzado y nos queda mucho trabajo por hacer”, dice la comisaría María Dolores López Sánchez, al frente de la Oficina Nacional para la Igualdad de Género dentro del propio cuerpo. Una unidad creada exactamente hace un año.

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Hace 40, el 1 de febrero de 1979, tras aprobar la pertinente oposición, cogían su pistola y su placa y se incorporaban a sus destinos 42 inspectoras decididas a desempeñar un trabajo ligado a su preparación, casi siempre universitaria: “Íbamos de paisano, casi todas pasamos a puestos operativos directamente, nos usaban para todo: para vigilancias en las que pasábamos más desapercibidas, para acompañar o cubrir a compañeros, éramos una suerte de comodín porque nos movían en función de las necesidades de un grupo a otro, no parábamos”, recuerda Angelines, de 62 años.

De secretarias a policía secreta

Hasta ese momento, las mujeres que habían ingresado en el Cuerpo lo habían hecho como secretarias. Eran los años en los que “a las mujeres violadas o maltratadas se les preguntaba en las comisarias si iban demasiado provocativas, o si andaban solas por la calle, si habían disfrutado o si llevaban minifalda”, asegura.

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Poco tiempo después, ella, junto a algunas otras de aquellas pioneras, tuvieron que “educar” a muchos de sus compañeros en la Escuela de Policías de Ávila para explicarles “qué preguntas no se podían hacer en ningún caso y cómo había que tratar a esas mujeres”. Eran los inicios de las ahora llamadas Unidades de Familia y Mujer (UFAM), con presencia hoy en casi todas las comisarías.

Un observatorio de igualdad en el Cuerpo

Hoy se cumple un año desde que se creó la Oficina Nacional para la Igualdad de Género en la Policía (ONIG), una suerte de “observatorio” que pretende velar por la igualdad de manera transversal dentro del cuerpo: “Desde vigilar que el lenguaje sea inclusivo (ya somos inspectoras y comisarias), hasta resolver conflictos de género dentro del cuerpo, pasando por mejorar la conciliación y la corresponsabilidad”, explica la responsable de esa unidad, la comisaria María Dolores Sánchez, que ascendió antes que su marido —también policía— y que es madre de tres niños.

En estas cuatro décadas, aparte de hacerse más visibles e ir ocupando puestos de responsabilidad —hay siete comisarias principales frente a 122 hombres con el más alto rango; y 24 comisarias, frente a 244 comisarios— .

No obstante, al igual que otras de las veteranas, tuvieron que soportar que un juez cuestionara su presencia en la escena de un crimen: “Usted que hace aquí, esto es muy desagradable”. O que un detenido incrédulo les dijera: “Esto es una broma, ¿verdad?”.

Aquellos tiempos han dado lugar a estos otros: “Alguna vez me han ‘confundido’ en los juzgados con una abogada”, cuenta Blanca Ruíz, inspectora de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (UDYCO). “Y sí me he encontrado con detenidos que me han preguntado: ¿Dónde está la cámara?”, pero cada vez es más similar lo que puede aportar un hombre policía que una mujer policía”, asegura.

Mujeres, y policías, aseguran que el reto es social y tiene que ver con “la educación y con una conciliación familiar paritaria”, dice la comisaria Carmen Muñoz. Y apostilla Dolores Sánchez: “No es tanto lo que encontramos en el Cuerpo sino lo que cada una tenemos en casa”.

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