Rivera se juega con el PP erigirse en la alternativa a Sánchez

Por primera vez en unas elecciones, Albert Rivera traslada que está tranquilo. El líder de Ciudadanos afronta los comicios andaluces con la certeza de que, salvo un vuelco, el partido va a crecer el 2 de diciembre. En la cúpula se da por seguro que lograran duplicar sus 9 diputados de 2015. El relato para la noche electoral es así relativamente sencillo, porque es posible incluso que Ciudadanos sea el único partido que crezca. Ahora bien, el objetivo íntimo es el sorpassoal PP, y los últimos datos y...

Por primera vez en unas elecciones, Albert Rivera traslada que está tranquilo. El líder de Ciudadanos afronta los comicios andaluces con la certeza de que, salvo un vuelco, el partido va a crecer el 2 de diciembre. En la cúpula se da por seguro que lograran duplicar sus 9 diputados de 2015. El relato para la noche electoral es así relativamente sencillo, porque es posible incluso que Ciudadanos sea el único partido que crezca. Ahora bien, el objetivo íntimo es el sorpassoal PP, y los últimos datos y la irrupción de Vox lo ponen en duda.

Ciudadanos ha trabajado en estas elecciones andaluzas como si de una primera etapa de las generales se tratara. La campaña ha estado dirigida íntegramente por la dirección nacional (con Fernando de Páramo, secretario de Comunicación, a la cabeza) y ha tenido muy poco “acento andaluz”, en expresión de Susana Díaz. Rivera e Inés Arrimadas, líder catalana del partido, se han volcado con una veintena de actos y una alta presencia en los medios de comunicación, y el discurso del partido ha mirado fuera de las fronteras andaluzas: Rivera ha terminado por pedir el voto en Andalucía, directamente, contra los nacionalistas catalanes y Pedro Sánchez.

En esa primera etapa a las generales, Ciudadanos aspiraba a dar una estocada al PP en forma de sorpasso. Salir de las andaluzas con el liderazgo de la oposición al PSOE en la comunidad más poblada permitiría a Rivera afrontar el ciclo electoral reivindicándose como la verdadera alternativa a Pedro Sánchez. No es, sin embargo, el escenario que se ve más probable ahora en la cúpula del partido, donde prima la prudencia: en sus análisis de escenarios posibles, son conscientes de que incluso aunque lograran superar en porcentaje de votos a los populares, el reparto de escaños podría dejarles por detrás. Si Vox entra en el reparto es todavía más difícil, porque la batalla por los restos se complica. Una alta participación es clave para Ciudadanos: por encima de un 65% pueden aspirar a conseguir el vuelco en el centro derecha.