Desarticulada una red que hacía envíos irregulares de verduras a Rusia

La Guardia Civil detiene a 20 integrantes de la organización, con socios en Estonia

Un insecto desencadenó una investigación de ámbito internacional que ha derivado en la detención de 20 personas dedicadas a la exportación irregular de productos hortofrutícolas. El frankliniella occidentalis —un bichillo de apenas un milímetro de longitud— viajó a Rusia en frutas, verduras y hortalizas españolas y allí dio la voz de alarma. "Es un insecto común en España, pero muy exótico en Rusia y, por eso, llamó la atención", aseguran fuentes del ...

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Un insecto desencadenó una investigación de ámbito internacional que ha derivado en la detención de 20 personas dedicadas a la exportación irregular de productos hortofrutícolas. El frankliniella occidentalis —un bichillo de apenas un milímetro de longitud— viajó a Rusia en frutas, verduras y hortalizas españolas y allí dio la voz de alarma. "Es un insecto común en España, pero muy exótico en Rusia y, por eso, llamó la atención", aseguran fuentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Guardia Civil. Así se ha desarticulado en Girona y Almería una red que suplantaba la identidad de productores locales para sortear los controles. Los agentes le atribuyen al menos 247 envíos para los que falsificaron documentos y en los que utilizaron una empresa radicada en Estonia.

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Las quejas de las autoridades rusas, que habían interceptado envíos contaminados con frankliniella occidentalis en la frontera, desencadenaron la investigación en España. El Seprona centró las pesquisas en las empresas que figuraban como exportadoras, pero descubrió que ninguna había realizado los envíos. La organización suplantaba la identidad comercial de otras empresas del sector hortofrutícola en Almería, Murcia y Valencia y falsificaba documentos de transporte nacional e internacional.

Los investigadores se centraron en una compañía radicada en Estonia que realizaba las exportaciones desde España. Trabajaban con la complicidad de una empresa dedicada al asesoramiento y gestión de exportaciones en Girona, que presuntamente se encargaba de falsificar los certificados fitosanitarios para el envío a terceros países.

A pesar del cierre del mercado entre Rusia y la Unión Europea, desde agosto de 2014, los investigadores pudieron seguir la pista a la red en España porque el volumen de los envíos —de los que la Guardia Civil tiene registros desde abril de 2013— se mantuvo casi al mismo nivel.

El veto hizo que la organización tomara medidas para evitar que se conociera la procedencia europea de los productos. "Los envasaban de forma irregular, sin etiquetas, y para la exportación a Estonia utilizaban los nombres de otras compañías", aseguran fuentes del Seprona. Los detenidos están imputados por delitos de usurpación de estado civil y falsificación. Las autoridades judiciales también han pedido la imputación de otras cuatro personas en Estonia.

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