Los debates desde 2007 hasta 2013: de Bolinaga a Bárcenas

El 'caso Bárcenas' dominó la cita parlamentaria de 2013, la primera del mandato de Rajoy En 2007, el debate se centró en ETA, después la crisis marcó las discusiones

Vista general de hemiciclo de Congreso de los Diputados durante el debate de la nación de 2013.JUANJO MARTÍN (EFE)

Es el tercer año de mandato del presidente Mariano Rajoy, y el segundo debate de la nación al que acude como jefe del Ejecutivo. El año pasado estuvo marcado por el escándalo de corrupción del caso Bárcenas. Este año Rajoy centrará su discurso en las reformas pendientes destinadas a consolidar la recuperación económica y la creación de empleo, así lo había adelantado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, el pasado viernes en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

Alfredo Pérez-Rubalcaba, líder de la oposición, sin embargo, no olvidará la polémica reforma del ...

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Es el tercer año de mandato del presidente Mariano Rajoy, y el segundo debate de la nación al que acude como jefe del Ejecutivo. El año pasado estuvo marcado por el escándalo de corrupción del caso Bárcenas. Este año Rajoy centrará su discurso en las reformas pendientes destinadas a consolidar la recuperación económica y la creación de empleo, así lo había adelantado la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, el pasado viernes en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

Alfredo Pérez-Rubalcaba, líder de la oposición, sin embargo, no olvidará la polémica reforma del aborto, ni la controvertida actuación de la Guardia Civil el pasado 6 de febrero cuando 300 subsaharianos intentaban llegar a costas españolas, ni la reforma de la llamada justicia universal. El debate será también una oportunidad para que surja el referéndum de Cataluña.

2013: Un debate marcado por el 'caso Bárcenas'

El último debate sobre el estado de la nación se celebró el año pasado, los días 20 y 21 de junio. Fue el primero de Mariano Rajoy como presidente, un año antes prefirió suspenderlo. Estuvo marcado por el escándalo del caso Bárcenas. Rajoy y su equipo se prepararon a conciencia para sobrevivir y lo lograron. El presidente no ofreció ninguna explicación de la corrupción que acosa a su partido, pero propuso medidas novedosas contra la corrupción.


Su mensaje fue claro: no piensa dimitir, va a aguantar, está dispuesto a resistir lo que haga falta. “El PP va a estar cuatro años gobernando porque para eso nos votaron”, afirmó rotundamente. Alfredo Pérez-Rubalcaba no se mostró tan duro como con el caso Bárcenas como temían, pero fue la sanidad, los desahucios por impago de hipotecas, la educación, y las políticas sociales lo que martilleó Rubalcaba hasta el final.

2011: Los indignados y el final de un ciclo

Estuvo marcado por la decisión del presidente de no presentarse a las elecciones y por la insistente petición de adelanto electoral reclamada por el líder de la oposición, Mariano Rajoy, pero lo más singular fue la presencia del movimiento 15-M, que vivía en aquellos momentos su apogeo y que organizó en la Puerta del Sol su particular debate alternativo de dos días de duración. El Congreso estuvo blindado para evitar que los indignados ocuparan sus aledaños como hicieran pocos días antes.


Durante el debate quedó fuera de duda la imposibilidad de alcanzar un acuerdo parlamentario con CiU para aprobar los presupuestos generales del Estado de 2012, lo que abocaba a Zapatero a un adelanto electoral. El presidente defendió su legado, abogó por un cambio de modelo para España y lanzó varios guiños hacia el movimiento de los indignados.


Rajoy fue contundente en su crítica y reclamó la inmediata convocatoria electoral porque, aseguró, "España merece un Gobierno que traiga confianza nueva".

2010: Zapatero y los incumplimientos de su programa

Los días 14 y 15 de julio de 2010 se celebró el debate, que tuvo un claro tinte económico. El presidente Zapatero rechazó las peticiones de adelanto electoral que hizo Rajoy y apeló a la necesidad de tomar las decisiones que España requiriera en materia económica "cueste lo que cueste y", añadió, "me cueste lo que me cueste". Este fue el quinto debate de Zapatero como presidente del Gobierno, que afrontó en medio de incumplimientos clamorosos de su programa. El planteamiento del líder socialista, exitoso a juzgar por las encuestas, que le dieron como ganador del debate, fue señalar como inevitables unas reformas que en caso de no abordarse desengancharían a España de Europa y del progreso.


Rajoy presentó a Zapatero durante el debate como el problema de España, pero no consiguió que ningún otro grupo de la oposición se sumara a su petición de disolución de la Cámara y convocatoria electoral anticipada.


Duran i Lleida, portavoz de CiU, se mostró beligerante tras la sentencia del Constitucional sobre el Estatut y durante su intervención puso en duda el encaje de Cataluña en la Constitución de 1978.

2009: Zapatero gana el debate y pierde aliados

El debate del estado de la nación de 2009, el primero que se celebraba tras revalidar su triunfo en las urnas Zapatero, concluyó con el triunfo parlamentario del presidente, según señaló la encuesta del CIS realizada tras finalizar la cita parlamentaria, que se celebró los días 12 y 13 de mayo. El presidente presentó un prolijo plan de reformas económicas con el objetivo, según señaló, de conseguir un cambio de modelo productivo.


Mariano Rajoy fue muy duro en su tono, acusando a Zapatero de haber ocultado la crisis por interés electoral, pero no hizo planteamientos alternativos a las medidas presentadas por su opositor durante el debate. El resto de partidos escenificaron un alejamiento del Gobierno: CiU y ERC exigieron un acuerdo de financiación para Cataluña y el PNV se mostró muy crítico con Zapatero.

2007: ETA y el cheque bebé

Se celebró los días 3 y 4 de julio y Rajoy concentró su discurso en hacer una crítica muy ácida sobre la política antiterrorista del Gobierno de Zapatero, llegando a exigir las actas de las reuniones con los representantes de ETA en las negociaciones, además de acusarle de mentir a los españoles. Rajoy expresó su desprecio por el presidente porque, dijo, "no da la talla ni para subsecretario".


Zapatero hizo un discurso hábil manejando las cifras económicas y lanzó un anuncio estrella: cada familia recibiría 2.500 euros por el nacimiento de un hijo, independientemente de sus ingresos.

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