Las europeas examinan el bipartidismo

Los comicios al Parlamento Europeo de mayo servirán para medir las fuerzas de los partidos antes de las autonómicas, las municipales y las generales de 2015

Las elecciones al Parlamento Europeo de mayo del año que viene romperán 18 meses de tregua en las urnas, con la salvedad de las autonómicas que el pasado año se celebraron en Andalucía, Asturias, Cataluña, Galicia y País Vasco.

En pocas ocasiones de los 35 años de democracia constitucional ha habido un periodo tan prolongado sin una cita electoral en toda España.

El calendario electoral seguirá luego en 2015 con las autonómicas y municipales y las generales. El resultado de las europeas, celebradas con...

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Las elecciones al Parlamento Europeo de mayo del año que viene romperán 18 meses de tregua en las urnas, con la salvedad de las autonómicas que el pasado año se celebraron en Andalucía, Asturias, Cataluña, Galicia y País Vasco.

En pocas ocasiones de los 35 años de democracia constitucional ha habido un periodo tan prolongado sin una cita electoral en toda España.

El calendario electoral seguirá luego en 2015 con las autonómicas y municipales y las generales. El resultado de las europeas, celebradas con España como circunscripción única, servirá para determinar futuras candidaturas en Ayuntamientos y comunidades. En el caso de las del PP, valdrán para saber si hay margen para riesgos sobre los cabezas de lista y en el de las del PSOE, para conocer si tiene opciones de recuperar territorios clave como Castilla-La Mancha, Madrid o Valencia, aprovechando el desgaste del PP.

Ambos partidos dan por hecha la caída pero confíanen la victoria

En 2009, con Jaime Mayor Oreja como cabeza de lista, ganó el PP con 23 escaños y el 42,3% de los votos, frente a los 21 eurodiputados y el 38,5% de los votos que logró el PSOE, con Juan Fernando López Aguilar.

Más que nunca los comicios europeos serán una especie de primarias o de macroencuesta a mitad de legislatura para que el Gobierno de Mariano Rajoy mida el nivel de desgaste, después de recortes, incumplimientos de programa electoral y cifras económicas negativas.

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Los socialistas aventuran que el presidente del Gobierno tendrá que actuar como el PSOE antes de 2011, cuando sus candidatos evitaban mostrarse en campaña con el entonces quemado José Luis Rodríguez Zapatero.

El PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba comprobará si tocó fondo en las elecciones generales de 2011 y si puede afrontar las primarias posteriores con tranquilidad y hasta con opciones para que repita como candidato en las generales.

Ambos partidos en conjunto tienen una expectativa de caída notable, según las encuestas, que puede servir como arranque del final de bipartidismo o, al menos, del final de la alternancia hegemónica de PP y PSOE.

Ambos partidos dan por hecha su caída, pero los dos creen en su respectiva victoria, aunque por escaso margen. Y ninguno tiene decidido aún quién será su cabeza de lista en las europeas.

UPyD e Izquierda Unida aspiran a beneficiarse de esa caída, pensando en la posibilidad de ser determinantes en futuros parlamentos. A los dos partidos les beneficia la ley electoral de las europeas, con circunscripción única que les permite optimizar todos sus votos para el reparto de escaños. IU tuvo en 2009 dos escaños y el partido de Rosa Díez, uno.

Queda por saber si los partidos nacionalistas catalanes (CiU y ERC) presentan una candidatura conjunta, como forma de medir su fuerza ante la opción de la hipotética consulta soberanista en noviembre.

También está por ver si alguna de las fuerzas de la izquierda al margen de PSOE e IU y ligada a movimientos sociales presentan listas al calor del sistema electoral específico de las europeas. Equo aspira a dar la sorpresa logrando representación y queda por saber también si finalmente se presenta Ciutadans de Albert Rivera, como alternativa a los partidos tradicionales.

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