El PSOE intenta pasar el primer filtro para plantear la reprobación de Rajoy

La Diputación Permanente del Congreso estudia mañana si da curso a la iniciativa Los socialistas temen que el PP frene la moción por un vacío reglamentario Los grupos de oposición reclaman la comparecencia de varios ministros

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (derecha), recibe en La Moncloa al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, el pasado junioULY MARTIN

El intento del PSOE de reprobar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por sus “mentiras” sobre el caso Bárcenas —una iniciativa sin precedentes— pasará mañana su primer filtro; y quizá se quede ahí, en el intento. La Diputación Permanente del Congreso —el órgano parlamentario que está de guardia en vacaciones— debatirá si convoca un pleno extraordinario y si, de convocarlo, incluye en el orden del día la interpelación directa a Rajoy que ...

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El intento del PSOE de reprobar al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por sus “mentiras” sobre el caso Bárcenas —una iniciativa sin precedentes— pasará mañana su primer filtro; y quizá se quede ahí, en el intento. La Diputación Permanente del Congreso —el órgano parlamentario que está de guardia en vacaciones— debatirá si convoca un pleno extraordinario y si, de convocarlo, incluye en el orden del día la interpelación directa a Rajoy que han registrado los socialistas. Esa interpelación iría seguida (en otro pleno futuro) de la moción en la que se plantearía la reprobación del presidente. Una reprobación que nunca saldría adelante salvo sorpresa mayúscula (porque el PP tiene mayoría absoluta) y que además, aunque prosperara, no obligaría a Rajoy a dimitir; pero que, solo con el debate y la votación que implica, tendría un peso simbólico y político enorme.

El camino para llegar a esa votación, sin embargo, es complicado. La interpelación y posterior reprobación al presidente es una fórmula tan insólita en el Congreso español que ni siquiera está claro que el PP acepte incluir la iniciativa en el orden del día de la Diputación Permanente —y eso lo tiene que decidir el presidente del Congreso, Jesús Posada, o una Mesa convocada expresamente el martes—. Si no lo acepta, o incluso si el asunto sí se somete a debate de la Diputación Permanente pero después es desestimado como iniciativa a incluir en el próximo pleno, el PSOE tendrá que esperar a una mejor ocasión.

Y esas parecen ser las opciones más probables, porque Rajoy ya compareció el pasado día 1 para hablar del caso Bárcenas y con aquella comparecencia el PP considera dada su explicación por el escándalo de la supuesta contabilidad b del partido. “Nos tememos que el grupo popular, para impedir el debate, alegue un defecto de forma o diga que la interpelación al presidente no es reglamentaria, pero vamos a intentarlo porque Rajoy mintió en aquella comparecencia”, afirma la portavoz socialista, Soraya Rodríguez.

La interpelación directa al presidente del Ejecutivo no está prohibida por el reglamento del Congreso —que habla genéricamente de interpelaciones a “miembros del Gobierno”—; pero el presidente puede delegar después en cualquier ministro la asistencia al debate, lo cual le evita dar explicaciones; y lo que no está regulado en absoluto es la figura de la reprobación. Ha habido solicitudes de reprobación a ministros de distintos Gobiernos, pero ningún letrado ni diputado consultado recuerda una solicitud de reprobación a un presidente.

Sin saber aún si va a poder defender la iniciativa, Soraya Rodríguez no ha empezado a sondear al resto de grupos para saber con qué apoyos contaría para intentar forzar esa interpelación directa a Rajoy. En principio, IU-La Izquierda Plural y UPyD podrían respaldar la solicitud, porque ellos también exigen que el presidente dé más explicaciones. Otros, como CiU, estudian reclamar una nueva comparecencia de Rajoy, sin entrar aún en el debate sobre la reprobación.

Por otro lado, los grupos de oposición llevarán a la Diputación Permanente una batería de peticiones de comparecencias para intentar que prácticamente todo el Gobierno dé explicaciones urgentes de su gestión en un pleno extraordinario: el ministro de Exteriores, por el conflicto de Gibraltar; la de Sanidad, por la privatización de la gestión de hospitales; la de Fomento, por el accidente ferroviario en Santiago; el de Justicia, por los indultos en Marruecos; el de Hacienda, por la deuda pública; el de Interior, por el aumento de robos en el campo... Haya o no pleno extraordinario, el curso político arranca esta semana. Rajoy y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, vuelven hoy a sus despachos.

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