La familia de Roca no sospechó de sus premios de lotería porque era jugador
La esposa y la hija del ex asesor dicen que desconocían los ingresos en sus cuentas
No sabían nada de que Juan Antonio Roca había comprado billetes de lotería premiados y tampoco sospecharon de que le hubieran tocado 646.000 euros en apenas seis meses, porque era "muy jugador". La familia del máximo imputado del caso Malaya ha avalado hoy la versión que el exasesor urbanístico dio ayer al tribunal, en la que asumía en solitario toda la responsabilidad en la compra de boletos premiados.
La esposa (María Rosa Jimeno), la hija (María Roca), y el cuñado (Antonio J...
No sabían nada de que Juan Antonio Roca había comprado billetes de lotería premiados y tampoco sospecharon de que le hubieran tocado 646.000 euros en apenas seis meses, porque era "muy jugador". La familia del máximo imputado del caso Malaya ha avalado hoy la versión que el exasesor urbanístico dio ayer al tribunal, en la que asumía en solitario toda la responsabilidad en la compra de boletos premiados.
La esposa (María Rosa Jimeno), la hija (María Roca), y el cuñado (Antonio Jimeno) de Roca, todos implicados por blanqueo de capitales, han negado cualquier conocimiento de estas operaciones con las que, según la versión del cerebro de la trama de corrupción, pretendía evitar impuestos.
María Rosa Jimeno ha justificado el motivo por el que, cuando fue detenida, en marzo de 2007, le dijo al juez que a su marido le había tocado la lotería muchas veces. “Me pareció algo normal. A mi suegro le gustaba mucho jugar a la lotería y a mi marido también (…) Les perseguían todos los loteros porque compraban siempre”, ha relatado.
Según Jimeno, su marido manejaba la cuenta bancaria en la que se ingresaron los premios y ella nunca supo de sus movimientos económicos porque ni siquiera abría la correspondencia.
María Roca, hija del matrimonio, también ha asegurado que su padre no le contó nada de que le estaba ingresando premios de lotería en una de sus cuentas bancarias.
Francisco Jimeno, entonces director de la sucursal de La Caixa de Los Alcázares (Murcia) en la que se depositarios los premios, ha cargado las tintas contra la labor inspectora del propio banco. “Había un protocolo informatizado para el ingreso de los premios, siempre lo seguí y nadie lo consideró sospechoso”, se ha excusado. El banco despidió a Jimeno tras ser implicado en el caso por “transgresión de la buena fe contractual”.