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Arica, Chile: el lugar en el que los niños viven con una “bomba del tiempo”

En el remoto norte de Chile, la contaminación provocada por residuos mineros de una empresa sueca causa graves problemas de salud en niños y adultos, que denuncian el abandono y la inacción de las autoridades

Los Industriales, en las afueras de la ciudad chilena de Arica, es uno de los barrios donde la población más sufre los efectos de la exposición prolongada a la contaminación provocada por residuos mineros de una empresa sueca. En cada casa se cuentan historias de cánceres y muertes, y ya son varias las generaciones que han crecido acostumbradas al dolor. “Aquí todos estamos enfermos”, repiten los vecinos.Marta Maroto
Arica empieza donde termina el desierto de Atacama, un lugar donde los fuertes vientos facilitan la propagación de la contaminación. En las afueras, la falta de vivienda ha hecho proliferar las ‘tomas’ o asentamientos ilegales, donde casi cada día se quema basura, ensuciando aún más el aire.Marta Maroto
El espacio vallado más próximo muestra el Sitio F, el lugar donde en los años ochenta depositaron casi 20.000 toneladas de residuos tóxicos procedentes de Suecia. Junto al recinto se encuentran las casas del barrio de Los Industriales, donde casi todos los vecinos tienen patologías relacionadas con la exposición prolongada a metales pesados.Marta Maroto
Luz Ramírez, presidenta de Mamitas del Plomo, posa junto a su hijo Mauricio, de 13 años, en la puerta de su casa. Ramírez tiene una hija mayor, de 23 años. Todos en su familia son beneficiarios de la Ley de Polimetales.Marta Maroto
Exámenes médicos de Mauricio, de 13 años, que muestran la presencia de diferentes metales pesados en la sangre del niño a lo largo del tiempo. Por haber nacido antes de 2012, cuando se promulgó la Ley de Polimetales, Mauricio es beneficiario de la normativa, que establece controles periódicos y asistencia médica.Marta Maroto
A sus cinco años, Gaspar es superviviente de cáncer. En la imagen, ríe jugando con su padre, Roberto Muñoz, quien dejó su trabajo y su vida en Arica para acompañar a su hijo a Santiago, la capital, donde el pequeño pasó dos años en tratamiento.Marta Maroto
Esta es la marca que le queda a Gaspar del cáncer que estuvo a punto de costarle la vida cuando apenas tenía tres años. En el hospital infantil en el que fue tratado en Santiago, lleno de niños de diferentes ciudades del norte minero de Chile, según explica su padre, le indicaron que el tumor del niño no era genético, por lo que la familia de Gaspar señala al suelo contaminado de su barrio como motivo principal.Marta Maroto
Katherine Contrera es madre de Lindsay y Lían Peña. Los dos niños son hiperactivos y tienen déficit de atención, lo que está afectando a su aprendizaje en la escuela y trato con otros niños. Los huesos de Lían, además, no se están desarrollando de una manera normal, indica su madre.Marta Maroto
Aunque Lindsay no está dentro de la Ley de Polimetales, Mamitas del Plomo logró hace unos años el compromiso del Gobierno para realizar exámenes a cerca de casi 150 niños. Lindsay fue uno de ellos, arrojando uno de los resultados más preocupantes de presencia de arsénico en su cuerpo. En los resultados de orina de febrero de 2022, Lindsay tenía 62 microgramos de arsénico por litro, casi el doble de lo que la norma chilena estima seguro. Marta Maroto
Yessenia Reyes sonríe en la puerta de su vivienda con sus dos hijos pequeños, Luis y Aisa Paez, de 5 y 6 años. Yessenia está preocupada porque no ha recibido ninguna llamada del hospital, pese a que logró hace dos años que sus hijos entraran dentro del grupo de niños a los que se les harían exámenes oficiales de presencia de polimetales. Ni en persona ni por teléfono le explican qué ha pasado, y su familia carece de los recursos suficientes para examinar a sus tres hijos en una clínica privada.Marta Maroto
La madre de Luis sospecha que su hijo puede tener ciertas características del síndrome autista, y explica que Aisa nació con displasia en la cadera —una afección que puede causar la dislocación de la cadera— y problemas en la vagina, que no terminó de formarse durante el embarazo. Marta Maroto
Danae Terraza tiene 29 años y cría sola a sus hijas de 13, nueve y cinco años, compaginando sus estudios con un trabajo en una tienda de dulces. Todas padecen alergias, como al polvo y a algunos alimentos, y la mediana tiene varios rasgos del espectro autista. En esta zona, las vecinas denuncian que muchos niños padecen características similares de hiperactividad y autismo, algo que asocian a los efectos de la exposición a una contaminación prolongada. Sin embargo, pocas veces se logra un diagnóstico.Marta Maroto
Amaru, de tres años, tiene hiperactividad, problemas de crecimiento y alergias que le han llevado a convulsionar y pasar largas temporadas en el hospital. Ya durante el embarazo, su madre, Cryshna, de 24 años, se asustó porque el bebé no se movía. Ahora bromea con que el pequeño pasa más tiempo en el médico que en casa, y se queja de que la única solución que le dan es ibuprofeno o paracetamol para las dolencias del niño. Marta Maroto
Lisette Muñoz, de 35 años, posa en la puerta de su casa del barrio de Los Industriales con su hija pequeña, de siete años, que no está protegida por la Ley de Polimetales. Hace dos años, la Fundación Mamitas del Plomo logró que las autoridades hicieran varios exámenes de polimetales a decenas de niños. Los resultados de Tamar indicaron la presencia de más del 38% de arsénico en sangre, una cifra que supera en tres puntos porcentuales la cifra a partir de la cual el arsénico se considera un peligro para la salud. Después de un año tomando suplementos vitamínicos, las autoridades consideraron que la niña ya estaba fuera de peligro y dejaron de hacerle seguimiento.Marta Maroto
Rayen Saez, de 15 años, hija de Lisette Muñoz, también forma parte de Mamitas del Plomo. Ha tenido que someterse a tres operaciones iguales para extirparse un tumor en la cara que le volvía a salir a las pocas semanas. “Creo que los adolescentes de mi edad no le toman el peso a la contaminación. Piensan que no lo viven porque no lo ven”, opina.Marta Maroto
Drez Olivares, de 15 años, muestra el tumor benigno que desde hace años tiene en el hombro izquierdo, además del salpullido que recorre todo su brazo.Marta Maroto
Carmen Illones muestra una imagen de cómo eran las viviendas de Los Industriales cuando fueron entregadas a principios de los años noventa. Levantadas en los últimos años de la dictadura, apenas contaban con algunas paredes, el baño y la cocina, por lo que muchas familias habitaron en casas con suelos de tierra contaminada durante años.Marta Maroto
Un perro callejero pasea entre las ruinas del Sitio F, el lugar a donde en los años ochenta llegaron las casi 20.000 toneladas de residuos tóxicos procedentes de Suecia.Marta Maroto
Por jugar en este parque, el nieto de la señora Elia Cortes, dirigente vecinal del barrio de Los Industriales, enfermó hasta siete veces de varicela.Marta Maroto
Mamitas del Plomo es una fundación formada por madres de niños afectados por la contaminación, especialmente de plomo y arsénico, que lucha por la aplicación efectiva y ampliación de la Ley 20590 de Polimetales. Marta Maroto