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La educación no es un negocio

Los lectores escriben sobre el sistema educativo, el precio de la vivienda, la adicción a las pantallas y la garantía constitucional de las pensiones

Para enfrentarse a la visión neoliberal que considera la Universidad y los centros de FP como bienes de mercado, es importante que las administraciones apoyen una enseñanza superior pública, bien financiada y de calidad, que garantice la igualdad de oportunidades para el acceso a la formación. También deben exigir que todos los centros, sean públicos o privados, tengan la calidad necesaria para aportar a los alumnos los conocimientos y titulaciones habilitantes para el ejercicio profesional y que realicen un mínimo de actividad investigadora. A los centros privados no solo acceden hijos de familias acomodadas. No es excepcional que, ante la escasez de plazas públicas, especialmente para másteres, familias con recursos económicos limitados no tengan más remedio que gastar todos sus ahorros, e incluso solicitar créditos, para que sus hijos acudan a centros privados. Y puede darse que la escasa calidad de algunos de ellos frustre el objetivo de la inversión realizada y el proyecto vital del alumno.

Carlos García Aguado. Madrid

Ciudades invivibles

Cada vez son más las ciudades en las que resulta imposible vivir. Viviendas convertidas en apartamentos turísticos, precios desorbitados y espacios de 40 metros cuadrados disfrazados de estudios acogedores. Madrid, Málaga, Barcelona, Valencia, Santa Cruz de Tenerife... pero también otras ciudades, quizás no tan grandes ni tan conocidas en el resto del país. Debido a los precios, yo ya no sé si vivo en el Eixample barcelonés, en Sarrià, en Gràcia o en mi ciudad, Terrassa. Lo que sí tengo claro es que, ni ahora, a mis 21 años, ni dentro de mucho tiempo, voy a poder independizarme si esta situación no cambia.

Blanca Rodríguez Clemente. Terrassa (Barcelona)

Adicción a las pantallas

La gente vive por y para las pantallas. No pueden despegarse de ellas, cuando andan por la calle, comiendo, en el baño, en clase, en casi cualquier momento del día. Perdemos mucho tiempo, algo que también resulta alarmante en el caso de los niños que no pueden estar sin ellas, o de los padres que les dan el móvil a sus hijos siempre que ellos quieran para que se callen. Los niños pierden la capacidad de hacer otras cosas. Hay que acabar con esto para aprovechar la vida y dedicar el tiempo a cosas más importantes.

Melani Arenas. Alfafar (Valencia)

Artículo 50

Me pregunto si habrá caído en el olvido el artículo 50 de la Constitución: “Los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad. Asimismo (...) promoverán su bienestar mediante un sistema de servicios sociales que atenderán sus problemas específicos de salud, vivienda, cultura y ocio”.

María Luisa Alonso Alcalá. Zaragoza


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