Vivir no debería ser tan complicado
Los lectores escriben sobre la precariedad, el Mundial de balonmano, el rechazo por el PP del decreto ómnibus del Gobierno y el regreso de Trump a la Casa Blanca
Buscar trabajo: está muy complicado. Montar un negocio: está muy complicado. Sacar una oposición: está muy complicado. Comprar una casa, incluso alquilar un piso decente: está muy complicado. Llenar el carrito de la compra: está muy complicado. Tener hijos y poder criarlos sin miedo al futuro: está muy complicado. Llegar a fin de mes, organizar unas vacaciones o simplemente disfrutar de pequeños lujos: todo está muy complicado. El sistema, las trabas, las exigencias… nos ahogan. Te piden experiencia sin darte una primera oportunidad, dinero cuando no tienes de dónde sacarlo, tiempo cuando estás al límite. Todo parece diseñado para que, al final, sobrevivir sea una lucha diaria. Nos dicen que no nos rindamos, que perseveremos, pero nadie habla del cansancio de luchar contra un mundo que cada día complica más lo que debería ser simple: vivir. Y entonces te das cuenta de que el problema no somos nosotros, sino lo que nos rodea. Vivir no debería ser un privilegio ni una carrera de obstáculos.
Rocío García Vijande. Gijón
Los valores del deporte
En el reciente Mundial de balonmano, Gonzalo Pérez de Vargas nos regaló una lección que trasciende el resultado de un partido. Su decisión de evitar la expulsión injusta de un rival, tras reconocer que el balón había tocado su brazo antes de golpear su rostro, es un acto de honestidad que dignifica al deporte. En un momento donde cualquier ventaja competitiva podría marcar la diferencia, su gesto fue un recordatorio de los valores fundamentales del juego limpio y el respeto mutuo. Esta acción contrasta de manera elocuente con lo que ocurre en el fútbol, el deporte rey. Entre polémicas, discusiones arbitrales eternas y actitudes alejadas de la deportividad, el fútbol se encuentra en un punto donde el resultado parece importar más que los valores. El balonmano, con gestos como el de Pérez de Vargas, nos recuerda que el deporte no es solo competencia, sino también un escenario para forjar carácter y valores humanos.
Álvaro Adrados. Madrid
Gracias
Una vez más gracias al Partido Popular, a Vox y a Junts, en febrero no cobraremos la subida de las pensiones, ni la subvención al transporte, ni las ayudas a los territorios afectados por el desastre de la dana, ni la devolución al PNV del palacete de París robado por el régimen franquista... Gracias partidos de la derecha y más allá y a los que les votan, muchos de ellos pensionistas, damnificados o usuarios del transporte público.
Ricardo Forcat González. Manzanares el Real (Madrid)
Un mundo cada vez más gris
La vuelta de Trump a la Casa Blanca supone otro impulso a este mundo gris que nos rodea. Si siempre fue complicado augurar el futuro, incluso inmediato, ahora mucho más. Nos encontramos en un momento en el que los avances tecnológicos se suceden a una velocidad vertiginosa. Los poderosos, que se juntan con las oligarquías tecnológicas (Trump y sus alianzas con Musk, Zuckerberg o Bezos) comprometen el porvenir de la humanidad hacia la libertad, la igualdad, la justicia, y los avances sociales. Estamos perdiendo paulatinamente los valores de la vieja Europa.
Manolo Romasanta Touza. Sigüeiro (A Coruña)