Estos núcleos satélite, situados en las afueras de Madrid, fueron construidos entre 1956 y 1966 para proporcionar vivienda económica a la población procedente de áreas rurales y evitar los asentamientos espontáneos. Constituyen un conjunto efímero pero significativo de soluciones al problema de la vivienda social. Su diseño se basó en principios modernos de optimización presupuestaria y racionalidad constructiva, combinados con un planeamiento urbanístico de calidad. La autoconstrucción llevada a cabo por los propietarios y la implicación de los arquitectos, muchos de ellos figuras clave de la arquitectura y el urbanismo en la España de mediados del siglo XX, crearon un estilo de arquitectura diferente. Cada poblado cuenta con más de mil viviendas, integran tipologías de vivienda unifamiliar y vivienda en altura, logrando un equilibrio entre densidad urbana y habitabilidad