Estas imágenes no tienen otro hilo conductor que la relación de un fotógrafo de conflicto con su entorno más cercano y la fotografía; de la dificultad que implica mirar lo que tienes cerca y del placer de fotografiar lo cercano, lo estático; del esfuerzo que supone entrenar el ojo para ver lo diferente en lo siempre ha sido igual y del enorme placer de descubrir que aquello que creíste gastado, anodino, aburrido tiene mucho que ofrecer