Meloni ha vencido

Los lectores escriben sobre el cambio en la política migratoria de Europa, las faltas de respeto entre dirigentes españoles, los precios de los alimentos y el racismo en el juicio por el asesinato de Samuel Luiz

Ursula von der Leyen frente a Giorgia Meloni y otros líderes europeos, en una minicumbre migratoria en Bruselas.

Giorgia Meloni y los que comparten su credo antieuropeísta ya han conseguido dar un giro de timón al cayuco europeo. Y esto solo es el principio. Meloni ha vencido. La inmigración ha reemplazado a asuntos clave del proyecto de integración europea. La unificación del sistema educativo, la armonización fiscal o la justicia interterritorial han pasado ahora a un segundo plano. La idea de que los inmigrantes invaden nuestros barrios para robar, violar y arrebatar el trabajo es ahora la mayor preocupación de muchos. Cínicamente aferrados a sus sillones, nuestros dirigentes prefieren abrazar a quienes ya han declarado que su objetivo es destruir la Unión y, entre eufemismos, han aceptado subirse al cayuco de Meloni. Y muchos comenzamos a plantearnos si queremos pertenecer a esta UE, en la que creemos a pesar de sus defectos, pero más preocupada ahora en decidir cómo de altas deben ser las vallas que en avanzar el proyecto europeo.

Alejandro García Bolívar. Madrid

Política degradada

Estalinistas, tiranos, caraduras, mafiosos... Estos son algunos de los adjetivos que la presidenta madrileña de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso dedicó a los miembros del Gobierno de España en la Asamblea de Madrid. Miguel Tellado, portavoz del PP en el Congreso, dice que van a intentar echar a Pedro Sánchez por todos los medios que tengan a su alcance. Y así hasta que ellos estén en el Gobierno. ¿De verdad tenemos que seguir degradando la política hasta este nivel? Luego dicen que los jóvenes de hoy no están interesados en ella. Pues la verdad, casi mejor.

Ana Goas Paz. Madrid

¿Hasta cuándo subirán los precios?

Cada semana que voy al supermercado, los precios han subido. Ya parece una rutina pactada entre los comercios, pues cada semana le toca a un producto diferente. Nos dicen que están “obligados” a subir los precios por diferentes motivos, pero hemos perdido la confianza. Un claro ejemplo fue lo que pasó con el aceite, cuando decían que había subido por la guerra en Ucrania, pero el stock seguía lleno, y lo habían comprado a precio anterior. Esto no solo afecta nuestras carteras, sino también nuestra confianza en el sistema y en las empresas. Si esta tendencia continúa, no sé hasta cuándo podremos aguantar.

Walid El Haichar Tajjiou. Girona

Racismo ordinario

Estoy siguiendo con atención el juicio por el crimen de Samuel Luiz. El otro día, la jueza frenó a uno de los abogados tras insinuar que los dos hombres senegaleses que intentaron salvarle la vida a Samuel lo hicieron con el objetivo de regularizar su situación. Hacía tiempo que no escuchaba algo tan bochornoso. Una vez más, se demuestra que la propia intolerancia está presente en las salas judiciales y que se esconde bajo una toga.

Miguel Villar Rodríguez. Santiago de Compostela

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