Especulaciones

Desconfíen de las informaciones sobre asuntos de Bruselas que se escriben desde Madrid: si los corresponsales las obvian, suelen ser mentira

La derecha política y mediática puso durante meses todas sus esperanzas en que la Comisión Europea frenara la ley de amnistía. Las oportunidades iban pasando sin conseguirlo, hasta el punto de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, hizo campaña electoral en España con don Alberto Núñez Feijóo sin prestarse a criticar la ley abiertamente.

Este miércoles llegaba una de las fechas señaladas en los calendari...

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La derecha política y mediática puso durante meses todas sus esperanzas en que la Comisión Europea frenara la ley de amnistía. Las oportunidades iban pasando sin conseguirlo, hasta el punto de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, hizo campaña electoral en España con don Alberto Núñez Feijóo sin prestarse a criticar la ley abiertamente.

Este miércoles llegaba una de las fechas señaladas en los calendarios fachosféricos con la publicación del informe anual sobre la situación del Estado de Derecho en los 27 Estados miembros. El texto, en su parte española, lleva palos y zanahorias. Aplaude el acuerdo para renovar el CGPJ y afea que no se separen los mandatos del Gobierno y del fiscal general del Estado. Sigue pidiendo una legislación sobre lobbies (grupos de interés) y fortalecer las normas sobre conflictos de interés. En su parte general hay un apartado en el que se cita a España, Francia, Italia, Bulgaria, Estonia y Hungría, a quienes se critica que usen en exceso los procedimientos legislativos de urgencia para asuntos que en principio no son urgentes, como la ley de amnistía.

La Comisión no da su opinión; solo constata que la norma ha “generado controversia” y que hay un dictamen de la Comisión de Venecia (un organismo del Consejo de Europa que no forma parte de la Unión Europea) sobre ella, pero no entra a valorarlo. Bruselas sigue verificando que la norma es acorde a la normativa comunitaria, un mecanismo habitual que se hace con cientos de normas cada año, de todos los Estados miembros. Muchos medios esperaban para publicar lo que ansiaban que fuera un golpe definitivo a la amnistía, pero no llegó lo que deseaban. La amnistía no aparece más en el informe, no había nada que pescar en la rasa, apenas unos cangrejos chapoteando. Con el gozo en un pozo, tocó hacer malabarismos.

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Juan Fernández-Miranda tituló en ABC que “Bruselas ya estudia expedientar a España por la amnistía”. En el estado actual de los acontecimientos, esa información es falsa. El recorrido de la norma puede acabar ahí, como sucede decenas de veces al año, pero no estamos ahí. O puede acabar en un cajón. Sirve la noticia de ABC para recordar que cualquier información polémica sobre un asunto de Bruselas que se escribe en Madrid y se obvia o niega por la mayoría de los corresponsales en la capital europea suele ser falsa. Como esta. Los corresponsales no son más listos (muchos sí lo son) ni más honestos, pero saben que soltar bulos te convierte en un paria en Bruselas. En Madrid no.

El más inteligente fue Juanma Lamet, quien desde El Mundo supo poner la venda antes de la herida. Sin ir más allá de contar que la Comisión Europea sigue su procedimiento ordinario de control de normas nacionales, Lamet escribió que “según la documentación en poder de El Mundo, la Comisión sí reconoce abiertamente la ‘posibilidad’ de que la ‘investigación’ que aún está ‘en curso’ acabe en la apertura de un ‘procedimiento de infracción’ para España. Esto significaría que Bruselas denunciaría al Gobierno español ante el Tribunal de Justicia de la UE por haber contravenido los tratados”. ¡Eureka! No tan rápido. Lo que hace la Comisión es lo habitual cuando se estudia la compatibilidad de una ley nacional con la normativa comunitaria. Si se considera compatible no pasa nada. Si se considera incompatible, se abre expediente y se piden cambios. Primero por las buenas. Si el Gobierno de turno no reacciona en un plazo razonable, se denuncia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Ni es nuevo ni es especial para este caso ni mucho menos para España. Puede haber expediente en septiembre o en diciembre o el año que viene. O puede no haber nada. Lo seguro es que ayer no había nada que justificara esos titulares, que parecían escritos de antemano. Preguntada al respecto este miércoles, la vicepresidenta de la Comisión Europea y responsable de la cartera de Valores y Transparencia, Věra Jourová, dijo que sus servicios analizan la ley y que las informaciones de que “estamos empezando procedimientos de infracción no son más que especulaciones”. Se acaba el barraquito ensalitrado. Libre de Estilo se va de tenderete.

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