El huracán Moreno Bonilla arrebata la alcaldía de Sevilla al PSOE
El popular José Luis Sanz obtuvo 14 concejales frente a los 12 del socialista Antonio Muñoz, que buscaba revalidar su cargo como alcalde
Era uno de los territorios donde existía más incertidumbre y mayor carga simbólica por ser históricamente uno de los grandes bastiones socialistas. Pero finalmente en Sevilla los vientos soplaron también a favor de la ola del PP que arrecia en toda Andalucía. Al final, el duelo se resolvió a favor de José Luis Sanz, el candidato popular que no partía como favorito, pero que aprovechó esos vientos y la ayuda facilitada por Moreno...
Era uno de los territorios donde existía más incertidumbre y mayor carga simbólica por ser históricamente uno de los grandes bastiones socialistas. Pero finalmente en Sevilla los vientos soplaron también a favor de la ola del PP que arrecia en toda Andalucía. Al final, el duelo se resolvió a favor de José Luis Sanz, el candidato popular que no partía como favorito, pero que aprovechó esos vientos y la ayuda facilitada por Moreno Bonilla durante su campaña.
José Luis Sanz (PP) obtuvo 14 concejales frente a los 12 del socialista Antonio Muñoz, que buscaba revalidar su cargo como alcalde y que se había convertido en la esperanza de la izquierda para que Sevilla fuera una isla singular en medio de un territorio andaluz controlado por el PP. Antonio Muñoz había forjado un sello personal, intentando desmarcarse de algunos asuntos espinosos del debate nacional y creando ilusión en torno a un modelo de ciudad moderna y cosmopolita, pero el huracán Moreno Bonilla sigue soplando en el Sur. Además, la división de la izquierda en dos partidos —Podemos-IU, que consiguió dos concejales, y Adelante Andalucía, que no obtuvo ninguno— ha impedido que pudiera crearse una posible coalición. Vox consiguió tres concejales.
José Luis Sanz será el alcalde de Sevilla, un candidato que hasta hace pocos meses no era tan conocido en la ciudad, aunque contaba con su experiencia como alcalde de Tomares, para unos positiva y para otros cuestionable. El candidato popular tuvo sólo un tibio apoyo por parte de su partido y, en particular, del actual presidente de la Junta, Juanma Moreno Bonilla, ya que en el pasado ambos habían protagonizado la lucha por liderar el PP en Andalucía. Sin embargo, Sanz no dudó en recorrer durante meses los barrios casi en solitario, sin apenas respaldo del aparato del partido. Al final, Moreno Bonilla —consciente de la importancia simbólica de ganar en la capital andaluza— le dio el empujón definitivo en el epílogo de la campaña. Un respaldo que ha resultado determinante pues los electores han asociado a Sanz con el huracán Moreno Bonilla.
La derrota de Antonio Muñoz ha provocado una gran decepción en la izquierda, ya que existían muchas esperanzas de que mantuviera el poder socialista en la capital de Andalucía. Muñoz llegó a la alcaldía sustituyendo a Juan Espadas, que se marchó para liderar el PSOE andaluz. En estas elecciones buscaba revalidar el cargo con un proyecto muy centrado en Sevilla. Su perfil político ha resultado un descubrimiento para muchos por la singularidad de su marca. Es un hombre con gran capacidad de gestión y que no había surgido de la maquinaria del partido sino con cierta versión independiente. Su perfil de acuerdo, de moderación, huyendo de la crispación, lo había forjado como un candidato con muchas posibilidades. Tenía las encuestas a favor, pero los últimos episodios que han enrarecido la campaña han pesado para que perdiera la alcaldía.