Inspección laboral en el Tribunal Constitucional
Los lectores escriben sobre la paralización de la votación en el Senado para reformar el Alto Tribunal a partir de un recurso de amparo presentado por el PP, el prestigio de las instituciones y de la obligación de cumplir las leyes
He esperado unos días para diluir dudas, pero es igual: siempre escribiría lo mismo. Los dos jueces que no se inhibieron en la votación del pleno del Tribunal Constitucional sobre su propia continuidad en esa institución con el cargo caducado es una negación absoluta a la ejemplaridad. ¡Y son jueces! Y lo mismo me da que sean conservadores o progresistas. Ahora, desde mi ignorancia, supongo que cabe preguntarse: ...
He esperado unos días para diluir dudas, pero es igual: siempre escribiría lo mismo. Los dos jueces que no se inhibieron en la votación del pleno del Tribunal Constitucional sobre su propia continuidad en esa institución con el cargo caducado es una negación absoluta a la ejemplaridad. ¡Y son jueces! Y lo mismo me da que sean conservadores o progresistas. Ahora, desde mi ignorancia, supongo que cabe preguntarse: ¿Ha de pasarse por el Tribunal Constitucional un inspector de trabajo para despejar la situación? “Siempre nos quedará París”, pero también la petición de toda clase de responsabilidades cuando la pareja haya dejado su puesto de trabajo. Esta determinante y autoritaria injerencia del Partido Popular le puede quitar los votos templados que también le ayudan: da algo de miedo. ¿Es el principio del fin de la democracia? Me voy a poner la corbata negra por si acaso. Feliz Navidad, si es posible.
José-Basilio Atienza Sanz. Madrid
Las urnas pierden su sentido
Como ciudadana española demócrata y responsable con mis derechos y mis deberes, he votado en todas las campañas electorales a las que nos han convocado. A partir de ahora creo que no tiene sentido. Yo voto para que nos legisle un Congreso y un Senado, dos cámaras representativas, y un Gobierno que debería incluir al partido más votado y a la oposición. Las Cámaras tienen la potestad legislativa, el Gobierno la ejecutiva, y hasta ahora los tribunales de justicia y los jueces aplicaban las leyes. Si el Constitucional decide qué leyes hay que elaborar, las urnas de los ciudadanos pierden su sentido, vamos a autocracia judicial, nos callan.
Maresa Calvo Sánchez. Salamanca
Prestigio de las instituciones
Las mayorías reforzadas se pusieron en la Constitución para preservar equilibrios en una sociedad políticamente plural, no para facilitar estrategias obstruccionistas premiando al infractor. El Tribunal Constitucional, que venía de un elevado capital reputacional acumulado en los años ochenta y primeros noventa, hoy está desprestigiado. ¿Qué ha pasado en medio? Gobiernos de derecha con una visión patrimonialista privada de las instituciones. Feijóo debería saber que el Tribunal Constitucional se prestigia renovándolo mediante candidatos con competencia profesional y probidad personal, no utilizando a magistrados para que actúen como terminales políticas de un partido.
Fernando Martínez Rodríguez. Alcobendas (Madrid)
Cumplir el mandato constitucional
Lo que está ocurriendo con los jueces hoy, no es más que la demostración palpable de que hasta ahora y desde el 78, los acuerdos entre PP y PSOE han sido totales y que hoy, al querer gobernar por la izquierda tratando de actualizar España al mundo europeo, es cuando la derecha no lo consiente por sus muchas hipotecas y, valiéndose de sus jueces de parte, crean el problema que no es más que cumplir con la Constitución, que parece algo que a ellos no les va mucho porque quizá muchos de sus artículos los firmaron en el 78 porque quedaba bonito, pero hasta hoy han sabido defenderla sin cumplirla, con lo que solo engañan ya a los de siempre.
César Moya Villasante. Madrid