El mojón de Paco León
El actor y director ha sido tendencia por su descalificación de ‘Élite’, que enojó a los creadores de la exitosa serie, si bien la sangre no ha llegado al río. No todo es Tamara Falcó
Una de las muchas tendencias de Twitter de esta semana tiene a Paco León como protagonista. No es comparable con la audiencia desatada por “los cuernos”, según su propia expresión, de la marquesa Tamara Falcó, que siguen copando las redes sociales, pero ha tenido su repercusión sobre todo en el mundo del audiovisual español. Al actor y director le preguntaron en una en...
Una de las muchas tendencias de Twitter de esta semana tiene a Paco León como protagonista. No es comparable con la audiencia desatada por “los cuernos”, según su propia expresión, de la marquesa Tamara Falcó, que siguen copando las redes sociales, pero ha tenido su repercusión sobre todo en el mundo del audiovisual español. Al actor y director le preguntaron en una entrevista en el podcast Nude Project sobre las series juveniles y en concreto, sobre la exitosa Élite. Y respondió de manera coloquial, como se hace tantas veces en un bar, en la calle, en casa, en un entorno relajado: “Como producto, me parecen unas mierdas muy grandes, la verdad”. Valoró, eso sí, que contribuyan a normalizar la diversidad y al colectivo LTGBI, pero concluyó reiterando su idea, tras aludir a la naturaleza antiartística y al respeto por sus compañeros: “Como espectador, me parecen un mojón”. Mojón, en su significado coloquial de excremento, uso muy extendido sobre todo en Latinoamérica. No parece que el actor se refiera a la primera acepción de la RAE de una señal permanente.
Los propios creadores de Élite reaccionaron en las redes: “La próxima vez le diré que éxitos como nuestra mierda le han producido su experimento. Sin acritud”, comentó en su cuenta Carlos Montero. Se refería a Netflix y a la película Rainbow, una muy personal versión de León inspirada en El mago de Oz, estrenada en el pasado festival de San Sebastián con un alud de críticas y algunos elogios por su atrevimiento y originalidad. Los tuiteros no han dejado escapar la oportunidad para opinar: “Paco León tiene razón. Élite es una mierda, pero igual que lo era Aída y nos encantaba”. “Totalmente de acuerdo con Paco León, Élite es un mojón (La veré namás salga entera también)”. “Calla que Paco León ahora resulta que es Godard“. “Lo dice Paco León y lo dice todo ser humano con 2 neuronas funcionando”. “Pues bravo Paco León por criticar Élite y ser sincero. El mundo de los creadores audiovisuales está lleno de bienquedas y es de agradecer que alguien se moje y hable de la realidad sin tapujos”.
Son muy numerosos y variados los comentarios, pero la sangre no ha llegado al río. El director de la estupenda serie Arde Madrid ha pedido en la SER disculpas (”Con cerveza en mano, he dicho cosas que no debería. Me sabe fatal haber faltado al respeto a compañeros, más allá de los gustos que todos tenemos, como los culos”) y el propio guionista Carlos Montero lanzó un tuit posterior: “Paco León nos ha llamado. Ha estado encantador y nos vamos de fiesta el jueves”.
En una fiesta es más común emplear el término con el que el creador despachó Élite, que ha sido probablemente lo que más ha chocado, además de la inclusión en la polémica del financiador. Aún llamó más la atención que la talentosa escritora Cristina Morales calificara como “nazi” la serie Fácil, también estrenada en San Sebastián, por supuestamente blanquear a las asistentes sociales de su premiada novela Lectura fácil. La respuesta de la directora, Anna R. Costa, que también dirigió y creó Arde Madrid con León, fue recordar a la autora antisistema su visto bueno inicial y el dineral que cobró por los derechos. Las tensiones entre los creadores son frecuentes, sobre todo en las adaptaciones de libros. Juan Marsé echaba pestes públicamente de las películas basadas en sus libros, entre muchos otros. En la monumental biografía dedicada a Philip Roth, publicada hace unos meses en castellano, su autor, Blake Bailey, relata el desprecio del escritor por la gran mayoría de las películas que adaptaron sus novelas. No obstante, conocía sus limitaciones. Al productor de la sobria La mancha humana le comentó: “Solo tendrás un problema conmigo si el cheque no se puede cobrar”.