Gente luminosa

Los lectores escriben de la importancia de las buenas personas, de la fatiga pandémica, la vacunación contra la covid-19 y la lucha contra la violencia machista

Una enfermera hace palmas con una paciente con parálisis cerebral en un centro de China.Xia

De camino al trabajo coincido muchos días con una parada de un microbús adaptado, donde suben chicos con parálisis cerebral. Al que llega más temprano le acomodan en el autobús, junto a la ventana, y empieza la espera. Entonces, una de las monitoras baja y hace una especie de teatrillo, bajo la mirada divertida del chico; pasa saludando en una y otra dirección, simula bajar escaleras, hace mil carantoñas en plena calle, aunque sea sólo para él. “¡Qué ...

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De camino al trabajo coincido muchos días con una parada de un microbús adaptado, donde suben chicos con parálisis cerebral. Al que llega más temprano le acomodan en el autobús, junto a la ventana, y empieza la espera. Entonces, una de las monitoras baja y hace una especie de teatrillo, bajo la mirada divertida del chico; pasa saludando en una y otra dirección, simula bajar escaleras, hace mil carantoñas en plena calle, aunque sea sólo para él. “¡Qué envidia!”, pienso cada día. Y es que es de ese tipo de personas que iluminan porque sí; que tienen luz propia, que a todos nos gustaría tener cerca: “con las que respiras lento, la que te regala tiempo, y si un día no lo tiene lo fabrica para ti”, canta El Arrebato en una canción. Una de las más bonitas felicitaciones que recibí para Año Nuevo fue precisamente esa canción y es que, ahora más que nunca, podemos ver que gente luminosa hay mucha, que nos cruzamos con ella a diario; a veces sólo hay que levantar la cabeza y abrir los ojos para verla, sonreír y dejarse contagiar.

Noelia Vázquez. L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona)

¿Cuándo vamos a volver a ser?

Me levanto cansada, casi exhausta. Esta vez no se debe a los residuos mudos que la Covid ha decidido desertar en mi cuerpo. Me miro en el espejo y me revuelvo entre las sábanas. El mundo está hambriento de todo lo palpable, pero también hastiado de tanta víscera. Me duelen las entrañas porque ya no sé si seguir con mi vida o esperar a que me la devuelvan. Solo soy una muñeca que se parece a mí, pero sin habitarme. ¿Cuándo voy —vamos— a volver a ser?

Andrea Mateos. Madrid

Más ética y pensar en los demás

Mientras los ricos o muy ricos pueden permitirse decidir no vacunarse porque parece que están por encima del bien común (y del mal), hay muchos pobres en el mundo que se quieren vacunar pero no les llegan las vacunas. Un poco más de ética y pensar en el prójimo. Todos somos seres humanos y en tiempos de pandemia hay que pensar menos en nuestro ego y arrimar el hombro. Creo en la ciencia que nos ha hecho siempre avanzar y no en los egos que son arbitrarios, egoístas y quieren estar por encima de todos los demás.

Eloísa Justo Villalobos. La Garriga (Barcelona)

Todos contra la violencia machista

El 2021 terminó con la cifra registrada más baja de mujeres asesinadas por violencia de género, como bien nos lo hicieron saber todos los titulares. Sin embargo, no podemos bajar la guardia y menos en un mundo en el que ser considerado feminista es un insulto. Si algo nos ha demostrado la pandemia es, precisamente, que o avanzamos todos o no avanza ni el Tato.

Sol Cuenca Baena. Alicante

Gracias

El otro día perdí mi cartera en la calle. Muchísimas gracias a la familia (padre, madre y dos hijos de 8 ó 10 años) que la encontraron y fueron a mi casa en su coche a entregármela. Un comentario, en mi opinión innecesario, pero que en los tiempos que corren puede resultar aleccionador para algunos: era una familia de inmigrantes, en concreto de inmigrantes magrebíes.

Miguel Ángel López Cela. Madrid


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