Huir de las relaciones tóxicas y aprender a amar

Los lectores opinan sobre el amor, los anglicismos, el recibo de la luz y las deportistas

Una pareja entralaza sus manos

Creo sinceramente que nunca nos enseñan a querer y ser queridos. Crecemos viendo películas en las que el amor se confunde con dependencia emocional o abuso de poder. “Quien se pelea, se desea”, oímos desde que somos pequeños. ¿Pues sabéis qué? Eso no es amor. Lo único que hacemos es perpetuar actitudes tóxicas ante las generaciones más jóvenes. Grease, el musical romántico por excelencia, nos muestra a una mujer que renuncia a su personalidad para estar con un chico que ni siq...

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Creo sinceramente que nunca nos enseñan a querer y ser queridos. Crecemos viendo películas en las que el amor se confunde con dependencia emocional o abuso de poder. “Quien se pelea, se desea”, oímos desde que somos pequeños. ¿Pues sabéis qué? Eso no es amor. Lo único que hacemos es perpetuar actitudes tóxicas ante las generaciones más jóvenes. Grease, el musical romántico por excelencia, nos muestra a una mujer que renuncia a su personalidad para estar con un chico que ni siquiera la trata bien. El amor no consiste en eso. Al final lo que conseguimos es que pasen inadvertidas conductas tóxicas que deberían servirnos como señal de alarma para huir de esa relación. Por ejemplo, yo siento que los celos son sinónimo de inseguridad y necesidad de control sobre la otra persona. Somos libres, independientes, y no necesitamos ser dueños de nadie para sentirnos realizados. No somos piezas de un rompecabezas; somos puzles completos que, con suerte y esfuerzo, creamos algo mayor.

Anna Cabané Benito. Gavà (Barcelona)

Lengua maltratada

Despotricaba Javier Marías en EL PAÍS Semanal, el 14 de noviembre, contra la perniciosa tendencia de muchos periodistas y publicitarios a expresar con anglicismos conceptos y frases que deberían emitirse en español. Y una página después, cerrando la revista, nos dábamos de bruces, y a toda página, con un mensaje comercial que echaba por tierra el argumento central del artículo en cuestión. Decía la primera parte del mensaje: “Adiós bidé, adiós cisterna” (dos productos, al parecer, tan despreciables como nuestra maltratada lengua). Y remataba luego el anunciante: “Hola In-Wash con In-Tank”. Pues eso.

Jacinto Bermejo Bermejo. Madrid

Quiero pagar la luz

Aunque pueda parecer irónico, quiero expresar mi deseo de pagar la factura de la luz. Llevo sin hacerlo desde el pasado mes de junio, el último en que se me envió la correspondiente factura. Es increíble que, en los tiempos actuales, mi compañía tenga problemas para leer los contadores de unos 3.000 usuarios durante tantos meses. Eso sí, me gustaría recibir la factura con los consumos reales realizados en mi domicilio; y no con los habituales estimados por los que tengo que pagar, aunque no sean correctos. Algo también inconcebible que se les permita hacer.

Carmen Poveda. Madrid

Logros deportivos de las mujeres

La igualdad de género en el deporte es aún una utopía. Siendo verdad que estamos avanzando en la visibilización de los logros deportivos de las mujeres, no es menos cierto que, en muchas competiciones, los salarios y los premios de las categorías femeninas son inferiores a los masculinos, que la información en los medios de comunicación especializados sobre deporte femenino es tan sólo de un 6%, que los hombres copan los puestos directivos en los clubes y que la mujer en el deporte aún es percibida, por algunos, como un objeto de deseo en el que su apariencia es sexualizada. Afortunadamente, tenemos grandes referentes como Mireia Belmonte, Amaya Valdemoro o Paula Badosa que proporcionan modelos a seguir con los que, gracias a la educación, nuestros niños y niñas van a normalizar la igualdad tanto en el deporte como en la vida.

Catalina Lagunas Villanueva. Arroyo (Valladolid)

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