El cine con palomitas y móviles encendidos

Los lectores opinan sobre el comportamiento de determinadas personas en las salas de cine, la democracia española, el envejecer de forma saludable y sobre las subidas del precio de los seguros

Una pareja consume palomitas en una sala de cine.

A la hora del pase de Maitxabel en un cine de una conocida cadena la tarde del sábado 23 de octubre, la sala estaba llena. En mi fila de seis butacas, había tres ocupadas por personas con envases enormes de palomitas. Empieza la película y comienzan a comer palomitas; brillan por momentos las pantallas de los móviles. A los 40 minutos cesa el runrún; la película ha absorbido su atención, pienso. Media hora más tarde, mis vecinas vuelven a devorar palomitas y suena u...

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A la hora del pase de Maitxabel en un cine de una conocida cadena la tarde del sábado 23 de octubre, la sala estaba llena. En mi fila de seis butacas, había tres ocupadas por personas con envases enormes de palomitas. Empieza la película y comienzan a comer palomitas; brillan por momentos las pantallas de los móviles. A los 40 minutos cesa el runrún; la película ha absorbido su atención, pienso. Media hora más tarde, mis vecinas vuelven a devorar palomitas y suena una lata de refresco. En voz baja les ruego que dejen de molestar. “Es usted quien está molestando”, me replica una de ellas, “y si sigue haciéndolo, llamaré al acomodador.” Me cruza por la mente el pensamiento de que debería alegrarme de que vengan al cine, y más a ver esta película; a fin de cuentas no se comportan peor que en el salón de su casa. Llega la escena final y empieza a sonar el móvil de mi vecina: tiene el sonido bajo y no tarda mucho en apagarlo, menos mal. La película, sobria, conmovedora, serena. Una obra necesaria. Yo, inquieto, perplejo, aliviado de salir.

Miguel Ángel Aníbarro. Madrid

Asuntos aparcados

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Sin duda, la pandemia ha obligado a retrasar determinados asuntos que estaban sobre la mesa y eran considerados prioritarios para mejorar la calidad de la democracia. Algunos de ellos serían: el excesivo número de personas aforadas, la limitación de los cargos públicos y las listas abiertas en las elecciones. Todos ellos eran considerados o prioritarios y urgentes de aplicar por los dos partidos que surgieron tras la crisis de 2008, ocupando las portadas de los periódicos hace años. Su regulación sigue siendo necesaria y urgente con el fin de dotar a la democracia española de mayores niveles de credibilidad, transparencia y confianza ante unos ciudadanos en los que sigue persistiendo una elevada desafección hacia la clase política, lo que provoca que se incremente el número de ellos que vota a propuestas de débiles valores democráticos.

Joaquín Gismero Bris. Torrejón de Ardoz (Madrid)

Envejecer activos

Algunas personas que piensan que la vejez empieza con la jubilación y que la edad no perdona, vegetan sin desarrollar todas sus potencialidades. Otras actúan como Clint Eastwood, que ha realizado su última película con 91 años; como Fauja Singh, con 101 años, y Harriette Thompson, con 92 años, que terminaron los maratones de Toronto y el de San Diego, respectivamente. Hay muchas personas que envejecen en condiciones aceptables, realizando todo tipo de actividades. Deberíamos mentalizarnos de que la vida no tiene edad y ayudar a nuestra genética con un envejecimiento activo y satisfactorio: salud, seguridad, participación y aprendizaje permanente.

Fernando Serrano Echeverria. Eibar (Gipuzkoa)

Seguro de decesos

Tengo 74 años. Desde los 4 años estoy asegurado con una póliza de decesos (creo que tengo más que pagado mi entierro). Cada año la cuota sube un poco, pero no le había puesto atención. Sin embargo, en los tres últimos años sí lo he hecho y observo que: en 2020 pagué 35,63 euros (somos tres asegurados), en 2021, 41,87 y me comunican que en 2022 la cuota será de 45,83 euros, lo que supone un incremento del 26% aproximadamente. ¿Es legal este aumento de la cuota? ¿Qué criterio se sigue? Desde luego, justo no es.

Hilario Cambero Delgado. Cáceres

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