Salvar el mar para salvarnos nosotros

Los lectores opinan sobre medio ambiente, las pensiones, la trágica situación de Afganistán y sobre el uso de la bicicleta en la ciudad

Operarios en las labores de limpieza en la playa de Puerto Bello de La Manga del Mar Menor (Murcia).Juan Carlos Caval (EFE)

No solo necesitamos leyes centradas en la protección del medio ambiente, también necesitamos cambiar nuestra mentalidad. Entendemos que es nuestro súbdito, y no nos hemos dado cuenta de que sin el medio ambiente no existiríamos. Dependemos de él. Esta concepción ecocéntrica no está instalada en España, quizá tampoco en Europa, aunque sí en Latinoamérica, particularmente merced a los pueblos indígenas. S...

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No solo necesitamos leyes centradas en la protección del medio ambiente, también necesitamos cambiar nuestra mentalidad. Entendemos que es nuestro súbdito, y no nos hemos dado cuenta de que sin el medio ambiente no existiríamos. Dependemos de él. Esta concepción ecocéntrica no está instalada en España, quizá tampoco en Europa, aunque sí en Latinoamérica, particularmente merced a los pueblos indígenas. Su relación con Gaia es de tú a tú. La ley de la Madre Tierra de Bolivia es un ejemplo a seguir. Hace varios siglos no todos los seres humanos tenían reconocidos derechos. Hace un siglo el ser humano era considerado una cosa para el derecho internacional. Todo esto cambió para salvarnos y protegernos de nosotros mismos. Si el siglo XX fue el siglo del reconocimiento universal de los derechos humanos, el siglo XXI debe ser el de los derechos de la naturaleza.

Carlos Gil Gandía. Murcia


Pensiones públicas dignas para vivir

Pactar el futuro de las pensiones entre todas las partes afectadas para garantizar la viabilidad intergeneracional es un acierto. Es esencial que las pensiones sigan siendo públicas para que nadie intente, a través de distorsionar la realidad laboral y social, hacer negocio con las cotizaciones a la Seguridad Social. No se puede permitir que se empleen argumentos falsos para privatizar el sistema público de pensiones. El Gobierno tiene claro que a través del diálogo se alcanzan los mejores acuerdos, y esa disposición para hablar y acordar la financiación presente y futura de las pensiones es muy positiva. El primer paso ha sido muy importante: garantizar el poder adquisitivo de nuestros mayores al aprobar la subida en base al IPC positivo.

Victorio Martínez Armero. Móstoles (Madrid)


Vista general del interior de uno de los aviones de las Fuerzas Armadas españolas, que ha transportado a los militares y personal de la Embajada que permanecía en Afganistán y que ha llegado a Dubái procedente de Kabul.Ministerio de Defensa (Ministerio de Defensa/EFE)

No parar ahí

Los últimos flashes de imágenes y audios referentes a la evacuación de Kabul nos permiten ver, y sobre todo oír, las desgarradoras voces de una frase repetida hasta la saciedad: ¡España, vamos, vamos! Pero no podemos eludir el triste sino que espera a quienes se han visto obligados a permanecer allí. Con la evacuación se ha cumplido con gran parte de lo básico, es decir, repatriar a los funcionarios, colaboradores y sus familias, pero ¿y lo que queda por hacer? Una vez más, ¿miraremos para otro lado?

Javier Solano Rodríguez. Guadalajara


No es país para bicicletas

Llevo años y decenas de miles de kilómetros pedaleando. Sé que cada vez que uso la bici en la ciudad sube el nivel de riesgo: contaminación, conductores crispados, vehículos que pasan rozando y carriles bici, si los hay, poco seguros. Admito que desde que comencé hace lustros las cosas han mejorado notablemente, aunque siguen existiendo demasiadas trabas al ciclismo. Por salud, las autoridades deberían proyectar ciudades menos ruidosas y contaminadas. Por todo el mundo se aborda la emergencia climática proponiendo ciudades libres de coches. Esta esperanzadora política transformará las metrópolis en entornos saludables. Contaminación y ruido matan, y causan serio quebranto a las arcas públicas. Por el contrario, ejercicio, aire limpio y poco ruido benefician la salud y el medio ambiente.

Miguel Fernández-Palacios. Madrid


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