Hacen falta respuestas más radicales

Los lectores opinan sobre el cambio climático, la situación en Afganistán, las redes sociales y sobre Federico García Lorca

Las imágenes de un oso polar famélico en el ártico canadiense dieron la vuelta al mundo y recordaron la urgencia de detener el derretimiento de los polos a causa del calentamiento global.Getty Images

Recientemente se hizo público un duro informe de Naciones Unidas sobre el estado del medio ambiente de la Tierra. En él se alerta de la urgencia de disminuir la emisión de gases de efecto invernadero. En España emitimos a la atmósfera más gases invernadero de lo que debíamos. Pero además, gran parte del anhídrido carbónico que emite España procede del sector de los transportes...

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Recientemente se hizo público un duro informe de Naciones Unidas sobre el estado del medio ambiente de la Tierra. En él se alerta de la urgencia de disminuir la emisión de gases de efecto invernadero. En España emitimos a la atmósfera más gases invernadero de lo que debíamos. Pero además, gran parte del anhídrido carbónico que emite España procede del sector de los transportes (automóviles, aviones...). Muchos ponen la solución en los coches eléctricos. Pero pienso que eso es un parche. Son necesarias respuestas más radicales que pasan por un cambio de valores, un cambio de ética en toda la ciudadanía. Cambiar la sociedad que adora al dinero y al mercado por una sociedad que prime la armonía y la reconciliación con la naturaleza. Y da la impresión que a ese cambio de valores ni la ONU, los gobiernos ni los ciudadanos estamos dispuestos.

Leandro Sequeiros San Román. Granada


Un paso atrás para la humanidad

Es una pésima noticia para la humanidad la creación de un emirato talibán afgano, en el que, a todas luces, el principal eje organizativo de la sociedad y de la política va a ser la opresión brutal y omnímoda de los hombres contra las mujeres, negándoles, de facto, toda cualidad o atributo como personas y considerándolas meros objetos, esclavas o animales domésticos sin dignidad humana. Exhorto, como ciudadana de un país democrático, a que ningún gobierno del planeta dé su reconocimiento a ese tipo de Estado. Un lugar en el que a la mitad de la población, las mujeres, sólo le tocará ser la víctima de un atropello constante de por vida.

Carmen Ruiz Muñoz. Sabadell (Barcelona)


El odio indeseable

Observo en las redes sociales un aumento del odio entre ideas, entre personas o entre escritos que no tienen armas. Pero la peor arma de todas es el odio. Es el odio que se mastica que muchas veces se traduce en criticarte sin conocerte suponiendo que eres facha o bolivariano, qué más da. O incluso proetarra si hablas de cosas que nada tienen que ver con ello. Yo mismo lo he sufrido y por eso voy a tener que dejar de manifestarme libremente. Y es que eso es lo que desean muchos, acabar con la libertad de expresión que, mientras no exista violencia, es algo que debería enriquecer mientras no se hiera a nadie. España es un país herido y con poca solución.

Cesar Moya Villasante. Madrid


Federico García Lorca, retratado en 1919, a sus 20 añosPhoto12/Universal Images Group (Getty Images)

Federico en el recuerdo

Hay cosas que no deben caer en el olvido. La muerte encontró a Federico un 18 de agosto de hace 85 años. Estaba en casa de su amigo Luis Rosales y tenía, cuentan, un billete para viajar a México en el bolsillo. Le detuvieron en esos primeros días de la Guerra Civil y dos días después, tras “mucho café”, le dieron el “paseo”. Su cuerpo quedó en algún lugar entre Alfacar y Víznar, en su adorada Granada. Una fosa desconocida para uno de los poetas más amados de las letras españolas. Esté donde esté Lorca, lo cierto es que su recuerdo sigue tan vivo y luminoso como el primer día. Un recuerdo al que le falta un final. Un poeta al que España le debe una tumba. Descansa en paz, Federico, y gracias por representar todo lo que ellos odiaban.

Miguel Campos Cobos. Málaga


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