La mascarilla en espacios cerrados

La nueva norma sobre el uso de las mascarillas, que entró en vigor el sábado, contempla que la mascarilla deja de ser obligatoria en exteriores salvo que resulte imposible respetar la distancia de 1,5 metros con personas ajenas a la unidad convivencial y que sigue siendo obligatoria en espacios cerrados de uso público. El ascensor y la escalera comunitaria son espacios cerrados y ahí el uso de la mascarilla sigue siendo obligatorio. La ministra de Sanidad ha dicho públicament...

La nueva norma sobre el uso de las mascarillas, que entró en vigor el sábado, contempla que la mascarilla deja de ser obligatoria en exteriores salvo que resulte imposible respetar la distancia de 1,5 metros con personas ajenas a la unidad convivencial y que sigue siendo obligatoria en espacios cerrados de uso público. El ascensor y la escalera comunitaria son espacios cerrados y ahí el uso de la mascarilla sigue siendo obligatorio. La ministra de Sanidad ha dicho públicamente que hay que salir de casa con la mascarilla en el bolsillo y siento discrepar de ella: si se vive en una comunidad de vecinos, se debe bajar o subir por el ascensor o las escaleras con la mascarilla puesta. Pido, por favor, a mis vecinos y conciudadanos que cumplan dentro de su comunidad de vecinos con la norma. El ascensor y las escaleras son espacios cerrados.

Rosario Cabezudo Vallés. Zaragoza

Sobre los indultos

Que los indultos deben ser ilegales, por supuesto. Es la única manera de que el Poder Ejecutivo no se inmiscuya en el Poder Judicial, pues da al Gobierno la facultad de decidir quién merece y quién no merece cumplir las condenas impuestas por los tribunales. Facultad más propia de otra época que de esta. Precisamente, en España procede de una ley del siglo XIX. Pero como de momento no lo son, cualquier Gobierno de este país puede aplicarlos. Lo acaba de hacer este y lo hicieron los anteriores.

Mario Suárez. Pilas (Sevilla)

Ahí está la prueba

Si hacía falta una prueba, esa es. Los contagios ocurridos en Mallorca en viajes de fin de curso y su expansión no precisan mayor explicación. De ahí a que una nueva variante de la covid-19 se expanda por el país es solo cuestión de mala fortuna e incapacidad para hacer seguimientos. Y vemos cómo siguen estas celebraciones. Hay que encontrar a quien consiga hacer llegar el temor a esta enfermedad a la mayoría de estudiantes sensatos. No se debe esperar a que tengan que morir varios para que con suerte les llegue la alarma.

Eliseo Pascual Gómez. Alicante

¿Qué libertad falta?

Siguiendo el ya conocido guion, lo primero que hicieron los independentistas nada más quedar en libertad fue pedir, otra vez, libertad para Cataluña. No oí qué libertades le son negadas, en realidad, creo nunca las han podido concretar.

Pedro Luis Martín Marín. Madrid

Aznar, obcecado

Entiendo que Aznar, cuando pide “no olvidar que la Iglesia y los empresarios han apoyado los indultos”, quiere ejercer su presión sobre estos dos grupos sociales que, en teoría, deberían serle fieles a su ideología. Eso es rencor, de lo cual anda sobrado. Aznar queda una vez más retratado en su mentalidad obcecada, en su persistente actitud inmovilista a la hora de afrontar los problemas que nos afectan a todos. Esta vez, la Iglesia y los empresarios le han adelantado por un lateral; lo dejan en evidencia y él monta en su cólera particular. Ojalá esta audaz medida adoptada por el Gobierno llegue a buen puerto y deje patente esa postura tan intemperante de Aznar. Pero, claro, él nunca reconocería un posible error propio, como aquel de la reunión de las Azores y posterior guerra de Irak.

Javier Crespo. Valencia

Los textos de esta sección tienen que enviarse exclusivamente a EL PAÍS y no deben tener más de 100 palabras (700 caracteres sin espacios). Deben constar nombre y apellidos, ciudad, teléfono y DNI o pasaporte de sus autores. EL PAÍS se reserva el derecho de publicarlos, resumirlos o extractarlos. No se dará información sobre estas colaboraciones. La dirección para escribir en esta sección es CartasDirector@elpais.es