Editorial

Biden: otra visión del mundo

El nuevo presidente imprime un apreciable giro a la política exterior de Estados Unidos

El presidente de EE UU, Joe Biden, en la Casa Blanca.Evan Vucci (AP)

El nuevo presidente de EE UU, Joe Biden, marcó el jueves dos líneas fundamentales de lo que va a ser la política exterior de su país en los próximos cuatro años. Ambas suponen un importante y positivo cambio de dirección respecto a lo hecho por Donald Trump y además afectan significativamente a la política de seguridad en Europa y Oriente Próximo.

En su primer gran discurso sobre política exterior, Biden anunció que ...

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El nuevo presidente de EE UU, Joe Biden, marcó el jueves dos líneas fundamentales de lo que va a ser la política exterior de su país en los próximos cuatro años. Ambas suponen un importante y positivo cambio de dirección respecto a lo hecho por Donald Trump y además afectan significativamente a la política de seguridad en Europa y Oriente Próximo.

En su primer gran discurso sobre política exterior, Biden anunció que mantendrá en Alemania a los 11.900 soldados estadounidenses que Trump pretendía retirar de los 34.500 estacionados allí. La paralización de esta decisión, tomada en junio del año pasado, es una tranquilizadora reafirmación del compromiso de Washington con la defensa de Europa en un periodo en que las relaciones con Rusia atraviesan momentos muy bajos y cuyo último ejemplo son las represalias diplomáticas adoptadas por Moscú ante las críticas al encarcelamiento del líder opositor ruso Alexéi Navalni. Trump siempre consideró la presencia militar en Europa —que se remonta al final de la II Guerra Mundial y que llegó a alcanzar varios cientos de miles de soldados durante la Guerra Fría— un gasto innecesario. Era una visión miope de la estrategia de defensa occidental que el realismo del nuevo presidente se ha encargado de poner en su sitio. Además, la advertencia directa a Moscú de que no piensa pasar por alto acciones agresivas como “envenenamientos” o “ciberataques” es otro claro mensaje de que, tras cuatro años de desorientación, Washington ha decidido mantener firme su compromiso con la defensa de Europa.

En otro movimiento notable, Biden anunció que suspende la venta de armas a Arabia Saudí —que hasta el final trató de hacer Trump— para combatir en la guerra civil de Yemen. Horas después, el Departamento de Estado señaló que revocará la inclusión de los rebeldes yemeníes huthis en la lista de organizaciones terroristas aprobada por Trump hace unos días. Riad recibe así una señal inequívoca de que no tiene carta blanca para actuar en un conflicto donde se han denunciado graves violaciones de derechos humanos. Bienvenido el cambio.

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