Salvar la democracia
La democracia está amenazada; solo un puñado de países la tienen en plenitud como forma de Estado. Lo sucedido en Washington la semana pasada es un daño irreparable que abochorna y entristece al mundo libre, pero no solamente en Estados Unidos, sino en todo el planeta. No fue una manifestación; fue una insurrección en toda regla instigada por el (aún) presidente del país y seguida por una turba irresponsable que no es iletrada. Solo pido que la justicia actúe. No vale una visión política del problema; hay que actuar con contundencia dentro de la legalidad.
Y una última cosa: aprendamos...
La democracia está amenazada; solo un puñado de países la tienen en plenitud como forma de Estado. Lo sucedido en Washington la semana pasada es un daño irreparable que abochorna y entristece al mundo libre, pero no solamente en Estados Unidos, sino en todo el planeta. No fue una manifestación; fue una insurrección en toda regla instigada por el (aún) presidente del país y seguida por una turba irresponsable que no es iletrada. Solo pido que la justicia actúe. No vale una visión política del problema; hay que actuar con contundencia dentro de la legalidad.
Y una última cosa: aprendamos acá de lo de allá. Los populistas, que pueden ser de derechas o de izquierdas, son los totalitarios de antaño, y hay que combatirlos; es una obligación moral de los ciudadanos.
Dionisio Rodríguez Castro. Villaviciosa de Odón (Madrid)