¡Es ley!
A punto de expirar uno de los años más aciagos que ha vivido la humanidad moderna, en el que los únicos destellos de luz han sido emitidos desde la ciencia y desde la solidaridad ciudadana, hemos de celebrar el éxito de una lucha por los derechos humanos que ha tardado mucho en ser reconocida en un gran país como Argentina. Desde 1921, el derecho al aborto de las mujeres argentinas solo reconocía dos supuestos legales, por lo que los abortos ilegales sin garantías sanitarias y con riesgo de penas de reclusión ascienden en Argentina a decenas de miles. ¡Gracias a las mujeres argentinas por su l...
A punto de expirar uno de los años más aciagos que ha vivido la humanidad moderna, en el que los únicos destellos de luz han sido emitidos desde la ciencia y desde la solidaridad ciudadana, hemos de celebrar el éxito de una lucha por los derechos humanos que ha tardado mucho en ser reconocida en un gran país como Argentina. Desde 1921, el derecho al aborto de las mujeres argentinas solo reconocía dos supuestos legales, por lo que los abortos ilegales sin garantías sanitarias y con riesgo de penas de reclusión ascienden en Argentina a decenas de miles. ¡Gracias a las mujeres argentinas por su larga lucha! Las palabras de su senadora Ana Claudia Almirón son la llave para abrir la puerta a las leyes de los derechos reproductivos de las mujeres en el resto del mundo en que aún no están reconocidos: “Obligar a una mujer a gestar es una violación de los derechos humanos”.
Amalia Pastor Gordillo. Madrid