Editorial

Avance y mejora

La tramitación del presupuesto es positiva, pero las enmiendas deben perfeccionarlo

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, se reúnen con el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, en el Congreso.Europa Press

El proyecto de presupuesto presentado por el Ejecutivo de coalición de PSOE y UP dio ayer un significativo paso adelante al comprobarse que las enmiendas a la totalidad no concitan una mayoría en el Congreso. Los socios del Gobierno en la investidura, con la significativa adición de Ciudadanos, han decidido no impedir su tramitación y fajarse en la defensa de enmiendas parciales, que en algunos casos ocasionarán un debate entre posiciones muy firmes.

Todo ello constituye un episodio importante y necesario, aunque aún insuficiente para que este país disponga al fin de presupuesto tras t...

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El proyecto de presupuesto presentado por el Ejecutivo de coalición de PSOE y UP dio ayer un significativo paso adelante al comprobarse que las enmiendas a la totalidad no concitan una mayoría en el Congreso. Los socios del Gobierno en la investidura, con la significativa adición de Ciudadanos, han decidido no impedir su tramitación y fajarse en la defensa de enmiendas parciales, que en algunos casos ocasionarán un debate entre posiciones muy firmes.

Todo ello constituye un episodio importante y necesario, aunque aún insuficiente para que este país disponga al fin de presupuesto tras tres prórrogas del anterior. Algo indispensable para contrarrestar la recesión traída por la pandemia; para la eficaz canalización de los fondos europeos del plan de recuperación; y para actualizar partidas necesarias a las Administraciones subestatales, organismos autónomos y otros sectores económicos.

La positiva noticia se empaña por la decisión del principal partido de la oposición (el PP) de posicionarse como la ultraderecha (Vox) y el sector radical unilateralista del secesionismo catalán (Junts, aunque ahora dividido en dos mitades, Junts y PDeCat) en vez de secundar el giro dialéctico hacia la moderación anunciado en sede parlamentaria por su líder. Pablo Casado renunció al intento de mejorar el texto a través de enmiendas parciales, como hizo Ciudadanos, y optó por la enmienda a la totalidad. Es pues un flaco favor el que se hace a sí mismo y a su necesaria recuperación de su rol de partido de Estado, pues queda fuera de juego de la política de las cosas que interesan a la ciudadanía. Pero también perjudica a unas cuentas, que exhiben ahora mayores posibilidades de ser aprobadas. Cuentas necesarias y que, sin embargo, reclaman serias rectificaciones. Con el mayor partido opositor instalado en un rechazo radical, se auguran más difíciles.

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Los anuncios de enmiendas conocidos ayer apuntan a lo habitual en la oposición: aumentar el gasto (en pymes, sanidad, cercanías de ferrocarriles...) y reducir el ingreso (tasa sobre el gasoil...). El Gobierno hará bien en reflexionar sobre varios de ellos, porque el suyo es un proyecto presupuestario mejorable. La orientación general expansiva es correcta, y va en línea con las urgencias de la tremenda crisis que vive el país y con recomendaciones de los organismos internacionales al completo (OCDE, FMI, Comisión y Consejo de la UE). Pero es mejorable tanto en conceptos de gasto como de ingresos.

Muchos organismos, incluidos el Banco de España y la Autoridad fiscal independiente (AIReF), han subrayado estos últimos días la estimación demasiado optimista de los ingresos. Las subidas de impuestos, aunque limitadas y acertadas en el criterio progresivo, suscitan dudas por el tiempo de su aplicación. Por el lado del gasto, es correcto el acento en la protección social, pero no parece justificado el incremento universal concedido a los funcionarios, que aumentará su poder adquisitivo en un momento en el que gran parte de la población se halla expuesta a graves retrocesos. Más sensible hubiese sido circunscribirlo solo a los sectores, como el sanitario, en primera línea de la emergencia. El incremento de algunas partidas de gasto de la Administración también podría ser reconsiderado, en favor de mayor inversión en la economía. Cabe por tanto celebrar que el proyecto haya dado un significativo paso adelante y, a la vez, exhortar a que sea mejorado en las siguientes fases de tramitación.

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