Interferir en la justicia, un modo de vida
Las proporciones de la catástrofe demandarán en los próximos años el testimonio de cuantos han trabajado o merodeado por la Casa Blanca durante este delirante mandato
Esta presidencia llenará una biblioteca. Las proporciones de la catástrofe demandarán en los próximos años el testimonio de cuantos han trabajado o merodeado por la Casa Blanca durante este delirante mandato. No será fácil navegar por el mar de documentos generados por las investigaciones judiciales y parlamentarias, los memorándums diplomáticos nacionales o extranjeros, las investigaciones periodísticas y las memorias personales y luego, naturalmente, el ruidoso rastro trumpista en las redes sociales.
Entre toda la literatura ya producida, el libro de memorias de John Bolton ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Esta presidencia llenará una biblioteca. Las proporciones de la catástrofe demandarán en los próximos años el testimonio de cuantos han trabajado o merodeado por la Casa Blanca durante este delirante mandato. No será fácil navegar por el mar de documentos generados por las investigaciones judiciales y parlamentarias, los memorándums diplomáticos nacionales o extranjeros, las investigaciones periodísticas y las memorias personales y luego, naturalmente, el ruidoso rastro trumpista en las redes sociales.
Entre toda la literatura ya producida, el libro de memorias de John Bolton The Room Where It Happened (La habitación donde sucedió), sobre sus 17 meses como consejero nacional de Seguridad, apenas publicado, ya ocupa un lugar muy notable. El caos de la Casa Blanca fue documentado de forma prematura por dos periodistas: Michael Wolf con Furia y fuego y Bob Woodward con Miedo, el primero de forma aproximativa y el segundo con el rigor que le ha acreditado como el más destacado periodista político estadounidense de los últimos 50 años. También son fundamentales la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre las interferencias de Rusia en la elección presidencial de 2016 y los informes del Congreso que sostienen la propuesta de destitución o impeachment.
La aportación de Bolton es una solvente y muy factual narración de primera mano, sobre el desorden y la ineptitud presidenciales tan tempranamente descritas por Wolf y Woodward. Bolton refuerza los argumentos que condujeron al procedimiento de destitución, fracasado en el Senado por la sumisa entrega de los senadores a los dictados presidenciales. No tan solo el presidente abusó de su poder, buscando la interferencia de Ucrania en las elecciones presidenciales, tal como investigó el Congreso, sino que lo hizo en muchos otros casos. La obstrucción de la acción de la justicia es para Trump una forma de vida, reza una de las más contundentes frases de este libro.
Estas memorias son una exhibición de poder. Bolton quiere demostrar que pudo liquidar a Trump si hubiera accedido a colaborar con los demócratas en el impeachment. No son convincentes sus argumentos para justificar la inhibición. Si no lo hizo fue porque quería seguir su propia agenda, solo en parte motivada por el objetivo de fabricar un bestseller. Según Bolton, Trump ni siquiera es un conservador, sino un ignorante, inepto para el cargo, sin otra política que la de utilizar el poder para sus intereses personales. Venció por casualidad y todo lo que hace desde entonces solo es para asegurar su reelección.
Trump se ha sostenido gracias al oportunismo y a la cobardía de republicanos como Bolton, que le han apoyado o formado parte de su administración, ya fuera en su provecho propio, ya con el objetivo de destruir el orden multilateral internacional o colocar jueces conservadores en el Supremo. Alcanzados estos objetivos, el republicanismo conservador quiere olvidar a Trump y dedicarse a su propia supervivencia. A Bolton le conviene que gane Biden.