Cooperación: antídoto de la covid-19

Es preciso que todos los países trabajen en colaboración para proteger a la gente y limitar el daño económico

Trabajadores de una empresa textil fabrican mascarillas en Colombia.Carlos Ortega (EFE)

Las medidas implementadas para mitigar la crisis sanitaria derivada de la pandemia de la covid-19 imponen un esfuerzo conjunto para hacer frente a un enemigo común. Para ello la herramienta más eficaz es la cooperación. Al no contar con precedentes mundiales de esta magnitud, nuestras decisiones tienen trascendencia global.

Como lo ha advertido la presidente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, los daños causados por la covid-19 son incalculables, por lo que es preciso que todos los países trabajen en colaboración para proteger a la gente y limitar el daño económico....

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Las medidas implementadas para mitigar la crisis sanitaria derivada de la pandemia de la covid-19 imponen un esfuerzo conjunto para hacer frente a un enemigo común. Para ello la herramienta más eficaz es la cooperación. Al no contar con precedentes mundiales de esta magnitud, nuestras decisiones tienen trascendencia global.

Como lo ha advertido la presidente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, los daños causados por la covid-19 son incalculables, por lo que es preciso que todos los países trabajen en colaboración para proteger a la gente y limitar el daño económico. “Es momento de actuar con solidaridad”.

Un análisis sobre la recuperación económica y social obliga a reflexionar acerca de la necesidad de ponderar salud, economía y medio ambiente, así como diseñar estrategias de forma coordinada. El virus no conoce fronteras, por consiguiente, las acciones de reactivación tampoco. Las medidas implementadas por cada Gobierno definirán no solo el futuro de su país sino de la región.

Colombia se convirtió en el Estado miembro número 37 de la OCDE, ratificando el compromiso de nuestro Gobierno con los valores que giran en torno a la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos y la economía de mercado abierta y transparente. Entendemos está vinculación como la oportunidad para llevar nuestras políticas públicas y las practicas institucionales a niveles de excelencia para convertirnos en el 2030 en una potencia de tamaño medio regional en América latina. Aunque la pandemia ha desatado una crisis económica, Colombia cuenta con bases sólidas y mejores que muchas economías de la región según datos de la CEPAL. De esto se trata el plan de repotenciación de nuestro aparato productivo con sectores estratégicos para el crecimiento, los empleos y las exportaciones que permitan el aumento acelerado de nuestra clase media y reducción de la pobreza a niveles de un dígito.

Esta emergencia reafirmó el gran potencial de nuestro país en términos de seguridad alimentaria y bioeconomía. La producción colombiana de alimentos debe suplir mercados internacionales garantizando buenas prácticas y mejorando el posicionamiento internacional del país en la discusión de los retos globales relacionados con la sostenibilidad ambiental, eficiencia energética y mayor conocimiento.

En alianza con la directora de la CEPAL, Alicia Bárcena, hemos planteado la necesidad de fortalecer la integración regional para afrontar la emergencia, mediante la reconstrucción de cadenas regionales de valor a través del fortalecimiento del comercio, la inversión y la cooperación.

Los esfuerzos conjuntos para superar la pandemia en Colombia nos ubican entre los países con menor número de muertes por cada millón de habitantes a causa del virus (12 por cada millón), con una tasa de letalidad del 4,3% según la Universidad de Johns Hopkins. Hemos contado con el apoyo de socios tradicionales como Alemania y Corea, que donaron a nuestro país pruebas de diagnóstico, elementos médicos y el aporte de una misión de virólogos para apoyar la emergencia en zonas de frontera.

Hemos fortalecido la capacidad instalada en el sistema de salud para atender la emergencia con los medios y recursos que se requerían, para poder habilitar algunos sectores de la vida productiva, pero no la vida social.

Los sectores de construcción y manufactura se reactivaron bajo estrictos protocolos de bioseguridad, para evitar la destrucción de 5,8 millones de empleos, pues a la par de evitar el contagio del virus, debemos impedir el empobrecimiento de cada colombiano.

Reafirmamos la importancia de apostar a los negocios verdes para diversificar nuestro aparato productivo y basarlo en nuestra extensa biodiversidad; el posicionamiento de la bicicleta como un medio de transporte saludable, sostenible y seguro; mejorar la calidad del aire; rescatar nuestro liderazgo en turismo ecológico, energías renovables e industrias creativas y culturales. Todo está dado para hacer la gran apuesta por la sostenibilidad.

Nuestras políticas de Gobierno buscan alcanzar los 17 objetivos de desarrollo sostenible para lograr el equilibrio entre bienestar social, cuidado ambiental y desarrollo económico que permita el progreso irreversible de los colombianos de hoy y de mañana.

Marta Lucía Ramírez es vicepresidenta de Colombia.

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