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Las embajadas como moneda de cambio político: una tradición que no cesa en México

Al menos 20 misiones diplomáticas y una decena de consulados son ocupados por políticos, intelectuales y comunicadores cercanos al obradorismo

La “tradición” de ocupar las embajadas como refugio o exilio –iniciada por los gobiernos priistas en el siglo XX- se mantiene en la cuarta transformación. El último en recibir esa oferta ha sido el exfiscal general Alejandro Gertz Manero, quien, de concretarse ese supuesto nuevo destino en una misión diplomática, se sumará a una larga lista de embajadores y cónsules que son ajenos al Servicio Exterior Mexicano y que han sido nombrados en los últimos siete años por motivaciones políticas.

Cuando la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, explicó las causas de la remoción de Gertz Manero como cabeza de la Fiscalía General de la República dijo simplemente que lo había invitado a ocupar una embajada “en un país amigo”. Desde entonces, se especula que su destino podría ser Alemania, sin que se haya concretado nada hasta ahora. El Gobierno ha despachado el asunto diciendo que el país de destino tiene que dar su beneplácito antes de que la presidenta envíe la propuesta formal al Senado, que acaba de clausurar su periodo de sesiones ordinarias, o a la Comisión Permanente del Congreso, también facultada para ratificar este tipo de nombramientos. Hasta el momento, no hay noticia de que la Secretaría de Relaciones Exteriores haya iniciado el trámite y mantiene el misterio sobre el destino del exfiscal. “Se lleva su tiempo hasta que el país al que se está proponiendo acepta las credenciales, y entonces se hace público; es algo normal”, justificó Sheinbaum.

La llegada de Gertz a una embajada ratificaría una línea que ha caracterizado la política exterior de México en las últimas décadas. El expresidente Felipe Calderón las usó para colocar a panistas como Francisco Barrio (Canadá), Jorge Zermeño y Francisco Ramírez Acuña (España), y a su primer procurador, Eduardo Medina Mora, en el Reino Unido de la Gran Bretaña. También el expresidente Enrique Peña Nieto colocó a priístas destacados, como Fernando Castro Trenti (Suiza); Blanca Alcalá (Colombia), Dionisio Pérez-Jácome (Canadá), Melquiades Morales (Costa Rica) y Juan José Guerra Abud (Italia).

En promedio, en cada sexenio al menos 20 de las 80 embajadas mexicanas son ocupadas por políticos que no pertenecen al Servicio Exterior, y esto no cambió con el expresidente Andrés Manuel López Obrador y su sucesora, Claudia Sheinbaum, pues actualmente 24 embajadas no son ocupadas por diplomáticos de carrera, sino por exgobernadores, dirigentes sociales, precursores de Morena, intelectuales y periodistas afines al régimen. Nombramientos que contravienen el espíritu de la Ley del Servicio Exterior, que establece que la designación de embajadores y cónsules generales se hará “preferentemente entre los miembros del Servicio Exterior de carrera de mayor competencia, categoría y antigüedad en la rama diplomático-consular”.

La novedad en la 4T es que antes se solía nombrar a miembros del mismo partido o exfuncionarios de alto nivel del gobierno en turno, pero López Obrador decidió usar algunas embajadas para nombrar a exgobernadores de la oposición, que la presidenta Sheinbaum ha mantenido en el cargo.

Se trata de cinco exgobernadores que fueron propuestos luego de que sus partidos entregaran el poder a Morena, lo que generó la versión de que su nombramiento fue un premio a cambio de no meterse en las elecciones o por haber operado en favor de los candidatos de Morena. El PRI los expulsó después de sus filas, alimentando esa narrativa.

Carlos Joaquín González, exgobernador de Quintana Roo emanado de la alianza PAN-PRD, fue nombrado embajador en Canadá en 2022, luego de la victoria de la morenista Mara Lezama. Quirino Ordaz, exgobernador priista de Sinaloa, fue designado embajador en España en 2021, luego del triunfo del morenista Rubén Rocha. Omar Fayad, expriista que gobernó Hidalgo, recibió la misión de la Embajada de Noruega en 2022, también tras el éxito electoral del morenista Julio Menchaca. Claudia Pavlovich, exgobernadora del PRI en Sonora, ocupa la embajada de México en Panamá desde septiembre de 2025, a propuesta de la presidenta Sheinbaum; antes fue nombrada por López Obrador como cónsul general de México en Barcelona, a raíz de que entregara la gubernatura al candidato de Morena, Alfonso Durazo. Antes de ella, el fundador de Morena intentó colocar ahí a Pedro Salmerón, otro soldado leal de la 4T, pero Panamá no dio su beneplácito. Carlos Miguel Aysa González, embajador ante República Dominicana, fue antes gobernador interino de Campeche, donde suplió al hoy líder priista y diputado federal Alejandro Moreno. Su nombramiento fue propuesto por López Obrador en 2021, después de que la morenista Layda Sansores ganara la gubernatura.

La lista de nombramientos políticos en embajadas incluye, además, a militantes, exdirigentes y excandidatos de Morena o del PRD. En Argentina, fue nombrada Lilia Eugenia Rossbach Juárez, exdiputada de Morena en el Congreso local de Ciudad de México (2021) y en la Asamblea Constituyente (2016), y viuda de José María Pérez Gay. En Colombia, la embajadora es Patricia Ruiz Anchondo, exprocuradora social capitalina, exjefa delegacional en la Gustavo A Madero, exdiputada del PRD y de Morena. En Guatemala, López Obrador colocó a a Romeo Ruiz Armento, veterano activista y político de izquierda que fue diputado y candidato a gobernador en Chiapas que se unió a Morena en 2019 y es pareja de Layda Sansores, gobernadora de Campeche.

En Venezuela, el expresidente colocó a Leopoldo De Gyves de la Cruz, político oaxaqueño, exdiputado y exalcalde de Juchitán. Es hijo de Leopoldo De Gyves Pineda, fundador de la Coalición Obrero Campesina del Istmo (COCEI), milita en Morena y aspiró a la candidatura a la gubernatura en 2021. Un año después, el Senado aprobó su nombramiento como embajador.

Asimismo, se enviado a misiones diplomáticas a periodistas y escritores afines al régimen, entre los que destaca la escritora Laura Esquivel, embajadora en Brasil desde 2022, que antes fue diputada federal de Morena entre 2015 y 2018. Otro caso es el de la periodista Martha Zamarripa, quien fue diputada federal del PRD y ahora es embajadora en Belice, o el de Genaro Lozano, activista ciudadano, profesor universitario y conductor de programas en Televisa, que fue nombrado por Sheinbaum como embajador ante el gobierno de Italia. Guillermo Zamora Villa, escritor y veterano periodista de la revista Proceso, ocupa desde 2022 la embajada de México en Nicaragua. Y, finalmente, Isabel Arvide, nombrada por el expresidente López Obrador como cónsul en Estambul, en Turquía.

“No hay amiguismo ni influyentismo... Es una situación de tener periodistas como diplomáticos”, justificó López Obrador en julio de 2020, cuando dio a conocer el nombramiento de Isabel Arvide, cuyo paso como cónsul provocó críticas desde el inicio y hasta octubre de 2024, cuando ella misma anunció el fin de su gestión y publicó fotografías de su mudanza de regreso a México.

Otro nombramiento que levantó malestar fue el del actual embajador ante la Federación Rusa, Eduardo Villegas. Escritor y filósofo, fue fundador de Morena y colaborador de Beatriz Gutiérrez Müller -esposa de López Obrador- en la Coordinación General de Memoria Histórica y Cultural de México, creada al inicio del sexenio. “Es un profesional, estudioso, creo que habla siete idiomas; su historia está vinculada a nuestro movimiento. Si la oposición dice que estuvo mal, es muy probable que estuvo bien”, defendió López Obrador ese nombramiento en agosto de 2022.

El exmandatario también utilizó la embajada del Reino Unido de la Gran Bretaña para alejar a la secretaria de Medio Ambiente de su primer gabinete, Josefa González Blanco, a quien tuvo que destituir en mayo de 2019 tras un escándalo en el que usuarios de redes sociales publicaron que la funcionaria hizo parar un vuelo comercial en el aeropuerto de la Ciudad de México para poder abordarlo a pesar de haber llegado tarde. Años después de su nombramiento, la embajadora fue criticada por usar recursos de la sede diplomática para atender al hijo del entonces presidente en un viaje personal.

En Corea, el embajador es Carlos Peñafiel Soto, exdirigente de Morena en Querétaro y comentarista en medios locales. “Guadalupano, economista y empresario”, como se define a sí mismo en sus redes sociales, Peñafiel trabajó en empresas y organismos internacionales, pero inició su carrera diplomática en 2019, cuando López Obrador lo nombró embajador en República Dominicana. Se fue a Corea, en 2022.

Como lo hicieron otros presidentes, López Obrador puso a políticos en las embajadas de las principales potencias económicas y militares. Sheinbaum los ha mantenido hasta el momento. En China, colocó a Jesús Seade Kuri, quien fue representante de López Obrador en el inicio de las negociaciones del TMEC a finales del sexenio de Enrique Peña Nieto y quien fue subsecretario de América del Norte en la Secretaría Relaciones Exteriores hasta 2020, con el entonces canciller Macelo Ebrard. Y en Estados Unidos, el expresidente nombró en febrero de 2021 a Esteban Moctezuma Barragán, el secretario de Educación Pública de su primer gabinete. El expriista estuvo al frente de la Secretaría de Gobernación en el sexenio de Ernesto Zedillo y fue expresidente de la Fundación Azteca, de Grupo Salinas.

Organismos internacionales y consulados

Más recientemente, la presidenta Sheinbaum propuso a Alejandro Encinas, otro político prominente en la 4T, como representante ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), un cargo antes reservado al Servicio Exterior Mexicano. Encinas fue jefe de Gobierno interino cuando López Obrador buscó la presidencia en 2006, ha sido legislador del PRD y Morena, subsecretario en la Secretaría de Gobernación y colaborador de Clara Brugada. También nombró a Hugo López-Gatell, quien fuera subsecretario de Salud y responsable de la política gubernamental durante la pandemia de la covid-19, como representante de México ante la Organización Mundial de la Salud.

Al nombramiento de embajadores se suma el de cónsules, principalmente en Estados Unidos: Rutilio Escandón, exgobernador morenista de Chiapas, está en Miami desde diciembre de 2024; María Elena Orantes, política chiapaneca de Movimiento Ciudadano, expriista y legisladora, fue designada en Houston en 2023; Pável Meléndez Cruz, diputado morenista de Oaxaca, es cónsul en Denver desde 2022. Y, hasta hace un mes, el exgobernador de Chiapas, Juan Sabines, era el cónsul en Orlando, un cargo al que llegó desde 2015 y en el que fue ratificado por López Obrador en 2019.

En junio pasado, la presidenta Sheinbaum hizo cinco nombramientos del mismo estilo. Carlos Iriarte Mercado, priista mexiquense de larga trayectoria, fue enviado como cónsul a Boston; Marco Antonio Mena, exgobernador priista de Tlaxcala, a San Francisco; el general Luis Rodríguez Bucio, excomandante de la Guardia Nacional, a Dallas; Donají Alba Arroyo, quien presidió la Comisión de Honestidad y Justicia de Morena entre 2020 y 2024, a Raleigh, en Carolina del Norte, y Neftali Said Pérez González, titular del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro de la Secretaría del Trabajo, a San José, California. Falta saber a dónde irá Gertz Manero y cuándo.

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