El Museo del Templo Mayor reabre en su totalidad con una nueva techura y más de 100 piezas repatriadas
El museo sufrió daños después de una granizada inusual hace tres años que afectó estructuras que no habían sido reemplazadas desde la década de 1980
La Zona Arqueológica del Templo Mayor ha reabierto completamente sus puertas al público, presentando una nueva techumbre que protege los vestigios más antiguos de Tenochtitlan, correspondientes a los adoratorios de Huitzilopochtli y Tláloc de la Etapa II, que fueron erguidos cerca del año 1390. La renovación fue necesaria tras una granizada en abril de 2021 que dañó varias de las cubiertas instaladas desde la década de 1980.
Diego Prieto Hernández, director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), destacó que a pesar del fenómeno meteorológico se pudo consolidar la infraestructura del lugar. “Presentamos la conclusión de estas tareas y, por lo tanto, la reapertura total de la Zona Arqueológica del Templo Mayor, producto de ese esfuerzo compartido para cuidar este recinto sagrado que fue el corazón de México-Tenochtitlan”, afirmó.
La sustitución de las techumbres requirió una logística compleja en uno de los puntos más delicados de la ciudad. Loredana Montes López, titular del Fideicomiso Centro Histórico de Ciudad de México, reconoció el trabajo conjunto de los equipos especializados del gobierno capitalino y del INAH. Ahora, los peatones pueden transitar plenamente de la Plaza Manuel Gamio para después ingresar a la zona arqueológica.
Patricia Ledesma Bouchan, directora del Museo del Templo Mayor, explicó que el retiro de la vieja cubierta de la Etapa II exigió una cuidadosa coordinación. Por encontrarse en el Centro Histórico, donde hay un gran flujo de gente y hasta hace poco también de autos, era imposible usar grúas, por lo que muchas maniobras de transporte de los restos arqueológicos se tuvo que hacer sin equipo especial, a diferencia de cómo se ha hecho en otros sitios.
Además de la nueva techumbre, se inauguró una exposición temporal de piezas arqueológicas repatriadas de Estados Unidos en octubre de 2023. El rescate de estos objetos fue posible gracias a una operación encubierta de agentes especiales del Departamento de Seguridad Nacional en Texas, Estados Unidos. Se recuperaron 103 piezas de piedra, cerámica, hueso y materiales orgánicos, de las cuales se presenta una selección en esta muestra. Las piezas, de épocas prehispánica y colonial, provienen principalmente de las áreas culturales del norte y occidente de México. Destaca un portaincensario de estilo maya, esencial en las ceremonias religiosas y en la quema de resinas como ofrenda, que fue entregado voluntariamente por una ciudadana estadounidense.
También se presentó una lápida de basalto con la fecha Ce ozomatli (Uno mono), que fue donada en septiembre de 2023 al expresidente de México, Andrés Manuel López Obrador. La pieza fue trasladada al Museo del Templo Mayor, donde el investigador Emiliano Melgar Tízoc analizó sus huellas de manufactura. La lápida, asociada al calendario adivinatorio náhuatl, indica una predisposición hacia los trabajos artesanales y oficios manuales.
El Museo del Templo Mayor recibe a más de 500.000 asistentes cada año y es el tercer museo del INAH en Ciudad de México más visitado, después del Museo Nacional de Historia y el Museo Nacional de Antropología. La reapertura del museo y la presentación de estas piezas supone una mejora física del sitio, que se actualiza ante una creciente ola de turismo cultural en la ciudad. “La preservación del patrimonio no se limita a técnicas y métodos; también implica comprender el significado que estos lugares tienen para las comunidades”, enfatizó Diego Prieto Hernández.
Para conmemorar esta reapertura, la Zona Arqueológica del Templo Mayor dedicó este año su altar de Día de Muertos a los poblados de Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz; y explora temas como la comida tradicional, el trabajo artesanal, los cantos y el valor de la familia.