¿Eres un ‘airport dad’? 18 ejemplos que te ayudarán a reconocerlo

¿Te suena el concepto airport dad? Si pasas un cierto tiempo en TikTok, quizá el algoritmo te habrá enseñado el fenómeno de los airport dad. Si no, aquí me tienes para explicarte la tendencia y, de paso, repasar si tú también la pones en práctica. De entrada, yo ya confieso que cumplo casi todos los puntos.

De manera resumida, un airport dad o padre de aeropuerto consigue que todo su grupo llegue a tiempo a su vuelo superando todos los obstáculos posibles. Puede tratarse de un adulto constantemente mandón o de alguien bonachón y simplemente organizado, pero cuando activa el modo de airport dad se convierte de golpe en una especie de militar al mando de una operación ultraimportante en la que nada puede fallar. No importa si en vez de tomar una posición clave para el ejército o rescatar a unos rehenes la misión consiste en realizar el viaje de las vacaciones. El airport dad lo conseguirá, cueste lo que cueste. Como su propio nombre indica, este comportamiento suele darse en su plenitud cuando hay que embarcar a tiempo en un vuelo, pero muchas de sus características también se aplican, por ejemplo, cuando hay que ir en coche a un camping o subirse a un tren para visitar otras ciudades.

Visto desde fuera, esta concentración de adrenalina y propósito digno del mejor profesional suscita bromas y críticas por parte del resto de la familia. Las frases más repetidas serán: “Tenemos tiempo de sobra”, “¿por qué corres tanto?, “nos estás estresando”, “son vacaciones, no una operación a vida o muerte” o “¿por qué hay que llegar cinco horas antes al aeropuerto?”.

Propósito, concentración, foco, eficacia, cuidar del pelotón, asegurar la misión a cualquier precio… estas cualidades de gran líder ya las querría cualquier multinacional para sus directivos. Pero un airport dad solo las emplea a fondo para proteger a los suyos (que pueden ser familia, amigos o compañeros de trabajo o de excursión).

Aquí tienes un listado de sus funciones y actuaciones, para que compruebes si también te has unido al movimiento:

1. Un auténtico airport dad llega al aeropuerto con mucha antelación. Los taxistas pueden equivocarse o darte un rodeo, un accidente puede cortar la circulación, una manifestación puede hacerte llegar tarde… Pero con horas de margen incluso puedes llegar caminando por la autopista con tus maletas en brazos.
2. Se adelanta y camina más rápido que el grupo.
3. En una carpeta lleva impresos los billetes y toda la información de viaje. Porque sabe que los móviles se quedan sin batería, se caen, se pierden, los roban o, de repente ese, email con todos los billetes, la reserva y toda la información necesaria no lo encuentras o lo has borrado o mientras lo buscas se crea una cola larguísima de gente que te mira mal, en especial otros airport dads que quieren avanzar en su propia misión.
4. Es el primero para embarcar, incluso mucho rato antes de que nadie empiece la fila. Por supuesto que sabe que todos vamos en el mismo avión y no arranca hasta que haya subido todo el mundo, pero también sabe que los que entran primero guardan su equipaje sin prisas y sin tener que hacer tetris con los demás.
5. Repasa constantemente la puerta de embarque. Porque la información de las pantallas varía con el tiempo y de repente la puerta que ya tenías localizada no vale para nada y sin avisar te asignan otra que está a tres kilómetros de distancia en la otra punta del aeropuerto. El adulto supervisor que lo descubra rápido no tiene que correr tanto como el que se entera en el último momento (aunque sabemos que también irá corriendo a esa otra puerta).
6. Comprueba la hora a cada minuto para ver que se sigue el horario previsto.
7. Controla los pasaportes de todo el mundo. Porque él ni los va a perder ni se los va a dejar ni se los van a robar.
8. Comprueba varias veces que sigue teniendo los pasaportes de todo el mundo.
9. Se encarga del equipaje y lo coloca con precisión en los momentos de espera o en el mostrador de facturación.
10. Se queja del exceso de equipaje de los demás.
11. Hace todos los trámites y formularios con personas y máquinas.
12. Vigila con mirada atenta a la familia y a las maletas, mientras el resto se toma la vida con tranquilidad o incluso desatiende sus pertenencias de manera imprudente.
13. Comprueba que lo tiene todo. Varias veces.
14. Con postura épica de militar en una colina, estudia los aviones en la pista para dar su aprobado.
15. Mantiene cara de tensión y mirada de desprecio hacia el resto de la humanidad hasta llegar al destino, proveyendo posibles errores humanos y mecánicos o las clásicas estafas. Si falla algo, él ya lo sabía.
16. Comprueba varias veces que los asientos sean correctos.
17. Juzga a los demás por su manera de embarcar o de guardar el equipaje.
18. Antes de bajar del avión o del transporte que sea, vuelve a verificar que sigue teniendo los pasaportes de todo el mundo.

Si te reconoces en todo esto, felicidades: tu familia está a salvo de retrasos y contratiempos. Sabes que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, que es un sacrificio poco agradecido, pero alguien tiene que hacerlo. Aunque tú no puedas relajarte, llegaréis a tiempo a vuestro destino.

Y si no cumples ninguno de estos puntos, cuando veas a alguien avanzando a paso rápido cargado de maletas ponte a un lado para facilitarle el camino y anímale un poco.

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