De la piscina a la vida: los beneficios socioemocionales de la natación para los niños

Esta actividad es mucho más que un deporte. Es una herramienta poderosa para el desarrollo de los pequeños, que les proporciona habilidades valiosas para la vida

La natación no solo es un deporte, sino también un entorno enriquecedor para el desarrollo socioemocional de los niños.Jodie Griggs (Getty Images)

La natación es uno de los deportes más completos a nivel físico, pero la actividad acuática tiene muchísimos beneficios que van más allá de lo relacionado estrictamente con la psicomotricidad. “Es una actividad deportiva que se puede empezar desde edades muy tempranas”, señala Carmen Romero, psicóloga infantil y autora de varios libros como ...

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La natación es uno de los deportes más completos a nivel físico, pero la actividad acuática tiene muchísimos beneficios que van más allá de lo relacionado estrictamente con la psicomotricidad. “Es una actividad deportiva que se puede empezar desde edades muy tempranas”, señala Carmen Romero, psicóloga infantil y autora de varios libros como Bilulu lo quiere comprar todo (Vegueta Infantil, 2023) y Cómo estimular tu bebé (2023). “Antes de caminar, un bebé ya puede sumergirse en el agua de la piscina para empezar a nadar, con la cualidad de poder ir acompañado de sus cuidadores principales, generalmente sus padres”, prosigue la experta.

Para Romero, durante primeros años es una actividad que potencia enormemente el vínculo afectivo en la que tanto el niño como el adulto disfrutan enormemente. “Dentro del agua se pueden hacer muchísimas actividades y ejercicios sin que haya peligro de impacto, por lo tanto, el niño, tanto de forma independiente como acompañado del adulto, puede tener una mayor experimentación incluso antes de aprender a nadar”, asegura. “La actividad acuática refuerza muchísimo los músculos, potencia la coordinación, el trabajo vestibular, la respiración y todo eso hace que el niño consiga controlar mejor su cuerpo, disfrutando de su movimiento a través de una actividad lúdica que va más allá del mero hecho de aprender a nadar”, añade. Además, según explica Romero, cuando el niño controla bien su cuerpo puede relacionarse de una manera mucho más armónica con el entorno y con los iguales. “Y por esto la natación está estrechamente relacionada con los aspectos socioemocionales”, aclara.

Relevancia en el desarrollo socioemocional

El desarrollo socioemocional es un aspecto crucial del crecimiento humano. Es un proceso que abarca la capacidad para interactuar efectivamente con el mundo, comprendiendo y expresando emociones de manera adecuada. Este desarrollo se inicia desde la temprana infancia y se extiende hasta la adultez. Julio Domínguez, CEO de SeaHack, una empresa experta en deportes acuáticos, coincide en la idea de que la natación puede ser una herramienta eficaz para el desarrollo socioemocional de los niños. En particular, “la infancia es una etapa relevante para este desarrollo. Durante estos primeros años, los niños empiezan a comprender sus propias emociones, así como las de los demás, aprenden a interactuar, comunicarse y a forjar relaciones con otras personas”, afirma. “Las experiencias positivas y el entorno adecuado durante estos años son fundamentales para un desarrollo socioemocional saludable”, añade.

Los beneficios de la natación, según Romero

La natación no solo es un deporte, sino también un entorno enriquecedor para el desarrollo de los niños. Los beneficios son múltiples.

● Desarrollo de autoestima y confianza: Al aprender y perfeccionar una serie de habilidades en la natación, los niños ganan confianza en sus propias habilidades, lo que contribuye a una autoestima positiva.

● Manejo del estrés y la ansiedad: El contacto con el agua tiene un efecto naturalmente relajante. Además, como con cualquier ejercicio, la natación promueve la liberación de endorfinas, los “químicos de la felicidad”, que pueden ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad.

● Promoción de la socialización: Las clases y equipos de natación ofrecen un ambiente social en el que los niños pueden interactuar con sus compañeros. Aprenden a cooperar, trabajar en equipo y respetar las reglas y a los demás.

● Mejora de la concentración: Nadar requiere de concentración constante en la técnica, la respiración y la coordinación. Estas habilidades pueden ser transferibles a otras áreas de la vida del niño, como la escuela y las tareas.

● Resiliencia y perseverancia: Al enfrentarse a desafíos en la natación, como aprender una nueva técnica o mejorar un tiempo, los niños aprenden a ser resilientes y a perseverar, habilidades valiosas para enfrentar las dificultades de la vida.

Herramienta de vida

La natación puede convertirse en una verdadera herramienta de vida para muchos niños, proporcionándoles un entorno seguro y constructivo para crecer y aprender. “La natación me enseñó mucho más que simplemente moverme en el agua. Me ayudó a desarrollar disciplina, resistencia y el valor de la perseverancia. Las lecciones que aprendí en la piscina se han transferido a todas las áreas de mi vida”, explica David Meca, exnadador olímpico español.

“Con estos beneficios está claro que la natación es mucho más que un simple deporte. Es una herramienta poderosa que les proporciona habilidades fundamentales para la vida”, sostiene Romero. Así que, ya sea en el mar, en un lago o en la piscina de la ciudad, la psicóloga recomienda animar a los hijos a sumergirse en la natación: ”No solo estarán mejorando su salud física, sino también construyendo una base sólida para su bienestar emocional y social”.

Consejos para que tu hijo ame el agua

Si estás considerando introducir a tu hijo en el mundo de la natación, Carmen Romero, psicóloga infantil, ofrece algunos consejos: 

Elige el momento adecuado: Se recomienda que se introduzca a una edad temprana, a menudo desde los tres años, pero la edad correcta puede variar dependiendo del niño.
● Encuentra un buen programa de natación: Este debe tener instructores calificados, enfocarse en la seguridad en el agua y proporcionar un ambiente de aprendizaje divertido y positivo.
Sé un modelo a seguir: Si disfrutas de la natación y la practicas regularmente, como sucede con cualquier tipo de deporte, es más probable que tu hijo también se interese por ella.
Apoya y motiva: Celebra sus logros, alienta su progreso y muéstrate allí para ellos cuando las cosas se pongan difíciles. Recuerda, el objetivo es que tu hijo disfrute de la natación y obtenga todos los beneficios que este deporte puede ofrecer.

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