Macarena Arnás, psicografóloga: “A través de los dibujos los niños reflejan emociones y lo que no logran verbalizar”

Para la perito judicial y autora, la interpretación de ilustraciones tiene aplicaciones en la pedagogía, la psicología y en procesos judiciales. También señala que la edad ideal para analizarlas es entre los 5 y los 8 años, cuando los menores se expresan con mayor libertad, no están influenciados socialmente y ya han desarrollado la psicomotricidad necesaria

La grafóloga Macarena Arnás explica que cada dibujo infantil es único y que, además, no se pueden analizar los elementos de forma aislada.

Los dibujos de los niños cuentan cosas y pueden reflejar una emoción, un deseo o una preocupación. Son mucho más que simples trazos sobre un papel: son una ventana al estado de ánimo. Elementos como el tejado, las paredes, las ventanas o la chimenea de una casa reflejan cómo un menor percibe el mundo y su relación con el hogar y su familia. Esta perspectiva es el eje del trabajo de la psicografóloga Macarena Arnás (Madrid, 34 años), que estudia la personalidad a través de la escritura. Licenciada por el Instituto de Psicografología y Peritación de Madrid, la también coach, experta en técnicas proyectivas y perito judicial es una referente en el análisis de letras y dibujos. Su capacidad para interpretar para programas de televisión y revistas nacionales las firmas y trazos de grandes figuras, desde la reina Letizia hasta líderes políticos como Donald Trump o Vladímir Putin, así como artistas y celebridades, le ha otorgado prestigio y popularidad.

A través de su cuenta de Instagram, @lamagiadelasletras, comparte con sus seguidores el poder de la grafología y las técnicas proyectivas como herramientas para explorar el inconsciente. Arnás también es autora de varios libros, entre ellos Lo que revelan los dibujos de tus hijos (Editorial Guiaburros, 2020) y Las firmas de Napoleón, Stalin, Hitler, Elvis... y otras historias de la grafología: Por su forma de escribir los conoceréis (Memorias y biografías) (Arcopress, 2024).

PREGUNTA. ¿Para qué sirve analizar los dibujos infantiles?

RESPUESTA. La interpretación de ilustraciones tiene aplicaciones en múltiples ámbitos, como la pedagogía, la psicología, el coaching o los procesos judiciales. En psicología forense, por ejemplo, un dibujo puede convertirse en una prueba clave en casos de violencia vicaria o en disputas por la custodia, ayudando a determinar cuál es el entorno más adecuado para el menor. Además, cada vez más, maestros y educadores recurren a las denominadas técnicas proyectivas gráficas para comprender cómo se sienten los pequeños en momentos específicos.

P. ¿Qué expresan los dibujos?

R. Son una fuente inagotable de información, ya que los niños, a diferencia de los adultos, tienen una mayor libertad para expresarse al crear imágenes. A través de sus trazos, los niños reflejan emociones y aquello que no logran verbalizar. Es posible identificar aspectos como su autoestima, el vínculo con la familia, problemas en el entorno escolar o situaciones de acoso.

P. ¿Qué elementos se analizan con mayor detalle?

R. Muchos. Por ejemplo, en el caso de las formas, los ángulos suelen asociarse a la agresividad, la racionalidad y el deseo de control, mientras que las curvas reflejan una elevada carga emocional. Pero no basta con examinar las formas; también es crucial observar la ubicación en el papel: si están en la parte inferior, superior, derecha, izquierda o en el centro, o si se dejan espacios en blanco. Estos detalles ofrecen pistas sobre cómo se siente la persona en ese momento.

P. ¿Qué importancia tienen los colores?

R. Es esencial fijarse cuando utilizan tonos poco habituales. Por ejemplo, si un chiquillo dibuja un sol de color azul, podría ser una señal de que algo no va bien. El sol se asocia a la masculinidad o a la figura paterna, y el azul, por su parte, evoca nostalgia y sensibilidad. Esto podría indicar que en ese momento siente añoranza hacia esa figura. De todos modos, estas interpretaciones siempre deben tomarse con cautela.

P. ¿Qué se puede descubrir en el típico dibujo de la familia?

R. Personalmente me gusta pedirles que retraten dos versiones: la familia real y la familia imaginaria. La familia real muestra cómo perciben a su entorno y qué vínculos consideran importantes. Si un miembro aparece lejos del resto, puede reflejar una percepción de distancia. También influye el tamaño: cuanto más grande sea el retrato de un familiar, significa que le da mayor importancia.

P. ¿Y la familia imaginaria?

R. Representa la que les gustaría tener, aunque esté formada por animales como ositos, gatos o perros. A través de estos simbolismos podemos descubrir cómo conciben la familia en su mundo ideal. Aunque es fundamental escuchar siempre a los niños para que expliquen sus dibujos, ya que, muchas veces, incluyen cosas que han visto en la televisión o las redes sociales y simplemente fantasean.

P. ¿Y qué simboliza el dibujo del árbol?

R. Define el inconsciente. La copa representa el pensamiento, el tronco encarna el cuerpo y la base del árbol y su ubicación reflejan cómo la persona se percibe a sí misma de forma involuntaria.

P. ¿Influye la edad en la interpretación de los dibujos?

R. La edad ideal para interpretar estas creaciones es entre los 5 y los 8 años. En esta etapa, se expresan con mayor libertad, no están influenciados socialmente y ya han desarrollado la psicomotricidad necesaria. Antes de esa edad, los trazos suelen ser garabatos o dibujos muy simples debido a la falta de destreza. A partir de la preadolescencia y la adolescencia, los jóvenes suelen mostrarse más reacios a dibujar, ya que lo perciben como algo infantil. Sus creaciones tienden a ser más realistas y estéticas, frecuentemente hechas a lápiz y con un uso limitado del color. En esta etapa, los trazos reflejan más una necesidad de reconocimiento o aprobación, aunque siempre contienen elementos que aportan información valiosa.

P. ¿Cuáles son las señales de alerta en un dibujo?

R. Cada ilustración es única y su interpretación tiene sus particularidades. No se pueden analizar los elementos de forma aislada; es necesario considerarlos en conjunto para llegar a conclusiones objetivas. Sin embargo, hay ciertos aspectos que pueden ser señales de alarma, como un uso excesivo del color negro con trazos muy marcados, que suele asociarse a la agresividad o la tristeza. Otros detalles preocupantes son los dibujos en los que el niño se representa a sí mismo de tamaño muy pequeño en comparación con los demás personajes, o incluye elementos como tormentas, nubes oscuras o figuras mojándose sin paraguas, lo que puede reflejar una sensación de vulnerabilidad.

P. ¿Qué deben hacer los padres si un dibujo refleja violencia o tristeza?

R. Antes de alarmarse es fundamental que hablen con sus hijos para entender qué hay detrás de sus creaciones. Si la ilustración refleja un entorno familiar violento o lleno de tristeza, es importante consultar a un experto y, al mismo tiempo, preguntarles si su inspiración proviene de algo que han visto en libros, películas o redes sociales.

P. ¿Recuerda algún caso en el que los dibujos fueran clave para un diagnóstico?

R. He vivido muchas situaciones en las que los dibujos han sido clave para entender lo que atraviesa un menor. Pero hubo una experiencia que cambió mi vida: cuando trabajaba como abogada penalista fui defensora en un caso en el que los trazos de una niña de 7 años revelaron que sufría abusos por parte de su padre. Ese juicio me impactó profundamente y me llevó a dejar la abogacía para dedicarme a la grafología como perito judicial.

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