¿Cómo prevenir que los niños se mareen en el coche?
Mirar a un punto en el horizonte, mantener una temperatura adecuada, evitar las pantallas, iPads o los libros y los olores fuertes son solo algunas de las pautas más básicas para que el menor padezca cinetosis
Durante las vacaciones aumentan los desplazamientos por carretera, por lo que también se acrecientan las posibilidades de que los más pequeños sufran mareos en los trayectos. Son muchos los menores que padecen malestar en el coche, desde sudores fríos, náuseas o dolores de cabeza, hasta los vómitos. Los mareos producidos por los viajes en medios de transporte se conocen como cinetosis. “Los primeros síntomas varían en cada niño, pero los más comunes suelen ser un color pálido en el rostro y sensación de inestabilidad, que suele estar acompañada de sudor frío, bostezos, salivación y náuseas”, explica el doctor Gonzalo Ros, miembro del comité de soporte vital de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
Este experto recomienda algunas pautas básicas a tener en cuenta para prevenir que los más pequeños se mareen. “Lo primero es que el niño ingiera algo de comida antes de montarse en el coche, algo ligero, ya que lo importante es que no se monten con el estómago vacío, que la temperatura del vehículo sea agradable (normalmente entre los 21 y 23 °C), hacer pausas frecuentes, no conducir de forma brusca, evitar las curvas, los olores muy fuertes y, por supuesto, el humo del tabaco”, sostiene Ros. “En el caso de que aun así comiencen con alguno de los síntomas”, prosigue, “se deben abrir de inmediato las ventanillas para que, entre el aire, o parar las veces que hagan falta”.
Sin embargo, una de las teorías más avaladas por los científicos detrás de la cinetosis es la denominada teoría de la estabilidad postural. El profesor de kinesiología de la Universidad de Minnesota, Tom Sotffregen, en un estudio publicado en el 2021 en el National Library of Medicine (NIH) y denominado Efectos de la experiencia de conducción física sobre el movimiento corporal y el mareo entre los pasajeros, llega a la conclusión de que una de las causas principales del mareo es que no se cambie de postura o que, instintivamente, no te sepas sentar o moverte en un medio de transporte en movimiento. Y este es el motivo por el que, algunos menores son capaces de leer y jugar durante un viaje largo sin mareos, y que otros, a la primera curva, puedan comenzar a sentirsse mal.
“El mareo de los niños de entre 3 y 12 años se produce por una descoordinación por el input de la vista, el oído y la posición del cuerpo, por lo que se recomienda es que miren a un punto fijo en el horizonte para que la vista esté lo más centrada posible y no capte el movimiento”, argumenta Ros.
¿Qué hacer si se producen mareos y vómitos constantes?
La variabilidad en cuanto a los vómitos es muy grande. Mientras que hay menores que son muy sensibles y no pueden viajar porque se sienten mal en seguida, otros lo soportan mejor. “En casos más graves se deben evitar los estímulos externos, como el uso de móviles, tabletas o cualquier dispositivo electrónico o los libros”, dice Ros. Sin embargo, hace hincapié en el hecho de actuar rápido frente a los primeros síntomas de cinetosis: “Es importante realizar todas las medidas de prevención posibles, pero si el niño tiene muchas dificultades con los mareos, también se le puede dar algún tipo de medicación antiemética”.
Por su parte, el doctor José Miguel Villacampa, jefe asociado del Servicio de Otorrinolaringología de la Fundación Jiménez Díaz, asegura que la cinetosis tiene relación con una falta de maduración de la red neuronal que integra el equilibrio. “Es importante matizar que a los bebés hay que llevarlos muy recostados y a los niños incorporados y mirando hacia el exterior para que noten y sean conscientes de que hay movimiento”, incide Villacampa.
“Cuando viajamos, ya sea en coche, en tren o en barco, el problema no es tanto el medio de transporte, sino de la capacidad del cerebro de comprender el mensaje que recibe y lo que realmente detecta”, prosigue, “lo que se suelen producir son síntomas de mareo por movimiento, es decir, el desajuste entre la información enviada al cerebro desde el oído interno, los ojos y los nervios sensoriales”. Para este experto, una de las cosas más importantes para evitar mareos constantes es que el niño tenga la cabeza recta y con visión hacia el paisaje: “Una buena táctica es la reducción de la entrada sensorial y animar mediante algún juego a que el pequeño mire cosas fuera del coche en vez de concentrarse en una pantalla o libro. También es muy recomendable que el niño se eche la siesta o vaya durmiendo”.
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