Si tu hijo aprende jardinería también lo hará sobre la importancia del medio ambiente
El conocimiento y acercamiento de los menores a la botánica se puede hacer a través de actividades como acudir a huertos urbanos, cuidar las plantas de casa o animarse con el arte pictórico
Las vacaciones estivales facilitan que los niños se dediquen a actividades que en ocasiones el resto del año no pueden disfrutar. Una de ellas puede ser la jardinería, una ocupación que se suele asociar a personas de edad avanzada, pero que es beneficiosa para todas las edades porque nos acerca a la naturaleza, reconecta con los ciclos de la vida y, además, resulta relajante.
No es necesar...
Las vacaciones estivales facilitan que los niños se dediquen a actividades que en ocasiones el resto del año no pueden disfrutar. Una de ellas puede ser la jardinería, una ocupación que se suele asociar a personas de edad avanzada, pero que es beneficiosa para todas las edades porque nos acerca a la naturaleza, reconecta con los ciclos de la vida y, además, resulta relajante.
No es necesario coger azada y pala para que los menores disfruten y aprendan botánica. “Es posible conseguirlo con prácticas tan sencillas como hacer un esqueje de una planta, coger sus semillas y ponerlas a germinar o, simplemente, observar cómo va creciendo”, explica Clara Vignolo, técnica de la Unidad de Programas Educativos del Real Jardín Botánico de Madrid. “Este tipo de prácticas, si se hacen a una edad temprana”, prosigue, “fomentan la creación de vínculos fuertes del niño con la naturaleza y la vida. Además, si la jardinería se practica en la ciudad, puede crear un acercamiento al medio natural para quienes no lo tienen tan cerca y ayuda a reducir el nivel de estrés y el ritmo de vida trepidante que hay en las ciudades”.
Los infantes no tienen una cultura botánica adecuada, al menos en España, cuenta Vignolo. “En países como Inglaterra tienen muy trabajado este tema. En nuestro país, la cultura botánica es muy escasa. No se trata de saber el nombre de las plantas, pero sí de darles el inmenso valor que tienen en nuestras vidas y en el funcionamiento de nuestro planeta”, incide. “Hay un gran trabajo social por hacer respecto a este tema. Necesitamos fomentar prácticas como la jardinería para mejorar la relación de los niños con las plantas”, añade. Vignolo menciona, además, varias opciones para que disfruten de esta actividad durante el verano.
- Cuidar las plantas de la terraza o el balcón de casa, con actividades como su riego, limpieza o cultivo.
- Participar en un huerto urbano cercano. Se trata de una estupenda opción para que los niños se acerquen a las plantas y conozcan todo su proceso de desarrollo, desde la semilla hasta su fruto.
- Las actividades artísticas, como el dibujo botánico, permiten a los niños conocer con detalle los seres vivos verdes a través del arte, como la forma de una hoja, un tallo o una rama.
- Los jardines sostenibles en los patios escolares forman parte de un proyecto llevado a cabo por el Real Jardín Botánico en cinco colegios de Madrid para convertir a los alumnos en pequeños jardineros.
Huertos urbanos para los niños
Los huertos urbanos son una herramienta eficaz para la educación medioambiental y para la alimentación sostenible. En ellos, “los niños pueden descubrir jugando y tocando cómo son y de qué forma crecen los alimentos; qué relación hay entre el suelo, los animales y las plantas y de qué manera la biodiversidad mejora la calidad de vida de todos.
Además, en estos espacios cercanos a nuestras casas pueden aprender y comprender que el cuidado y protección del medio ambiente es una responsabilidad compartida por todos y que las pequeñas acciones personales influyen positivamente en nuestro planeta”, asegura Carlos de Mingo, jefe de la Unidad Técnica de Estudios del Departamento de Educación Ambiental de la Dirección General de Sostenibilidad y Control Ambiental del Ayuntamiento de Madrid.
De Mingo señala varias opciones para que los niños disfruten de los huertos urbanos, que empiezan por localizar el huerto más cercano a casa para saber cómo participar en sus actividades; visitar los huertos urbanos sostenibles o acudir a los talleres formativos del Centro de Educación Ambiental El Huerto del Retiro.
Jardinería para reforzar los conocimientos escolares
Las actividades en la naturaleza durante el verano aportan la posibilidad de que los niños apliquen los conocimientos adquiridos durante el curso escolar en asignaturas como Conocimiento del medio natural, Ciencias de la naturaleza o Biología. Además, los que viven en las ciudades cada vez tienen una mayor desconexión con la naturaleza y estas actividades pueden ayudarles a descubrir el medio que les rodea. “Para conservar el medioambiente, hay que conocerlo y actividades como la jardinería y el contacto con las plantas son unas de las mejores formas de conseguirlo”, explica Eva Banda, del Grupo de Seguimiento de Biodiversidad del Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la Facultad de Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense de Madrid.
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