En el garaje de la sede madrileña de la empresa tecnológica Tragsatec, suena de fondo la canción We are the champions, de Queen. Hay cava, canapés, muchos vasos y todos levantan los brazos al ritmo de la música. Las 400 personas que se han acercado a celebrar la copa de Navidad de la compañía se abrazan y hacen la conga entre las columnas del garaje. Hoy la fiesta no tiene nada que ver con las inminentes vacaciones.
De repente, José Manuel, contable de la empresa, coge el micrófono y grita: 45250. Es el número asignado al tercer premio de la Lotería de Navidad, a 50.000 euros el ...
En el garaje de la sede madrileña de la empresa tecnológica Tragsatec, suena de fondo la canción We are the champions, de Queen. Hay cava, canapés, muchos vasos y todos levantan los brazos al ritmo de la música. Las 400 personas que se han acercado a celebrar la copa de Navidad de la compañía se abrazan y hacen la conga entre las columnas del garaje. Hoy la fiesta no tiene nada que ver con las inminentes vacaciones.
De repente, José Manuel, contable de la empresa, coge el micrófono y grita: 45250. Es el número asignado al tercer premio de la Lotería de Navidad, a 50.000 euros el décimo. Tragsatec había comprado dos números íntegros para su plantilla, que supera las 4.000 personas. Para que todos pudieran jugar, el subdirector de la empresa, Julián Vallejo, dividió el premio en participaciones de 10 euros. “Hemos jugado más de la mitad de la empresa”, cuenta Lara Conde, que se ha enterado de que habían sido premiados cuando llegaba en coche a su puesto de trabajo.
El director de Tragsatec cuenta cómo se enteró el resto: “De repente empezaron a sonar los móviles en la fiesta y poco a poco la buena nueva corrió por el garaje”. Pero no ha sido una buena noticia para todos: tres empleados no compraron participaciones. Lisha Rey se sentía pobre. “Llevo mes y medio en la empresa, me gustaría haber comprado, pero me enteré tarde”. La segunda no premiada ha preferido no salir y tampoco jugaba Paco: “Soy científico y esto es ir contra la estadística”, decía serio.
Además del número agraciado con el tercer premio, el anterior y el posterior, 45249 y 45251, reciben un premio por aproximación que equivale a 48 euros por euros jugado. A eso se suma lo que le corresponde a la centena del tercer premio (para todos los que empiezan en 452), que es como una pedrea de 5 euros por euro jugado. Es decir, que el número anterior y posterior al tercero se llevan 53 euros por euro jugado, lo que supone 1.060 euros por cada décimo.
En 2021, el tercer premio fue a parar a Valencia. Concretamente a todos los que tenían un décimo del número 19517. Los loteros situados en la calle de Xátiva número 14 de la capital valenciana repartieron la friolera de 51,5 millones de euros entre sus clientes habituales, mucha gente del barrio. Otra parte de los décimos se vendió a turistas. Otras administraciones que también repartieron suerte para el tercer premio fueron las de Calella (Barcelona), con 35 billetes; Arcos de Jalón, en Almería; Granollers (Barcelona) y Badajoz.
Este año, al igual que el año pasado, aquellos premios que sean iguales o inferiores a 2.000 euros podrán cobrarse de forma telemática a través de Bizum. Se trata de una apuesta por la innovación por parte de Loterías y Apuestas del Estado.
Como ya ocurrió en 2020 y 2021, las personas agraciadas que reciban premios inferiores a los 40.000 no necesitarán tributar a Hacienda, mientras que los afortunados con cantidades mayores deberán contribuir al Estado con un 20% del premio resultante tras la resta de los 40.000 iniciales.
El buscador de EL PAÍS permite localizar la administración que vende cualquier número de la Lotería de Navidad.