Kamala Harris, una apuesta de última hora para la misión más difícil

Abogada, fiscal general de California y senadora, Harris es la primera mujer vicepresidenta de EE UU

Joe Biden y Kamala Harris, el 29 de mayo en un mitin en Filadelfia (Pensilvania).Foto: EFE | Vídeo: EPV

John Adams, el segundo presidente de Estados Unidos, definió la vicepresidencia como el “oficio más insignificante”, y los republicanos consideran que el paso por ella de la demócrata Kamala Harris ha sido totalmente baldío. Pero Harris (Oakland, California, 59 años), la primera mujer, la primera negra y la primera sudasiática estadounidense que ocupó el cargo, en 2021, tiene ahora una oportunidad histórica para devolver los ataques a los trumpistas. Nunca en la historia de Estados Unidos, un vicepresidente había tomado el relevo electoral para luchar por la presidencia en una fase tan avanzada de la campaña.

Antes de ser presidente, Adams fue vicepresidente de George Washington, así que sabía de lo que estaba hablando. Sentó el precedente de la transición de un cargo a otro y desde entonces, finales del siglo XVIII, tres vicepresidentes en ejercicio han sido elegidos mandatarios, así como dos ex vicepresidentes, entre ellos Joe Biden. Una especie de sudoku de ambiciones e infortunios, como los que llevaron al jefe de filas de Kamala Harris a la Casa Blanca en 2020 y, este domingo, le alejan definitivamente de ella.

Desde la etapa de Adams y los padres fundadores, el puesto de vicepresidente ha ganado en sustancia: ya no es sólo el encargado de suceder al mandatario en caso de fallecimiento, dimisión o destitución, ni de presidir el Senado y dirimir los empates en las votaciones (con la exigua mayoría demócrata, Harris ha batido el récord de desempates en una legislatura, 32 hasta el pasado diciembre). La exitosa abogada californiana ―demasiado californiana, es decir, liberal, para los republicanos―, ha asumido también parte de la política migratoria de la Administración de Biden desde 2021, hasta el punto de ser ridiculizada por la oposición como “zarina de la inmigración”. A partir de la revocación por el Tribunal Supremo, en junio de 2022, de la doctrina Roe vs Wade, que consagraba la protección constitucional del derecho al aborto, también se convirtió en abanderada de la salud sexual y reproductiva de sus congéneres, una baza política que permitió a los demócratas salvar los muebles, e incluso el decorado, en las elecciones de medio mandato de noviembre de ese año. Feminista confesa, su gesto de vestir de blanco en la noche de la celebración de la victoria demócrata en Wilmington (Delaware) recordó la lucha de las sufragistas.

Ashley Williams, Montel Williams y Kamala Harris asisten a la octava carrera benéfica contra la esclerosis, en California, el 18 de mayo de 2001. Harris es hija de inmigrantes jamaicanos e indios.Ron Galella, Ltd. (Ron Galella Collection via Getty)
Kamala Harris en su campaña a Fiscal del Distrito de San Francisco, en 2003. Nació el 20 de octubre de 1964 en Oakland, California.San Francisco Chronicle/Hearst N (Hearst Newspapers via Getty Imag)
Harris, antes de una audiencia en San Francisco, en 2004.San Francisco Chronicle/Hearst N (San Francisco Chronicle via Gett)
Kamala Harris, fiscal del distrito de San Francisco, posa para un retrato en su oficina del Salón de la Justicia en San Francisco, en 2009.San Francisco Chronicle/Hearst N (Hearst Newspapers via Getty Imag)
Tony West, a la izquierda, y Kamala Harris consultan los resultados de las encuestas para reelegirse, con su familia Maya Harris, Meena Harris y sus padres Frank y Peggy Harris, en San Francisco, el 2 de noviembre de 2010. San Francisco Chronicle/Hearst N (Hearst Newspapers via Getty Imag)
La fiscal general de California, Kamala Harris, jura su segundo mandato ante la presidenta del Tribunal Supremo de California, Tani Cantil-Sakauye, ante la mirada de su hermana Maya, el 6 de enero de 2011. HUM Images (HUM Images/Universal Images Grou)
Harris observa algunas de las armas incautadas a personas que tenían prohibido poseerlas legalmente en Sacramento, California, el 16 de junio de 2011. Rich Pedroncelli (ASSOCIATED PRESS)
El presidente Barack Obama camina con Kamala Harris en San Francisco, el 16 de febrero de 2012.San Francisco Chronicle/Hearst N (San Francisco Chronicle via Gett)
Kamala Harris participa en el Desfile del Orgullo Gay, el 30 de junio de 2013, en San Francisco, California. Arun Nevader (FilmMagic)
Kamala Harris oficia la boda de Kris Perry y Sandy Stier, en San Francisco, el 28 de junio de 2013. El Estado de California reanudó la emisión de licencias matrimoniales a parejas del mismo sexo tras una congelación de 4 años y medio. Jeff Chiu (AP)
Harris habla en la Convención Estatal de los Demócratas de California en Anaheim, California, el 16 de mayo de 2015.Damian Dovarganes (AP)
La senadora Kamala Harris y el senador Marco Rubio, en el Capitolio, el 20 de julio de 2017. En las primarias de 2016, Harris quedó en primer lugar con el cuarenta por ciento de los votos y ganó por mayoría simple en la mayoría de los condados.Chip Somodevilla (Getty Images)
Kamala Harris asiste a la Marcha de las Mujeres en Washington, el 21 de enero de 2017.Noam Galai (WireImage)
La candidata presidencial demócrata, la senadora Kamala Harris, baila mientras se dirige a hablar con sus partidarios antes de la Celebración de Libertad y Justicia del Partido Demócrata de Iowa, el 1 de noviembre de 2019. Harris había sido considerada una de las principales contendientes y potencial favorita para la nominación demócrata de 2020 a la presidencia.Charlie Neibergall (AP)
Kamala Harris sostiene a su sobrina mientras ella y su marido Douglas Emhoff saludan a la multitud después de hacer su primer mitin de campaña presidencial en Oakland, California, el 27 de enero de 2019. El 21 de enero de 2019, Harris anunció oficialmente su candidatura para presidenta de los Estados Unidos.San Francisco Chronicle/Hearst N (Hearst Newspapers via Getty Imag)
Los candidatos presidenciales demócratas: Joe Biden, Bernie Sanders y Kamala Harris, durante la segunda el primer debate presidencial demócrata, el 27 de junio de 2019, en Miami, Florida. Drew Angerer (Getty Images)
Joe Biden y su esposa Jill Biden, la senadora Kamala Harris y su marido Douglas Emhoff, se hacen gestos mientras practican el distanciamiento social durante un acto de campaña en Delaware, el 12 de agosto de 2020. El 11 de agosto de 2020, Biden anunció que había elegido a Harris como compañera de fórmula.Carolyn Kaster (AP)
Kamala Harris jura como vicepresidenta durante la 59ª investidura presidencial en el Capitolio en Washington, el 20 de enero de 2021. Erin Schaff (AP)
Kamala Harris organiza paquetes de comida de Acción de Gracias, el 23 de noviembre de 2021. Además de ser la primera mujer en ocupar la Vicepresidencia de los Estados Unidos, Harris es la primera persona con ascendencia afrocaribeña y tamil en ocuparla.Susan Walsh (AP)
Kamala Harris y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, reciben una bandera ucraniana mientras el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy habla en el Capitolio en Washington, el 21 de diciembre de 2022. Carolyn Kaster (AP)
Kamala Harris, durante una visita a Filipinas, el 22 de noviembre de 2022. El 19 de noviembre de 2021, Harris ejerció de presidenta en funciones desde las 10:10 a las 11:35 am EST, al ser intervenido el presidente Biden de una colonoscopia.Haiyun Jiang (AP)
Kamala Harris habla durante un acto de votación de estadounidenses de origen asiático y de las islas del Pacífico, el sábado 13 de julio de 2024, en Filadelfia.Joe Lamberti (AP)

Kamala Harris, pura élite demócrata, llegó a la Casa Blanca como número dos de Biden tras haberle retado en las primarias. La respaldaban una legislatura en la Cámara baja (2017-2021) y, previamente, una experiencia de seis años como fiscal general de California (2011-2017). Fiscalía y Senado, en ese orden: la pautada escalera hacia el poder en EE UU; el exitoso remate de años de fogueo como, primero, ayudante del fiscal de distrito (1990-98) en Oakland, donde se granjeó fama de dura en casos de violencia de bandas, tráfico de drogas y abusos sexuales, y fiscal de distrito (2004), el trampolín a la fiscalía general del Estado.

Eran los tiempos del demócrata Barack Obama, y la resaca de la gran crisis de 2008, con su historial de bancarrotas, y Harris demostró su independencia política, rechazando, por ejemplo, las presiones del Gobierno para que llegara a un acuerdo en una demanda nacional contra prestamistas hipotecarios por prácticas desleales (el agujero de las hipotecas basura o subprime aún no se había cerrado). Perseverante y correosa, Harris insistió en el ejemplo de California y en 2012 logró una sentencia cinco veces superior a la que Washington le invitaba a cerrar. Especial mérito suyo fue anular en 2013 la proposición 8 (2008), que prohibía el matrimonio entre personas del mismo sexo en el Estado de California. Su libro Smart on Crime, publicado en 2009, fue considerado un modelo para abordar el problema de la reincidencia delictiva.

Además de ser el recambio más natural y sobre todo automático, a falta de la confirmación del partido, Biden parece devolver ahora el favor a Harris. La que en las anteriores elecciones parecía una sólida aspirante a la candidatura demócrata, en unas primarias especialmente concurridas, tiró la toalla en diciembre de 2019 al no lograr ventaja del furgón de cola. Tres meses después, en los albores de la pandemia, dio su apoyo a Biden, la sexta de todos los aspirantes al puesto. La competición demócrata quedó entonces reducida a un duelo entre Biden y el izquierdista Bernie Sanders, pero el apoyo de Harris al actual presidente fue determinante para llevarlo a la Casa Blanca.

Joe Biden y Kamala Harris, en el Comité Nacional Demócrata celebrado en Filadelfia en 2023. Associated Press/LaPresse (APN)

“He decidido que voy a apoyar con gran entusiasmo a Joe Biden para que sea presidente de Estados Unidos”, dijo entonces la senadora en un vídeo compartido en Twitter. “Creo en Joe. Creo realmente en él, y le conozco desde hace mucho tiempo”. Ya entonces su nombre aparecía con cierta frecuencia en las quinielas de vicepresidenciables, igual que ahora, desde el fatal debate del 27 de junio que mostró la decadencia de Biden, en las de candidatos a la presidencia. Los republicanos, que esta semana bromeaban sobre el tradicional debate que enfrentará a los dos candidatos a la vicepresidencia al negarse a poner una fecha por “desconocer la identidad del vicepresidente” que hipotéticamente pudiera elegir Kamala Harris, no iban descaminados.

Matrimonio mixto

Las raíces de la posible candidata demócrata a la presidencia de EE UU hay que buscarlas en Jamaica y la India. Su padre, profesor de la Universidad de Stanford, procedía de la isla caribeña; su madre, hija de un diplomático indio, era investigadora oncológica. Su hermana, Maya, a la que está muy unida, es experta en políticas públicas. La aspirante a la candidatura presidencial se licenció en Políticas y Economía en 1986 en la Universidad Howard y, tres años después, en Derecho en el Hasting College. Sus orígenes, por tanto, son los de una familia acomodada, demasiado intelectual para los estándares del nuevo populismo republicano.

Douglas Emhoff con Kamala Harris, en Desmoines (Iowa) en 2019.Alex Wong (Getty Images)

Su carrera profesional también la instaló en la élite, igual que su matrimonio tardío, a punto de cumplir 50 años, con el abogado Douglas Emhoff, a quien conoció en una cita a ciegas y que en 2021 se convirtió en el primer segundo caballero de EE UU. Emhoff, que es judío, ha aparcado prácticamente su carrera para ejercer a tiempo completo esta función oficial, que conlleva la representación pública (en su caso, la participación en debates y actos contra el antisemitismo, un debate al alza en EE UU a raíz de la guerra de Gaza y en el que no puede esconder su condición). Cuando se casaron, hace diez años, Emhoff pisó una copa de cristal con el pie derecho, como marca la tradición judía, y Harris colocó al novio una guirnalda de flores al modo indio.

Kamala Harris nunca ha sido delfín de Biden, ni siquiera subordinada. Tiene un carisma que ha sido rebajado hasta la caricatura por Trump, que la rebautizó como Laffin’ Kamala (Kamala la risueña) por su risa franca y su espontaneidad, carne a su pesar de memes. Sus apariciones en la red social de microvídeos TikTok, en bailes improvisados con los miembros de su equipo, también han servido a la oposición para zaherirla o, cuando menos, hacerla objeto de burlas. Pero Kamala Harris tiene más experiencia y trayectoria política que Donald Trump. Años antes de que el magnate se planteara el salto a la política, la actual vicepresidenta pronunciaba un memorable discurso en la Convención Nacional Demócrata de 2012, lo que catapultó su perfil nacional. Considerada una estrella en ascenso dentro del partido, fue reclutada para competir por el escaño del Senado dejado por la jubilación de Barbara Boxer. A principios de 2015, meses antes que el republicano pusiera proa a la Casa Blanca, Harris se presentó con un programa basado en reformas en materia de inmigración y justicia penal, aumentos del salario mínimo y protección de los derechos reproductivos de las mujeres. Ganó el escaño con holgura.

Los republicanos la prefieren por delante de cualquier otro candidato a la Casa Blanca, seguros de que Trump se la merendará en dos bocados. Pero el tesón y la determinación de la vicepresidenta y aspirante potencial a ser la primera presidenta de EE UU, tras el frustrado intento de Hillary Clinton en 2016, pueden reservar alguna sorpresa y sacudir de nuevo la campaña más convulsa de las últimas décadas.

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