La fiscalía de Manhattan que instruyó el ‘caso Stormy Daniels’ contra Trump pide retrasar un mes el juicio

La recepción de nuevas pruebas explica la solicitud de la oficina del fiscal Alvin Bragg para que la defensa tenga tiempo de revisar las pruebas

El expresidente de EE UU, Donald Trump, en Carolina del Sur.Alyssa Pointer (REUTERS)

Un inesperado giro de guion, o de calendario, en el ajetreado año que afronta Donald Trump podría dar al candidato republicano a la reelección en noviembre un respiro judicial, como han intentado denodadamente sus abogados jugando la carta dilatoria en la mayoría de los procesos contra el expresidente (cuatro penales y un par de ellos civiles). Menos de dos semanas antes de que el republicano se sentara en el banquillo en Nueva York, ...

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Un inesperado giro de guion, o de calendario, en el ajetreado año que afronta Donald Trump podría dar al candidato republicano a la reelección en noviembre un respiro judicial, como han intentado denodadamente sus abogados jugando la carta dilatoria en la mayoría de los procesos contra el expresidente (cuatro penales y un par de ellos civiles). Menos de dos semanas antes de que el republicano se sentara en el banquillo en Nueva York, el 25 de marzo, para responder de 34 cargos penales por el caso Stormy Daniels (el pago de un soborno a una actriz porno para comprar su silencio por una aventura extramatrimonial), los fiscales que llevaron el caso han propuesto este jueves un retraso de hasta 30 días, un desarrollo sorprendente en el que previsiblemente será, si no hay más retrasos, el primer juicio penal contra un expresidente en la historia de EE UU.

La oficina del fiscal del distrito de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg, que acusó a Trump hace un año de 34 delitos por encubrir un escándalo sexual durante y después de la campaña presidencial de 2016 -el soborno pretendía impedir un escándalo para no perjudicar su candidatura-, ha explicado que el retraso daría tiempo a la defensa para revisar un nuevo lote de registros, que ha recibido recientemente de los fiscales federales aunque los buscaba desde hace un año. Los fiscales federales investigaron hace años los pagos de dinero en negro, no solo a Stormy Daniels sino a otras dos mujeres, que dieron origen del caso.

Las nuevas pruebas ocupan decenas de miles de páginas, por lo que los abogados de Trump, el candidato favorito según varios sondeos, solicitaron que el juicio se retrasara 90 días. No es la primera vez que la defensa opta por una maniobra dilatoria para ganar tiempo y retrasar todo lo posible las comparecencias en el banquillo de Trump, pero con la venia de los fiscales ahora y su propuesta de demorar un mes el inicio del juicio parece que esta vez será más que probable que lo consigan. Curiosamente, el caso de Manhattan era hasta hoy el único de los cuatro casos penales que no había sufrido retrasos. Trump se aseguró la nominación presidencial republicana por tercera vez esta semana.

En un documento presentado este jueves, los abogados del fiscal del distrito de Manhattan dicen estar preparados para comenzar el juicio el 25 de marzo tal como estaba previsto, pero también que no se oponen a un retraso de 30 días “por abundancia de precaución y para garantizar que el acusado tenga tiempo suficiente para revisar los nuevos materiales”.

El juicio derivado de otra imputación penal contra Trump en Washington por conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020, inicialmente previsto también para este mes, se ha retrasado mientras el acusado apela ante el Tribunal Supremo. Hay otro caso penal de injerencia electoral, por intentar revertir el resultado electoral en Georgia, pero se ha complicado, para satisfacción de sus abogados, por cuestiones extrajudiciales (el romance de la fiscal con el fiscal especial que ella misma contrató para el caso).

El retraso en el caso Stormy Daniels colmaría de entusiasmo al expresidente, cuya estrategia principal para afrontar sus múltiples frentes judiciales consiste precisamente en eso, en dilatar todo lo posible los procesos. Si fuera elegido para un segundo mandato en noviembre, las causas penales contra él se paralizarían hasta que dejara el cargo, aunque la de Manhattan tiene carácter estatal, a diferencia de las de Georgia, Washington y Florida.

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