La victoria de Biden retrata las dos economías de Estados Unidos

La población que votó por el demócrata concentra el 70% de la riqueza del país, por el 29% de los que lo hicieron por Trump

Una activista se manifiesta en favor del escrutinio completo, el pasado miércoles en Montana.DPA/EP

El mapa lo advertía ya. En su mayoría, las ciudades y centros urbanos en Estados Unidos se tiñeron de azul al votar por el candidato demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales, mientras que el resto del territorio, en su mayoría las poblaciones rurales, se pintaron de rojo al votar por una reelección del presidente Donald Trump. Los resultados no han hecho más que recalcar la clara división en el país más rico y poderoso del mundo. Los números retratan una realidad dura de digerir: existen dos economías dentro d...

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El mapa lo advertía ya. En su mayoría, las ciudades y centros urbanos en Estados Unidos se tiñeron de azul al votar por el candidato demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales, mientras que el resto del territorio, en su mayoría las poblaciones rurales, se pintaron de rojo al votar por una reelección del presidente Donald Trump. Los resultados no han hecho más que recalcar la clara división en el país más rico y poderoso del mundo. Los números retratan una realidad dura de digerir: existen dos economías dentro de los EE UU, con dos visiones de país radicalmente opuestas que difícilmente convergerán. De acuerdo con datos del Brookings Institute, una organización independiente de investigación y análisis basada en Washington, los condados que votaron por Biden generan el 70% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Los que lo hicieron por Trump producen solamente el 29% del PIB, menos del 36% que producían en 2016, en la elección presidencial previa.

“Nos sorprendió este salto tan grande entre 2016 y hoy, porque es muy difícil imaginar que más del 70% de la economía está concentrada en la parte urbana del país,” dice Mark Muro, coautor del estudio publicado esta semana. “Esta es una fotografía de una economía desequilibrada, que no es particularmente buena para nadie”, sentencia el especialista.

Entre más alto el PIB de un condado, más prospera es su población. La concentración de la riqueza y los ingresos en los centros urbanos, a expensas de las áreas rurales, tiene por lo menos dos décadas, explica Muro, especialista en políticas públicas. Sin embargo, en los últimos años, se ha exacerbado con preocupante velocidad. “El boom de las empresas tecnológicas ha acentuado estas divisiones, porque han creado economías altamente urbanas en las que se ha generado grandes riquezas, lo que pudo hacer acentuado las divisiones y contribuido a esta reacción en los pueblos pequeños y las poblaciones rurales”, asegura Muro. “Y, mientras tanto, tenías a Trump manipulando este resentimiento y frustración. Eso definitivamente fue una parte de estos resultados”.

Desde 2016, el índice Nasdaq, el cual concentra en su mayoría grandes empresas de tecnología, ha subido en 125%. Desde 2016, Silicon Valley —ubicado, por cierto, en el estado de California, altamente demócrata — ha visto una serie de valuaciones de miles de millones de dólares de empresas como Uber, Spotify y Roku, entre otros. Estos recursos que desembolsan inversores que ven un futuro promisorio en estas empresas, no llegan a poblaciones rurales fuera de las ciudades, beneficiando mayoritariamente a una clase altamente educada y a las economías de escala que surgen a su alrededor dentro de las mismas ciudades en donde operan.

El presidente electo Biden, quien tomará posesión el 20 de enero, ha centrado su mensaje poselectoral en unir al país, pero el reto no es solo ideológico. Para lograrlo, deberá encontrar la manera de incorporar a esta gran población rural en el proyecto del país, de manera que sean parte más importante de la fortaleza económica del superpoder.

“Lo que nuestros datos dicen es que el Partido Republicano representa cada vez más representa las economías más débiles en lugares que se están quedando más rezagados en indicadores de prosperidad como el PIB,” apunta Muro. “De hecho, siete de los 12 condados con mayor PIB que los republicanos ganaron en 2016, este año votaron por Biden. De modo que el Partido Republicano es cada vez más un partido de los pequeños pueblos y zonas rurales de Estados Unidos y no un partido de sus principales economías urbanas. Eso era cierto antes, pero se volvió aún más cierto”.

Es posible que las políticas que Biden busque implementar sean, en realidad, más favorables para las poblaciones que votaron por Trump, dice Muro, pero eso dependerá de la composición del Senado el cual no se definirá con certeza hasta enero. “Biden está hablando de volver a unir al país y su experiencia en el Senado puede permitir que se hagan algunos progresos en estas divisiones, pero no hay duda de que las divisiones han alcanzado un nivel realmente alarmante”, dice Muro.

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