El sueño demócrata de Georgia se encamina hacia el recuento de votos

El margen mínimo de ventaja de Biden abre la puerta a Donald Trump para la impugnación del escrutinio en uno de los Estados clave

Un habitante de Atlanta, en una manifestación contra Donald Trump el viernes.DUSTIN CHAMBERS (Reuters)
Atlanta (Georgia) -

El Estado de Georgia se encamina hacia un casi inevitable recuento de votos en las elecciones presidenciales. Los últimos flecos del agónico escrutinio —más del 98% ya han sido computados a última hora de la noche del viernes (hora local, madrugada del sábado en España)— dan la victoria a Joe Biden, pero con un margen mínimo: apenas 4.395 votos, una diferencia del 0,1% que aboca el resultado final a una segunda revisión. “Con un margen tan escaso, iremos a un r...

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El Estado de Georgia se encamina hacia un casi inevitable recuento de votos en las elecciones presidenciales. Los últimos flecos del agónico escrutinio —más del 98% ya han sido computados a última hora de la noche del viernes (hora local, madrugada del sábado en España)— dan la victoria a Joe Biden, pero con un margen mínimo: apenas 4.395 votos, una diferencia del 0,1% que aboca el resultado final a una segunda revisión. “Con un margen tan escaso, iremos a un recuento de votos”, ha anunciado Brad Raffensperger, secretario de Estado en Georgia.

Los primeros resultados de la jornada electoral del martes pusieron por delante a Trump, pero Biden había logrado una remontada épica, y de última hora, lograda gracias a la masiva participación anticipada, que está siendo escrutada en último lugar. Un vuelco que, a falta de la doble confirmación, supondría un gran golpe simbólico —ningún demócrata gana este Estado sureño desde hace 24 años— y casi definitivo al sumar 16 votos electorales más y quedarse a tan solo uno del umbral de entrada a la Casa Blanca.

Con el equipo de Trump enfrascado en una campaña desesperada por judicializar cualquier resquicio del proceso electoral —ya han presentado demandas en casi una decena de Estados— se da prácticamente por descontado que se acogerán a su derecho de solicitar el recuento. Cuando el margen es menor a medio punto, la normativa concede al perdedor la oportunidad de pedir una segunda revisión. Este podría dilatar aún más el final de las elecciones, dado que habría que esperar a que la autoridad electoral certifique los votos, algo previsto para mediados de mes, antes de volver a empezar. Los plazos podrían acortarse, en todo caso, porque la Secretaría de Estado puede solicitar de oficio el recuento en cualquier momento, como ya ha dejado entrever este viernes.

Pese a ser uno de los feudos sureños menos inexpugnables, según iban indicando las encuestas, la campaña de Biden no mostró mucho interés hasta casi el último momento, más centrada en recuperar los Estados posindustriales del Norte y Medio Este. El candidato demócrata viajó a Atlanta una semana antes de las elecciones. Mientras que Trump repitió hasta en cuatro ocasiones sus visitas. La jornada electoral del martes, el republicano le superaba en más de 370.000 votos, más de cuatro puntos porcentuales. La noche del viernes (madrugada del sábado en España), Joe Biden dijo con confianza que se convertirá en el primer demócrata en ganar la entidad desde Bill Clinton.

La masiva participación anticipada y por correo, elegida mayoritariamente por el voto demócrata, propició la remontada de Biden. Tras arañar día a día la distancia a medida que avanzaba el escrutinio, el vuelco definitivo llegó el viernes por la mañana. Las zonas metropolitanas, populares y mayoritariamente negras de Atlanta, la capital, auparon al candidato. Entre ellas, el condado de Clayton, de gran carga simbólica al haber sido durante más de 30 años el distrito representado por el congresista John Lewis. Fallecido en julio a los 80 años, Lewis era el último símbolo de la generación de líderes negros en la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos. Figura monumental del partido demócrata, había sido uno de los más firmes opositores a Trump desde su llegada al poder —dijo abiertamente que no lo consideraba un presidente legítimo— y participó activamente en el movimiento Black Lives Matter.

Recuperar Georgia ha sido desde las elecciones pasadas uno de los sueños demócratas. Pese a conservar una mayoría de población blanca, el progresivo cambio demográfico ha ensanchado el segmento de votantes jóvenes y afroamericanos, caladero del voto demócrata y muy sensibilizados con la ola de protestas por la justicia racial provocada por las muertes de ciudadanos negros a manos de la policía. Entre ellas, la de Rayshard Brooks, 27 años, abatido a tiros en las calles del condado de Fulton (Atlanta), otro de los bastiones demócratas en la ciudad.

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