El trumpismo se echa a la calle para agitar el fantasma del fraude electoral
Decenas de extremistas, algunos armados, se concentran frente a la autoridad electoral en Phoenix para exigir “contar los votos” mientras otros piden detener el escrutinio en Detroit
La ansiedad de un país que aún no sabe el resultado de las elecciones con mayor participación del último siglo se ha hecho visible y la tensión en las calles ha comenzado a aumentar. Las protestas a favor y en contra de Donald Trump comenzaron la noche del miércoles en diferentes ciudades después de que el presidente agitara el fantasma del fraude electoral. En unos casos, los manifestantes pedían que se contaran todos los votos; en otros, que se parara el escrutinio.
La mayoría de las protestas se produjeron en ciudades donde ya había concluido el escrutinio, a excepción d...
La ansiedad de un país que aún no sabe el resultado de las elecciones con mayor participación del último siglo se ha hecho visible y la tensión en las calles ha comenzado a aumentar. Las protestas a favor y en contra de Donald Trump comenzaron la noche del miércoles en diferentes ciudades después de que el presidente agitara el fantasma del fraude electoral. En unos casos, los manifestantes pedían que se contaran todos los votos; en otros, que se parara el escrutinio.
La mayoría de las protestas se produjeron en ciudades donde ya había concluido el escrutinio, a excepción de Phoenix (Arizona), donde partidarios acérrimos del dirigente republicano se manifestaron frente a la autoridad electoral del condado (Maricopa) para exigir un recuento “hasta el último voto”. En otros lugares, pedían lo contrario, que se parara de contar, como exigía el presidente Trump. Y en otros, para contrarrestar las sospechas lanzadas por el mandatario, las protestas exigían continuar hasta contabilizar hasta el último voto.
La manifestación de Phoenix había sido convocada a través de cuentas de las redes sociales vinculadas al mundo conspiracionista. Alrededor de las ocho de la tarde (hora local) del miércoles, unas 200 personas se concentraron en el centro de la ciudad con todo tipo de parafernalia trumpista para pedir que se contaran sus votos. Dentro del edificio, los trabajadores hacían exactamente eso, contar votos. El escrutinio de Arizona es uno de los cinco que han mantenido al país en vilo, pues en cualquier momento se podía certificar allí una victoria del demócrata Joe Biden que acabara con la incertidumbre.
“Vamos a estar aquí no solo hasta que acabe la elección, sino también después”, proclamaba uno de los líderes de la concentración con un megáfono. “Vamos a hacer oír vuestra voz”. La idea general de la manifestación, exenta de pruebas que lo demostraran, era que algo raro está pasando en el proceso y exigían garantías.
La ventaja inicial de Trump en el escrutinio ha ido desapareciendo con el paso de las horas y el cómputo de los sufragios por correo, y eso parece haber disparado la sensación de fraude entre sus seguidores más acérrimos. Trump lleva meses lanzando acusaciones infundadas de fraude sobre un voto anticipado que todas las proyecciones apuntaban a que favorecería a los demócratas y tardaría en ser sumado al cómputo final.
“Creo que muchos de los votos de Arizona son falsos”, decía una joven que se identificó como Kayleigh. “No han contado votos desde las ocho de la tarde”. Mientras el resto del mundo esperaba con más o menos paciencia la actualización de los datos del condado de Maricopa, ella había llegado a esa conclusión. A su lado, un joven que se identificó como Rich decía que “en Wisconsin hay 3,2 millones de votantes registrados y tienen 3,3 millones de votos. Hay 100.000 votos más que personas, no tiene sentido”. Rich repetía como cierta una teoría conspirativa viral desmentida hacía horas. “Lo mismo ha pasado en cuatro o cinco Estados”, insistía.
“Yo solo quiero una elección limpia. Si Trump pierde, nos lo tragamos y esperamos cuatro años. Pero tiene que estar bien al 100%”. Rich no sabía decir qué tipo de pruebas necesitaba ver para convencerse de que el conteo se está haciendo bien, que simplemente es lento porque han votado millones de personas más de lo habitual y que ninguna autoridad local de Estados Unidos quiere dar el más mínimo margen al error. “Es que es muy raro que Arizona se vuelva demócrata”, resumía Rich.
La exigencia de los trumpistas en Phoenix de contar todos los votos contrastaba con la manifestación de otros partidarios de Trump en Detroit (Míchigan) durante la jornada en la que pedían que se detuviera el cómputo. Trump acabó perdiendo Michigan en la tarde del miércoles. Al mismo tiempo, las denuncias de la campaña de Trump para detener el conteo en varios Estados provocaron manifestaciones contra el presidente por todo el país que pedían también que se contaran todos los sufragios. Las manifestaciones en contra del presidente se registraron en Nueva York, Portland, Oakland, Atlanta, Filadelfia, Chicago, Los Ángeles y Minneapolis, esta última fue encabezada por el movimiento Black Lives Matter que volvió a reivindicar el caso de George Floyd, el afroamericano muerto bajo custodia de la policía en mayo. “¡Cuenten todos los votos!”, fue una de las consignas de buena parte de los grupos de izquierda que volvieron a salir a las calles a denunciar el intento de Trump de emponzoñar la confianza en los resultados.
De Facebook a las calles
En las redes sociales, algunos grupos están movilizando a los seguidores de Trump y alimentando los dichos del presidente de que los demócratas están alterando el proceso electoral. El grupo Stop the Steal [Detengan el robo], un grupo de mujeres trumpistas que participaron en la campaña del republicano, se encuentra organizando caravanas en diferentes puntos del país. “Los demócratas están planeando privarnos de nuestros derechos y anular los votos republicanos. Está en nuestras manos luchar para ponerle fin”, se lee en grupo de la red social.
Las movilizaciones parecen formarse alrededor de la idea de “parar el robo”, es decir, que los resultados fiables son los del martes y que el conteo de voto por correo en realidad es un robo de la elección utilizando votos ficticios. El presidente ha utilizado las redes sociales en las últimas horas para insistir en la idea de que las elecciones han sido irregulares. “¡DETENGAN EL FRAUDE!”, escribió en Twitter la mañana del jueves. La red social etiquetó el mensaje del presidente como engañoso.
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